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Reos quieren participar en ferias y muestras para vender sus artículos

REINSERCIÓN. El alcaide gestiona con el gobernador que los reclusos del Módulo de Trabajo tengan presencia con un stand en los eventos públicos, para así comercializar juguetes y artesanías de madera, cuero y confecciones. La idea es aportar con más dinero a sus familias y acortar su tiempo en el recinto penitenciario.
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Paola Rojas

"Ahora me encargaron 250 monederos. Trabajo con dos chicos más, por lo cual esta labor genera ingresos para mí y otros más, ya que nos repartimos las ganancias".

Así describe su trabajo Luis Campos, un recluso que lleva tres años de condena en el recinto penitenciario de Osorno y que actualmente se rehabilita elaborando distintos accesorios en marroquinería, como carteras, billeteras y cinturones, entre otros, de cuero genuino.

Campos explica que aprendió el oficio dentro del recinto penitenciario, en el módulo de imputados, y actualmente se dedica en horario completo a desarrollar su artesanía, la que posteriormente entrega a un comerciante de Puerto Montt que la vende en la capital regional y luego le da las ganancias.

El interno confesó que gracias a su trabajo y al tiempo que le dedica ha podido hacer más llevadera la vida en la cárcel y se le ha hecho más corto el tiempo, pero lo más importantes es que gracias a su labor actualmente puede ayudar económicamente a sus dos hijos, con los cerca de 90 mil pesos que puede ganar en promedio en un mes.

Campos asegura que la demanda por sus productos se incrementa entre Navidad y el mes de marzo, donde las ventas se ponen más escasas.

Capital y capacitación

Actualmente en el recinto penitenciario de Osorno laboran aproximadamente 80 reos en el módulo de trabajo, donde practican los diferentes oficios que han aprendido en el encierro y que son parte del programa de reinserción social de Gendarmería de Chile.

El alcaide del penal, Rodrigo Barría, señaló que ya tuvo una reunión con el diputado DC Sergio Ojeda, donde le señaló que en otras cárceles se trabaja a través de convenios con los municipios para otorgar permisos para vender con un stand permanente y que sea atendido por un interno contratado por el Centro de Estudio y Trabajo (CET) de Gendarmería.

La idea es que al interno se le pague mensualmente por sus servicios, pero mientras no se genere un espacio permanente para ofrecer los productos es imposible concretar la contratación, explicó García.

El alcaide aseguró, eso sí, que previo a la Navidad los internos contarán con un lugar en el hall de la Gobernación (en calle O'Higgins) o en alguna otra feria donde se les otorgue el espacio.

Fosis y Cooperativa

Además de ello, García indicó que Gendarmería cuenta con un proyecto financiado por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) que consiste en un aporte de 325 mil pesos para 20 internos que pertenecen al módulo de trabajo, dinero que deben destinar para la compra de materias primas, insumos y máquinas de trabajo.

El sargento primero Sergio Quijada, que es el encargado laboral del recinto penitenciario de Osorno y del proyecto Fosis junto al capacitador Juan Lafquén, manifestó que la finalidad de la iniciativa es lograr que los internos formen una cooperativa para comercializar sus artículos.

Para ello, en primera instancia, el proyecto consistió en enseñarles cómo vender los productos que elaboran, llevar los libros de contabilidad y también nociones de administración, herramientas indispensables para poner en marcha la cooperativa.

Quijada explicó que ahora la manera en que los internos comercializan sus artículos es desde el recinto, principalmente con la ayuda de sus familiares, quienes transportan y venden la mercadería en el exterior.

Manos a la obra

"Yo trabajo en madera, mueblería y artesanía y mi familia me ayuda a vender los productos, también mis amistades y los mismos gendarmes", indicó Guillermo Oyarzo, otro de los internos que se desempeña en el módulo junto a su compañero Luis Campos. Ambos fueron beneficiados con el aporte del Fosis y con el dinero compraron todo tipo de materiales para realizar bien su labor.

Oyarzo manifestó que el oficio de los muebles junto a la artesanía en madera lo aprendió al interior del penal, donde otros presos más antiguos le comenzaron a enseñar.

Cada visita es aprovechada por su familia para llevar su producción y así venderla en ferias libres.

El interno explicó que la última oportunidad que tuvieron para sacar y exponer sus productos fue en la Sago Fisur 2016 y que ahora ya están en conversaciones con la Gobernación para hacer una muestra donde sus mismos familiares atiendan al público y que además puedan cooperar con el traslado de la gran cantidad de artículos que fabrican.

"Quien nos haga el traslado también puede obtener una ganancia porque podemos dar 500 pesos a cada uno y así le podemos pagar unos 10 mil pesos", explicó.

Oyarzo también contó que con el dinero que gana ayuda a su hijo que vive en Santiago, principalmente con la elaboración de mesas para teléfono, otras plegables, sillas, mesas de centro y su producto más vendido: las sillas de guagua, además de la artesanía en madera como toros y delfines, cuyos precios van desde los 5 mil pesos las figuras más pequeñas, hasta los 15 mil pesos que puede costar un comedor.

Para hacer sus trabajos, el interno contó que el fondo que recibió del Fosis debió invertirlo en herramientas, principalmente de mueblería, las que comparte con otros compañeros y a su vez ellos le facilitan las herramientas que él no tiene.

Calidad y prejuicios

Tanto el interno Luis Campos como su compañero Guillermo Oyarzo coincidieron en que a su trabajo le falta mayor promoción y una vitrina fuera de la cárcel, ya que mucha gente tiene el prejuicio de que corren peligro entrando al lugar, o de que los trabajos están cargados de malas energías y que son de mala calidad.

"A veces nuestros trabajos son mal mirados y la gente cree que están mal hechos, o dicen que algo que está hecho aquí trae malas vibras. Pero nosotros los hacemos con nuestro mejor esfuerzo, con maderas de buena calidad para que nos sigan comprando", aseguró Oyarzo.

Los productos que allí se realizan por lo general son a pedido, donde el cliente puede llevar una fotografía y los internos se encargan de hacerlo tal cual, ya sea en madera nativa o exótica, como muebles artesanía o juguetes de este mismo material, cueros en marroquinería y talabartería, además de la confección de cortinajes y ropa de cama, entre otros artículos.

Datos

Productos

Los interesados se pueden acercar a la cárcel en calle Amthauer para mandar a hacer trabajos a pedido.

Precios

Comprando directamente en el penal los valores son hasta 50% más baratos que en el comercio tradicional.

80 internos aproximadamente realizan un oficio en el módulo de trabajo del recinto penitenciario de Osorno.

20 beneficiados compraron insumos, máquinas y materias primas con el aporte del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis).

2 mil pesos cuesta el regalo más barato que ofrecen los internos para esta Navidad, que es un monedero de cuero legítimo.