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Huertos urbanos: la opción de los osorninos por cultivar vegetales en patios y condominios

TENDENCIA. Un comerciante y una dirigenta vecinal de Francke relatan sus experiencias con estas iniciativas que les permiten ahorrar algo de dinero y relajarse.
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Leonardo Yevenes

Paola Castro es una ingeniero agrónomo de 42 años que a fines de enero pasado se adjudicó un premio sobre la idea más innovadora y que a la vez se convirtiera en un aporte a la comunidad.

Compitiendo con diversos proyectos, la idea de esta osornina era construir huertos urbanos en pequeños o grandes espacios aprovechables, pero con los materiales que se tuvieran a mano; esto, con la idea aportar al medio ambiente con el concepto de sustentabilidad.

Tener huertos en los patios era hasta hace unos años una costumbre en los hogares sureños, no obstante, ello se perdió con el paso de los años debido al menor tamaño de los terrenos y mayor disposición de productos frescos, entre otros factores.

En todo caso, son cada vez más los osorninos que se preocupan de mantener un pequeño sembrado en los patios o en el reducido espacio que puede entregar un departamento, con el fin de contribuir a la economía del hogar, como terapia de relajación o sólo por el hecho de consumir alimentos de origen orgánico.

En villa entre lagos

Pese a que vive en un block de departamentos con poco espacio para realizar grandes cultivos, María Mancilla, presidenta del comité Siglo XXI de Villa Entre Lagos y las más 20 familias que viven en el condominio que se ubica en Francke, igual se las han arreglado para cultivar frutillas, moras, lechugas, cilantro y varias plantas medicinales.

Como tienen un espacio cerrado con rejas, destinan un lugar común donde cada vecino puede cultivar lo que desee. La clave de un espacio así es que cada vecino respete los cultivos del otro y así incentivar la producción de vegetales a pequeña escala.

Pero el proyecto que mantienen Mancilla y sus vecinos no se queda allí, ya que a través del programa Quiero Mi Barrio buscan agrandarlo con un proyecto que encierra una serie de huertos que podrían comenzar a funcionar en marzo.

"Debido a que estamos muy bien organizados y contamos con poco espacio, una de las ideas es comenzar a cultivar un huerto pero en altura, es decir, aprovechando lo que tenemos y la idea es que agrandemos lo que ya existe y ver de qué manera aprovechamos las opciones con las que contamos", señaló la mujer.

Mancilla aclara que el objetivo de masificar lo que ya tienen es para acceder a verduras u hortalizas que generalmente deben adquirir, pero que podrían comenzar a obtener en un espacio que les queda en la misma casa.

Una de las primeras ideas es comenzar a utilizar las mismas rejas o paredes con las que cuentan las viviendas para poder cultivar en macetas y de esta manera aprovechar los espacios que tienen.

"Queremos algo que esté cerca de nosotros y que podamos cuidar", explica María, mientras ya se imagina en el futuro cultivando junto a sus vecinos hortalizas a mediana escala.

Frutos

Aprovechando que vive en el mismo lugar donde tiene su negocio, Julio Paredes se da a sí mismo la oportunidad de dedicarle tiempo al huerto que mantienen su patio de 7 X 5 metros.

Julio comenzó hace tres años cuando supo que su pequeña hija de actuales 2 años, venía en camino. La idea era tenerle un lugar donde pudiese tomar la fruta con sus propias manos, aunque el espacio fuera pequeño.

Es habitual que junto a su hija recojan desde arándanos hasta frutillas, pasando por duraznos, grosellas y otros frutos silvestres; aunque uno de los cultivos más espectaculares que tiene es el de melones, los cuales cultiva en un invernadero a escala.

Pero como Julio tenía un espacio reducido recurrió a la estrategia del huerto vertical, lo que le dio más metros, así que comenzó a guardar bidones, botellas y todo lo que le sirviera para ir almacenando cada vez más plantas.

"Lo bueno de este método es que puedo estar constantemente trasladando las plantas para uno y otro lado donde esté dando el sol y de esa manera que crezcan más rápido".

Pero no todo es trabajo para este purranquino de 55 años, para quien su pequeño espacio donde cosecha sus propios frutos y ahorra algo de dinero, es también una terapia para relajarse luego del trabajo.

Como en un principio no tenía idea de cómo se cultivaba, Julio comenzó a aprender por internet algunas técnicas, con lo que se fue especializando. Luego, cuando llegó hasta cierto punto, debió recibir consejos de otras personas que se manejaban bien el tema.

Confiesa que el espacio que tiene en su casa le está quedando pequeño, por lo que junto a su señora ya optaron por comprar un terreno rural donde piensan extender o masificar sus cultivos.

"Tengo tantas patillas, que ya no cuento con espacio para poner más y por eso tomamos la decisión de comprar un terreno en el cual continuar lo que hago", relató.

Cuando se jubile del negocio que maneja (un local de arriendo de películas y video juegos en calle Montt) se dedicará completamente al huerto, algo que para él comenzó siendo un espacio dedicado a su hija, pero que está derivando a una actividad a la que piensa dedicarse en los años por venir.

Paciencia y hobby

Durante todo 2015, Danilo Veloso -de profesión ingeniero agrícola- junto a DVC Agro, empresa en la que se desempeña, estuvo a cargo de realizar charlas en diferentes establecimientos educacionales de la provincia, con el fin de incentivar y enseñar acerca de los cultivos en espacios reducidos o también denominados como huertos urbanos.

A su modo de ver, en los últimos años la extensión de esta actividad ha ido en aumento en el mundo y en ciudades como Osorno.

"A nivel país, el tema de los huertos urbanos dejó de ser una apuesta para convertirse en un hecho, basado en una necesidad de cada vez crear más espacios de áreas verdes, que a la vez sirvan para generar autosustentabilidad alimentaria", dice.

El profesional explica que hay muchas maneras de implementar un huerto, ya sea de forma tradicional (en el suelo), vertical, a través de un sistema de macetas o por medio de invernaderos a escala, dependiendo del espacio con el que se cuente.

En todo caso, el espacio no debería ser una limitante a la hora de implementar un huerto, lo mismo que los elementos para implementarlo.

23 familias son las que conforman el comité Siglo XXI de Villa Entre Lagos, en el sector de Francke.