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Apicultor de 18 años recibe beca en fruticultura para ir a estudiar por seis meses a Nueva Zelanda

PREMIO. Guillermo Sáez fue el único beneficiado en el área en la Región de Los Lagos de los 13 seleccionados a nivel nacional. Hace dos semanas comenzó sus clases en el país oceánico.
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Jocelyn Vargas Álvarez

La miel deslizándose desde los árboles y el sonido proveniente de las abejas en el campo de sus abuelos materno ubicado en el sector de Huilma, km 20 de la comuna de Río Negro provocaron que el joven Guillermo Sáez a los 7 años despertara su interés por la apicultura y que hoy a sus 18 años lo hiciera postular a la Beca Semillero Rural en su programa de fruticultura y lograra ser el único becado de la Región de Los Lagos en aquella categoría, la que asoció con la crianza de abejas.

Se trata de una iniciativa del Ministerio de Agricultura en colaboración con el Ministerio de Educación que permite que los liceos técnicos agrícolas del país postulen a sus alumnos de cuarto medio más destacados a una beca para viajar a Nueva Zelanda y así adquirir nuevos conocimientos del sector agropecuario en el área de fruticultura y lechería durante 6 meses.

Guillermo, que actualmente vive en la calle Justo Geisse de Osorno, comenzó hace dos semanas con las clases que le ofreció la beca en la Academia Politécnica de Otago en la Isla Cromwell y en aquel establecimiento deberá en primer lugar perfeccionar el idioma inglés, para luego realizar una capacitación técnica focalizada en la producción de frutas y finalmente efectuar una práctica laboral en dicha área.

La clave del éxito

Pese a que al comienzo Guillermo no estaba convencido en postular, los profesores y personal del Liceo Técnico Adolfo Matthei lo convencieron de que sería una gran oportunidad, ya que en varias oportunidades ha estado en el cuadro de honor de su colegio y siempre ha sido un estudiante proactivo. "El área de lechería no me interesa mucho y no sabía muy bien de qué se trataba la fruticultura, luego por consejos, buscando en internet y gracias a la información que obtuve lo pude asociar con las abejas, ya que sin abejas no hay frutos. Cuando supe que había ganado me sorprendió y sentí mucha alegría.", detalló el estudiante antes de emprender el viaje.

Su madre muy orgullosa y contenta, relata que cuando se enteró de la noticia, tuvo sentimientos de alegría por el éxito de su hijo, pero al mismo tiempo de preocupación por la lejanía.

"Estoy contenta por el logro de mi hijo, ya que como familia todos apuntábamos a ese norte, porque desde pequeño él ha sido muy inteligente y curioso. Sin embargo, estoy aconsejándolo lo más posible porque es muy joven y nunca ha estado solo", explicó Cristina Altamirano con un tono de incertidumbre frente al viaje de su hijo.

Para su papá, César Sáez, gran parte de los triunfos obtenidos por su hijo en el área agrícola se debe a la estabilidad familiar, y también al permanente contacto del joven con la naturaleza.

"Con mi esposa llevamos 20 años de casados y durante todo este tiempo hemos viajado todos los fines de semana al campo de mis suegros. El comenzó a ayudar a inyectar los animales, como un veterinario agrícola y además a cultivar la tierra, esto lo fue compenetrando en la vida del campo", afirmó el orgulloso papá.

Producción

El resultado de su postulación se dio a conocer el pasado 16 de octubre y aunque estaba feliz le generó un poco de preocupación, ya que hace poco emprendió su propio negocio con 5 colmenas que están en el campo de su infancia bajo su cuidado y este viaje lo separará por un tiempo de sus amadas abejas, las que, sin embargo, estarán bien cuidadas por su familia y amigos apicultores.

Respecto al tiempo que dedica a su producción Guillermo cuenta que ha sido de manera autodidacta y ha aprendido a través de la experiencia y conocimientos de algunos apicultores de la zona, en este sentido recuerda cómo fue la historia de la conformación de su primera colmena.

"Mi primera colmena provino de un enjambre que estaba en un árbol en el recinto del Liceo Adolfo Matthei y no fui a la hora de clases para capturar las abejas, ellas eran la prioridad en ese momento", recordó Guillermo.

Experiencia

En cuanto al manejo de las colmenas señala que le gusta trabajar con las abejas sin protección de guantes ni máscaras, porque así puede tener un contacto más directo. Además agrega que existen fórmulas para tranquilizarlas, como la utilización del ahumador y la orientación del marco al interior del cajón.

"Me han picado muchas veces, no pensaba que traspasaban el overol y la ropa, pero tengo una buena tolerancia a las picaduras, sólo tengo una inflamación localizada. Me duele pero las amo más a ellas", aseguró con una sonrisa el joven.

Guillermo siempre ha soñado con vivir de dedicarse por completo a las abejas, de hecho expresa que, "me gustaría emprender mi propio negocio y armar una empresa constructora para ayudar a los pequeños agricultores, que muchas veces les falta capacitación y datos técnicos".

El joven viajó el viernes 20 de noviembre a Nueva Zelanda, donde lo esperó su nueva familia que lo acogerá.

2012 año de la primera ejecución de la Beca Semillero Rural que hasta la fecha ha beneficiado a 86 estudiantes.

13 cupos habían para el programa de producción de frutas (Fruticultura) y 17 para el de producción lechera.