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@NoeAlondra

Que bueno que salí relativamente temprano de mi casa porque hay un taco de mierda en todo Osorno

@carovegar

Turnito mañana en mi querido HBO. Mil veces mas acogedor que el centro de Osorno jajaja un caos en estas fechas.

@Macarenabruce

Alcalde de Osorno ya no deja calle sin reparar todas a la misma vez un caos que tiene en la cabeza

@Hstoner_

Osorno ql un par de calles cortadas y el manso taco

@kamycapone

Taco en todo Rodríguez, vamos subiendo y aún no sabemos porq se produjo ?? #osorno

@suremergencias

Gran congestión vehicular en calle #Bilbao, precaución a los conductores

@atorresriobo

#osorno vehiculos estacionados en mackenna entre colon y prat TODOS parteados por carabineros!!!! Mal estacionados... al menos 14

@galbertouribe

Hoy es miércoles de compras navideñas #FollowBack # Osorno

Faride Zerán descrifra a Humberto Giannini, el filósofo callejero

La periodista Faride Zerán, vicerrectora de Extensión en la Universidad de Chile y entrevistadora frecuente del filósofo Humberto Giannini (1927 - 2014), explica el aporte que realizó al Chile de la transición a la democracia. Su figura aparece y reluce en toda su afable inteligencia dentro de "Giannini público", libro publicado por Editorial Universitaria y el departamento que dirige Zerán. En él se recoge parte del pensamiento cotidiano del profesor, anclado en la experiencia común de habitar la ciudad y caminar por sus calles.
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"Giannini público"

Editorial Universitaria

290 páginas

$14.000

A más de un año de su muerte, el Departamento de Filosofía de la Universidad de Chile recordó a quien estuviera ligado a esta institución por más de seis décadas. Columnas de opinión y artículos publicados en medios nacionales, así como casi una veintena de entrevistas concedidas entre agosto de 1980 y noviembre de 2014, conforman este volumen que delinea la figura del querido profesor.

Luego de la lectura sus casi 300 páginas, no cuesta mucho imaginar al niño que faltaba a clases por quedarse embobado con el paisaje costero de Playa Ancha. Ni cuesta imaginar al adolescente rebelde que se largó durante dos años a surcar los mares hastiado de la autoridad paterna que lo quería dentista. Tampoco cuesta dar con la imagen del muchacho de 24 años recién llegado a Santiago que solo quería estudiar y a quien acusaron de "academicista" y "viejo".

Es bastante cálida la cercanía intelectual que imprime este filósofo público o detective callejero, implicado en todo lo que explica, atento de manera gentil a cómo subsiste la tolerancia frente a los bemoles de la convivencia. "Lo que digo lo debo decir desde mi vida cotidiana, y ese es mi campo de investigación" sentencia y abarca de un plumazo todo.

A la cabeza de un Departamento de Filosofía que en los primeros años de dictadura subsistía casi escondido dentro de los deslindes de la Facultad de Medicina, mirando hacia el Cementerio General, luego hubo de partir al campus de La Reina, casi chocando con la cordillera. Con su rostro de actor italiano de los años 50, como tan bien lo define Faride Zerán, su oficio fue describir "pulcramente" la realidad.

Intelectual público

Faride Zerán, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile, recuerda al personaje, uno con quien dialogó en numerosas oportunidades, uno que sufrió un infarto y se entregó a la muerte luego de terminar una última entrevista en noviembre de 2014.

-¿Qué tipo de intelectual representa Giannini? ¿Cuál es el alcance de su figura pública?

-Giannini no solo era una figura de la academia, un pensador, o un filósofo con una gran producción de libros. Era lo que denominamos un verdadero intelectual público que tenía un pie en la calle y el otro en la academia, uniendo ambos mundos en una mirada crítica, densa, que interpela. Un intelectual público que no le temía a los medios, que se tuteaba con el periodismo y que fue clave para aportar en nuestro escuálido espacio público. Escuálido de debate, de ideas, de miradas distintas, de visiones que lo enriquezcan.

-¿Cómo lo conoció?

-A Giannini lo conocí primero por sus libros. Soy una buena lectora de ensayos y en los años ochenta, en plena dictadura, me interesaba la reflexión que se estaba haciendo sobre la sociedad chilena intervenida, disciplinada, con toque de queda y todo lo que ello implicaba. En ese contexto leí, a mediados de los ochenta, su libro "La reflexión cotidiana". Humberto era director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Chile, ubicado en La Reina alta, pegado a la cordillera, bien lejos de todo. Yo tenía la revista "Pluma y Pincel", junto a las periodistas Irene Geis y Cecilia Allendes. Era una revista cultural y nos interesaba estimular un debate inexistente en ese entonces.

