Pablo Quejer
Jaime Romero lleva más de 30 años dedicado a plastificar libros, cuadernos y todo tipo de documentos en su puesto ubicado en calle Ramírez, entre Matta y Cochrane. Si bien confiesa que tiene clientes durante todo el año, lo cierto es que marzo es por lejos el mejor mes del año, debido a que los estudiantes acuden a su puesto a plastificar sus textos y material de estudio.
Romero, de 54 años, confiesa, eso sí, que de a poco ha bajado la clientela, ya que ahora muchas cosas ya vienen plastificadas.
"Además, los estudiantes usan cada vez menos los libros y cuadernos, ya que ahora todo está en las tablets o de forma electrónica", dice.
"En otra época la gente venía a plastificar de todo, cédulas de identidad, fotocopias, fotografías para los niños que iban a comenzar a estudiar, todo", afirmó Romero, quien hizo un pausa y comentó que "pese a ello, igual tengo mis clientes, donde la mayoría corresponde a personas mayores. Aquí dejé de recibir a estudiantes universitarios, por ejemplo. Llevo 30 años dedicado a este oficio y nunca me ha ido mal en lo que hago", detalló el trabajador.
Labor turística
Durante su larga trayectoria como plastificador, Jaime Romero, que goza de buena salud según sus propias palabras, todos los días se levanta a las siete de la mañana para cumplir una lista de tareas cotidianas como desayunar con su hija menor para luego llegar hasta su lugar de trabajo a las 9 horas.
"¿Cómo está don Jaime?, me preguntan algunos algunos transeúntes y vecinos del lugar, o ¿cómo anda la cosa?, dicen otros. La gente de acá me conoce, sabe quién soy y cuánto tiempo llevo trabajando en esto", cuenta Romero.
El plastificador señala que es común que durante los meses de verano, los argentinos lleguen a preguntarle sobre direcciones de calles, algo que considera importante para el turismo de la zona.
"La gente que pasa por el lugar, como los argentinos me suelen preguntar ¿dónde queda avenida República?, ¿cómo llego a tal hotel?, ¿dónde hay un restaurante? y cosas así. Igual me piden que les plastifique sus carpetas, documentos y papeles, no sé, hartas cosas, parezco oficina turística", señaló entre risas.
Fin de mes
Jaime Romero indicó que durante marzo la cantidad de dinero que obtiene supera los 300 mil pesos, no obstante, el resto del año recauda entre $200 mil y $250 mil pesos, salvo algunas excepciones durante el año.
"Para llegar bien a fin de mes debo ser inteligente, moverme rápido y aprovechar las oportunidades. Tengo una casa cómoda y mis hijas están bien, no podría pedir más", señaló con satisfacción.
Jaime Romero toma aire e infla su pecho al hablar sobre su hija mayor, quien está casada y se tituló de Medicina en la Universidad de Chile hace cuatro años.
"Mi hija mayor es la prueba de todo el esfuerzo que realizamos con mi familia para que saliera adelante y se convirtiera en médico. No fue fácil, pero al final es feliz y es lo mismo que espero de mi otra hija. Y ojo que es en viceversa, ella espera lo mismo de mí y no pienso defraudarla", señaló con una sonrisa en el rostro.
"La gente que pasa por el lugar, como los argentinos, me suelen preguntar ¿dónde queda avenida República?, ¿cómo llego a tal hotel?, ¿dónde hay un restaurante? y cosas así ... parezco oficina turística".
300 mil pesos es el monto que percibe en promedio el plastificador durante este mes.
54 años tiene Jaime Romero, 30 de los cuales se ha dedicado al oficio de plastificado en la vía pública.