Prometía ser el duelo más emocionante en lo que va de Premier League y así fue. Cuando parecía que todo terminaría en un empate a uno, el Arsenal marcó el gol de la victoria frente al Leicester en el último minuto.

El triunfo era obligatorio para Alexis Sánchez y sus compañeros y al conseguir el 2-1 quedaron a dos puntos de los "Zorros", que aún se mantienen punteros del campeonato con 53 unidades.

El partido en el Emirates Stadium estuvo apretado y el desempeño del árbitro fue determinante en la primera parte. Pero los errores del Leicester y un Arsenal que no dejó de insistir hasta el último segundo firmaron la victoria de los londinenses.

Con lo justo

El primer tiempo comenzó con agilidad para el Arsenal, en esta ocasión dueño de casa. Sánchez generó peligro desde el primer minuto con un cabezazo que pudo haber sido la apertura del marcador.

Sin embargo, el cotejo no fue sencillo para el tocopillano. Si bien fue activo partícipe en la escuadra ofensiva con pases, armados e intentos de gol, no tuvo la precisión necesaria.

Sus compañeros tampoco estuvieron exentos de dificultades. La combinatoria entre Mesut Özil, Aaron Ramsey, Olivier Giroud y Alex Oxlade-Chamberlain también tuvo sus oportunidades.

Por otra parte, el Leicester mostró orden en la zaga y el meta Kasper Schmeichel hizo gala de su pericia conteniendo los balones del Arsenal.

El desequilibrio llegó a los 42 minutos. El juez Martin Atkinson calificó como penal la dudosa caída de Jamie Vardy derivada de un supuesto choque con Nacho Monreal en el área de los locales.

El propio Vardy, goleador de la liga, fue el encargado de definir frente a Petr Cech con un tiro potente.

En el complemento, el Arsenal respondió al rival con una mayor presión y el Leicester hizo afán de defender su área ante la arremetida.

Pero la ansiedad le jugó en contra a los visitantes. Danny Simpson, quien ya se había ganado una tarjeta amarilla por una falta sobre Sánchez, repitió la acción minutos después y fue expulsado por doble cartulina.

La desesperación del Arsenal tuvo sus frutos a los 70 minutos, cuando Theo Walcott decretó la igualdad. El Leicester perdió el balón de manera definitiva y se dedicó a aguantar el resultado.

Pero cuando se cumplía el tiempo adicional, el último tiro libre de Özil terminó en la cabeza de Danny Welbeck, quien dejó atrás sus 10 meses sin jugar y dio el gol del triunfo para el Arsenal. Segundos después llegaría el pitazo final.