Veredas del centro de Osorno
¿Se imaginan a una persona no vidente tratando de circular por estas veredas?, sencillamente no puede.
Enrique Rettig
Puerta Santa
El domingo 13 de diciembre simultáneamente a lo largo de todo Chile, en cada diócesis se abrieron las puertas santas. Para todos fue un evento diocesano que congregó a toda la comunidad creyente en torno a su templo catedral. Así sucedió en todo Chile, salvo, en Osorno.
Juan Carlos Claret Pool
Caso Haeger
He seguido atentamente cada una de las publicaciones de vuestro diario entorno al denominado caso Haeger, donde queda de manifiesto que en apenas un par de días se ha avanzado mucho más que en cinco años de trabajo entre el Ministerio Público y la Policía de Investigaciones. ¿Qué hubiese pasado si el señor José Pérez, el que confesó el crimen, nunca hubiese hablado? Lo más probable, según mi parecer, es que las dudas seguirían ahí, con el temor lógico de toda la comunidad local a que vuelvan a ocurrir crímenes perfectos, sin sospechosos ni pruebas contundentes.
Mi llamado, desde la humilde postura del lector, es a quienes tienen la labor de investigar. Que ojalá no vuelvan a ocurrir errores y horrores en el proceso de investigación, tal como ha quedado de manifiesto en el caso Haeger desde un inicio: contaminación del sitio del suceso, revisiones desprolijas y falta de agudeza policial. No hay que olvidar que incluso hubo detectives sancionados por estas cosas. La credibilidad de la Justicia está en manos de quienes tienen que indagar. No de los ciudadanos, para quienes es muy fácil condenar a Jaime Anguita. Si su propia hija lo defiende, algo tiene que haber que aún no sabemos.
Enrique Ainos Cortés
Constitución
La Presidenta Bachelet proyecta cambiar nuestra actual institucionalidad dictando una nueva Constitución Política respaldada por los partidos políticos con que gobierna. Pero, ¿qué legitimidad y razón válidas justificaría tener que cambiar la actual Carta Fundamental reemplazándola por una nueva con futuro incierto? Hasta ahora el país ha logrado un exitoso desarrollo, y si es necesario aumentar el número de parlamentarios por el crecimiento del país, bastaría modificar la Constitución, y no un pretexto para renacer institucionalmente que conlleva un futuro incierto no deseado por la ciudadanía.
Un viejo adagio nos advierte, "lo mejor es enemigo de lo bueno". Aplicándolo, lo mejor sería cambiar radical y sorpresivamente la institucionalidad vigente, por otra nueva como la proyectada. Lo bueno sería solo mejorarla, que es lo legítimamente deseado por la ciudadanía. En nuestro caso agreguemos que lo peor sería sustituirla sorpresivamente por otra que conduciría a un futuro incierto no deseado, como el que ahora se nos ofrece.
Félix Urcullú Molina urcullu.abogados@gmail.com
Condena
Después de la condena de Jovino Novoa ¿Podrá la UDI hablar de los delincuentes que quedan libres o de la puerta giratoria?
Pedro Fritz Véjar