-¿Cuándo fue su primera entrevista?

-Fue en 1987, y cuando se la pedí intuía que a partir de su libro "La reflexión cotidiana" podíamos ir desentrañando algunos aspectos interesantes del Chile de ese entonces. Y no me equivoqué. En ese libro la calle era el punto de inflexión para hablar de la ciudad y de los miedos de sus habitantes. Para abordar la tiranía exterior y el autoritarismo interno de una sociedad domesticada. Recuerdo que en esa entrevista el filósofo dijo algo así como que la vida que se llevaba en Chile no era digna de ser vivida. Una frase que sin duda nos hacía pensar y cuestionar lo que muchos habían naturalizado.

-¿Por qué se volvió un entrevistado frecuente?

-Con los años lo entrevisté varias veces, especialmente para el diario "La Época", donde yo estaba a cargo de dos páginas cada domingo. En los inicios de la transición a la democracia, fue leyendo los cambios de nuestra sociedad y auscultando sus dolores, silencios y omisiones. Su capacidad de observar, de leer desde lo cotidiano y luego de elaborar una reflexión con gran lucidez y originalidad, hacían de este personaje una figura clave para leer al Chile de ese tiempo.

UNIVERSIDAD Y república

"En Chile no hay cultura política", dice en 1987 abismado ante las masas sin conciencia, no solidarias y con la dictadura metida en la sangre. "Gran parte del día pienso en Pinochet", confiesa.

Por esos años perfila grandes temas, como el humanismo como una suerte de defensa del hombre contra sí mismo, y a comienzos de los noventa, al principio de la transición, devela el dogma del acuerdo o el temor a la diferencia que reina.

Otra de sus grandes preocupaciones fue la de volver a una educación abierta, gratuita y universal.

Para Faride Zerán, desde muy temprano levantó la existencia de la universidad pública como pieza fundamental en la reconstrucción de la República.

-¿Desde qué ángulos nos interpela su propuesta de universidad?

-Abogó por una universidad al servicio del país, en sintonía con su desarrollo, y contribuyendo desde sus áreas y disciplinas a una sociedad más plural, tolerante y democrática. También se dio cuenta de lo que significaba el desmantelamiento de la educación pública, en cuyas aulas podían convivir democráticamente todos los sectores socioeconómicos del país. Y apuntó desde los años ochenta, apenas concretado el desmembramiento de la Universidad de Chile, cuando le quitaron sus sedes regionales y el Instituto Pedagógico, que ese no era solo un golpe a la universidad, sino al país. Y en ese sentido, puso el tema en el tapete, y hasta sus últimos días insistió a través de sus textos y entrevistas a los medios, en la deuda de la transición y de los gobiernos de la post dictadura con el país.

-¿Por qué presenta una defensa de la educación pública?

-Porque el hecho de que no exista una red de universidades del Estado fuerte, o que los colegios públicos no tengan el nivel que se merecen los niños y jóvenes de Chile, es un atentado al país, no a las universidades o colegios estatales. Giannini defendió la educación pública como un derecho, y en ese sentido denunció la mercantilización de la educación, el lucro, y la segmentación en este ámbito. También advirtió sobre la precarización de las áreas de las humanidades, las ciencias sociales y el arte. Señaló que si en Chile "las humanidades salieron en viaje de negocios", estábamos en un problema para el país.

Diálogo moral

Para este filosofo callejero que deambulaba, miraba y anotaba, el temor en la calle siempre estuvo presente y veía que la llamada reconciliación escondía muchas cosas. "El acuerdo es una conquista", proclamaba por esos días. El diálogo moral lo entendía producido por un conflicto permanente, sano, algo muy distinto al acuerdo. "Sancionando el conflicto se daña el eje de la vida democrática", advertía.

-¿Cómo entendía a la tolerancia y el diálogo?

-Giannini entendió el concepto de "tolerancia" como resultado de la interacción a través del diálogo y de mirarse en el otro. El diálogo no como negociación, sino como intercambio rico de argumentos. Tanto así que fue uno de los que arremetió en contra del "dogma del consenso".

-A poco más de un año de su muerte, ¿qué es lo que más echa de menos de la figura y del discurso de Humberto Giannini?

