Bladimiro Matamala
La puesta en marcha hace tres meses del megaproyecto maderero Manantial (propiedad del empresario Iván Aldunate, de Puerto Varas) en el sector rural de Buenaventura, en la comuna de Río Negro, cuya inversión superará los 3 mil millones de pesos en el plazo de un año, ha generado gran movimiento y expectativas laborales entre los vecinos de la apacible localidad rural, siempre acostumbrados a la rutina diaria de la pequeña agricultura en los predios o en sus parcelas de subsistencia.
Veinte de esos jefes familiares del sector ubicado a 20 kilómetros de Osorno, a un costado de la Ruta 5 Sur, como de Casa de Lata y San Florentino, más otros de la ciudad de Río Negro se hicieron parte en este corto tiempo del desafío de la empresa de "iniciar el proyecto juntos", pero donde cuentan la especialización y las competencias en el rubro.
Se trata de un proyecto industrial automatizado y de punta, donde se genera producto elaborado no terminado para el mercado nacional.
Sin embargo, en la fase dos, tres y cuatro vendrán las cámaras de secado, sistema de internación, fábrica de pellet de distintos granulados y rendimientos para lo cual las máquinas ya fueron adquiridas en Alemania.
"Y más tarde el otro proceso de las moldureras, donde estamos construyendo un gran galpón de forma paralela al existente, por lo cual tendremos un módulo de fabricación y al lado de elaboración. Cada proceso le dará valor agregado a la madera de exportación, lo que nos significará a fines de 2016 incorporar mayor mano de obra de Río Negro", señaló el jefe de la planta Juan Manuel Campos.
El profesional manifestó que la empresa Manantial se encontró con una realidad social campesina de baja escolaridad, a quienes les complica hablar por ejemplo de medidas, pulgadas, fracciones y de la metrología.
"En este escenario estamos empleando la estrategia de formar y calificar a nuestro personal, donde nos encontramos muy satisfechos porque lo han recibido bastante bien. Todas las charlas en seguridad van conducidas por esa senda, respetando a la persona y haciendo parte al personal del proyecto", agregó Campos.
"Ya fijamos nuestro horario de trabajo y estamos aprendiendo el autocuidado, el trabajo en equipo y que debemos apoyarnos mutuamente para lograr los objetivos. Y nos agrada mucho ese trato y sentirnos parte de este proyecto", sostuvo la dueña de casa de Buenaventura, María Bahamonde.
"Es excelente esta oportunidad, tengo 51 años y me aceptaron gracias a Dios. Me encanta mi trabajo, casi todo lo hace la máquina y cuando tenemos que apilar y clasificar nos ayudamos unas a otras. Somos 5 mujeres, pero hacemos un montón, en realidad la unión hace la fuerza", acotó.
Su colega Analía Lleufemán valoró la capacitación. "Desde el 9 de octubre a la fecha hemos aprendido lo fundamental y nos continuarán capacitando. La empresa en la fase inicial está generando productos y subproductos de la madera y tengo entendido que ya cuenta con contactos comerciales para la venta. Yo pienso en mi futuro personal y de mi familia, por eso me gusta este desafío", expresó la trabajadora.
Detalles
La empresa cuenta actualmente con una planta de acopio de trozos, dos grandes maquinarias que generan las dimensiones de la madera terminada para la construcción, con dimensiones de 2x2 pulgadas, 2x3, entre otras.
Asimismo, la primera etapa de la planta industrial consideró procesar productos forestales tanto para la energía de biomasa, que es el chip o aserrín, y madera para la construcción.
Lo que ahora viene será insertar el secado de la madera, servicio que es muy escaso en la zona y que exigirá construir losas e instalar cámaras que ya fueron adquiridas en Europa.
La tercera contempla los baños de impregnación y la cuarta la fabricación de pellet y molduras, lo que debiera estar en pleno funcionamiento durante el segundo semestre de 2016 para comercializar en Chile y el mercado asiático de preferencia.
El proyecto también consideró la compra de 200 hectáreas de bosques de pino de 38 años en la Cordillera de la Costa, lo que genera una sustentabilidad de a lo menos 6 años de materia prima a la empresa, todo lo cual supera los 3 mil millones de pesos en inversión.
Buena ubicación
El jefe de planta, Juan Manuel Campos, dio a conocer que recorrieron varios lugares en la zona, pero fue en Buenaventura donde encontraron todas las potencialidades y aliados estratégicos.
"Por ejemplo, la ubicación de la planta que está cerca de la ruta 5 y no existen industrias automatizadas de este tipo, una oficina especializada como la Oficina Municipal de Intermediación Laboral que nos presentó a su gente inscrita y dispuesta a emprender este trabajo. Como empresa estamos dispuestos a invertir en la formación de la gente, otorgar facilidades de nivelación de estudios y en formar mano de obra calificada", dijo.
De hecho, en estos dos meses han formado a un equipo con hombres y mujeres en la línea de clasificados, que es un proceso productivo de calidad que recién comienza.
"Lo primero que compartimos con nuestros trabajadores fue el desafío, les dijimos 'chiquillos la empresa crece en la medida que ustedes crecen. El pilar son ustedes, un empresario puede tener mucho dinero, pero si el trabajador no se identifica con su función y no está feliz con lo que hace, el proceso se hará más lento. Y lo han entendido", señaló el profesional.
19 personas, de las cuales cinco son mujeres, trabajan en la planta que comenzó a a funcionar hace 3 meses.