-Se echa de menos la figura del intelectual crítico que enriquece el diálogo ciudadano. Se echa de menos su ferviente defensa de lo público, y, por supuesto, de la reconstrucción de la educación pública. Por eso editamos este libro, para recordarlo a través de su palabra en interacción con el espacio público. Ese es el mejor homenaje a este Giannini público.

Humberto giannini tenía Un pie en la calle y el otro en la academia. ese era, para faride zerán, el atractivo de su figura.

Faride Zerán.

Por Amelia Carvallo

jose alvujar

"Se echa de menos la figura del intelectual crítico que enriquece el diálogo ciudadano, su ferviente defensa de lo público".

"En los inicios de la transición a la democracia, fue leyendo los cambios de nuestra sociedad y auscultando sus dolores, silencios y omisiones".

Dueños acusan desinformación sobre expropiación de sus patios

CULTURAL. Las casonas ubicadas en avenida Juan Mackenna deberán adecuarse a su nueva realidad de tener dos frontis y estar emplazadas en el bandejón central de una vía de alta velocidad.
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Verónica Salgado

Los propietarios de las casas patrimoniales de avenida Mackenna señalaron desconocer detalles del proceso de expropiación del que están afectos los patios de sus viviendas, lo que se traduce en una total incertidumbre sobre cómo acondicionarán la parte posterior de sus casas a una segunda fachada y qué tipo de cercos perimetrales emplearán para no perder la belleza histórica y patrimonial de los inmuebles construidos a fines del siglo XIX y principios del XX.

Consideran que esto ocurre porque las autoridades tanto regionales como locales no han tenido respeto o deferencia por el esfuerzo e inversión que han realizado por cuidar y preservar un patrimonio histórico de la ciudad.

De hecho, en los terrenos que serán expropiados la mayoría ha realizado inversiones millonarias, ya sea para desarrollar su vida familiar o potenciar sus emprendimientos, siempre pensando en resguardar el valor histórico de las casas que fueron construidas en maderas nativas por familias de inmigrantes europeos.

De hecho, las cinco viviendas fueron declaradas Monumentos Históricos mediante el decreto N°1630 firmado el 12 diciembre de 1983 y están protegidas por la Ley 17.288. Por lo mismo, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) demoró más de cinco meses en entregar su autorización para realizar las expropiaciones de los patios, luego de que el pasado 3 de julio detuviera el avance del proyecto hasta su pronunciamiento.

Las casonas de madera que están afectas a expropiación actualmente son usadas por locales comerciales como la Parrilla de Pepe, la zapatería Enoc, el local Alta Artesanía, la Isapre Banmédica y el restaurante Donde el Gringo.

En la esquina de Matta se ubica el Centro Cultural Sofía Hott, cuya casa también es patrimonial pero no está afecta a ningún tipo de expropiación aunque también quedará emplazada en el bandejón central que generará la remodelación de la avenida.

El proyecto para mejorar la avenida Juan Mackenna tiene una data de más de 30 años, pero finalmente las obras comenzaron en marzo del año pasado. Hasta la fecha existe un 72% de avance en la construcción que se ejecuta entre calle Buenos Aires, a la altura del Cruce Lynch, y la avenida Portales, a la altura del acceso al nuevo puente San Pedro.

La obra tiene un inversión de 16 mil millones de pesos y la empresa a cargo es Cosal S.A., mientras que el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) es la entidad mandante, es decir, el dueño responsable de la correcta inversión de los recursos, planificación y ejecución del proyecto en su totalidad.

Un patio soñado

Margot Stückrath Follert, dueña del local Alta Artesanía de Mackenna 1047, que funciona en la Casa Stückrath, explicó que ninguna persona del Serviu o encargado de la obra la han contactado para entregarle detalles del proyecto. De hecho, precisó que lo más preocupante es saber exactamente cuánto de su terreno será expropiado, porque eso le dará claridad para limitar su propiedad.

"Hemos cuidado los frontis de nuestras casas con dedicación y esfuerzo monetario personal y nos preocupa habilitar una vivienda que nunca estuvo diseñada para estar ubicada en un bandejón central. La desinformación es total", comentó la mujer.

La casa de dos pisos tiene once habitaciones y un hall central, cocina y baños, todos construidos en maderas nativas de la zona.

Para mantener el inmueble en condiciones, pinta el exterior cada dos o tres años, además de las reparaciones que realiza a las maderas, las cuales no son vendidas en el mercado y deben ser hechas a pedido.

Margot cuenta que realizó una inversión millonaria en su patio durante los últimos 30 años, donde construyó una piscina, un quincho techado, plantó árboles, construyó una cabaña, un sauna, entre otras cosas. Todos esos atractivos que fueron disfrutados por los hijos y nietos de Margot desaparecerán con la expropiación, para transformarse en el nuevo brazo de la avenida.

María Luisa Eberhardt, propietaria de la casona donde funciona Banmédica, explicó que todas las reparaciones que se realizan en el inmueble son carísimas, ya que son piezas hechas en madera de laurel, las que son solicitadas a la medida porque no las venden en el mercado.

De hecho, durante los trabajos realizados en avenida Mackenna se intervino parte del acceso a la vivienda, lo que provocó daños en unas maderas y, según afirmó, la empresa nunca respondió.

"No hemos tenido el detalle exacto de cuántos metros cuadrados nos expropiarán. O sea, ahora tendremos una casa con frente por ambos lados y durante la etapa de construcción tampoco nos han dicho cómo vamos a quedar el inmueble", señaló la dueña.

Precisó que gracias a la unión que existe entre los propietarios han podido protegerse de la falta de información frente a un proyecto que involucra a casas patrimoniales que son usadas como postales de la ciudad e incluidas en rutas turísticas, pero que al momento de desarrollar el trazado nada de ello no fue considerado ni respetados los inmuebeles.

"Nosotros hubiéramos esperando que la conversación haya sido entre los encargados de las obras y los propietarios, así habría un trabajo bastante más dulce, llegando a un punto medio, incluso nosotros podríamos aportar en algo con nuestra experiencia en la mantención de las casas. Pero nos omitieron completamente", comentó la mujer.

La casa tiene en el segundo piso un baño, un hall de distribución y cinco piezas; y en la planta baja hay seis piezas, una sala de reuniones y otro baño. El patio funciona como estacionamiento y además están emplazados los estanques de gas con que se calefacciona el recinto.

Tampoco existe claridad de los metros a expropiar y por lo mismo, no se ha realizado ningún arreglo como cierre perimetral o traslado de los estanques de gas.

Un valor justo

Samuel Gárnica, propietario de la casona donde atiende la Parrilla de Pepe y la zapatería Enoc, señaló que es quizás el único propietario que ha tenido alguna conversación con Serviu por el tema de las expropiaciones. Sin embargo, no conoce los valores que le pagarán y tampoco tiene certeza de cuánto terreno le expropiarán.

"Yo espero sea un valor justo, sino yo llegaré a los tribunales porque me he preocupado durante años por mantener la casa, tal como mis vecinos y ahora me obligan a entregar algo que nunca estuvo en mis planes. No logro imaginar cómo será este bandejón central con casas patrimoniales", explicó Gárnica.

Jorge Zepeda, director ejecutivo del Centro Cultural Sofía Hott, señaló que si bien la casona que los alberga no será expropiada, también deberán adecuarse a estar entre pistas de alta velocidad.

Agregó que hace un par de años conversaron con el alcalde Jaime Bertín para potenciar turísticamente esa zona de la ciudad.

"Nos indicó que cuando se concretarán las obras de avenida Mackenna podríamos pensar en contar con luminarias de la época en la noches y potenciar más la calle. Esperamos se cumpla esas cosas y esto se transforme en una oportunidad de darle un mayor realce a estas viviendas", dijo Zepeda.

En su caso, la casona cuenta con una fachada lista que quedará visible ahora, pero existe el estacionamiento de un privado que no está en las mejores condiciones y eso les preocupa.

Detalló que solamente para pintar la casa cada cuatro años deben invertir al menos cinco millones de pesos, a lo cual se suma la mantención anual de todo el recinto que supera el millón de pesos, cifra que se duplica si de deben realizar cambios de maderas, etcétera.

Dato

7 casas de la comuna

son patrimoniales actualmente. El consentimiento de sus dueños y la nula ayuda económica para ser mantenidas ha generado que la cifra no aumente.

17.288 es la ley que protege a estos inmuebles de ser alterados o modificados por sus dueños. Según la ley, se debe consultar al Consejo de Monumentos Nacionales antes de realizar algún arreglo.

4 casas patrimoniales están afecta a la expropiación de sus patios, ya que el nuevo brazo de la avenida Juan Mackenna pasará por el patio de las históricas viviendas.

1992 es la data del plano regulador vigente de la comuna, que contempla como zona protegida el tramo de avenida Juan Mackenna donde están las casonas, pero sin considerar los patios.