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El futuro de Rousseff está en manos de 65 diputados

BRASIL. Cámara puso en marcha la comisión que determinará si la denuncia contra la Presidenta es motivo para que ésta deje el cargo.
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Mabel González / Agencias

El Congreso brasileño puso ayer en marcha un complejo proceso para la posible destitución de la Presidenta Dilma Rousseff, el que estará en manos de 65 diputados de 23 partidos, quienes decidirán si la Mandataria es sometida a un juicio político.

Esos legisladores formarán la comisión especial que prevé la Constitución para juicios de esa naturaleza y determinarán si las maniobras fiscales denunciadas por la oposición y censuradas por órganos de contraloría del Estado constituyen un motivo para despojar a Rousseff del cargo para el que fue reelegida en 2014.

La comisión, según se acordó ayer, se instalará el próximo lunes y ese mismo día notificará oficialmente sobre el proceso a Rousseff, quien tendrá un plazo de diez sesiones, aún no definidas en términos de días, para presentar su defensa.

Sus alegatos y los de la parte acusadora serán debatidos durante otras cinco sesiones y luego la comisión votará el informe que preparará el diputado instructor del caso.

Si la comisión es favorable al juicio político, la palabra pasará al pleno de los 513 diputados, en el que el proceso avanzará si es respaldado por al menos dos tercios. En caso de que los diputados lo aprueben, Rousseff deberá separarse del cargo por 180 días, plazo que tendrá el Senado para realizar el juicio político definitivo.

El proceso fue aceptado a trámite por el titular de la Cámara, Eduardo Cunha, un polémico legislador enemistado con Rousseff pese a que pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer.

El oficialismo en pleno ha puesto el grito en el cielo en defensa de Rousseff, pero en medio de las protestas sorprendió el silencio del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, su antecesor y padrino político, quien se ha limitado a compartir en redes sociales las quejas de otros sin hacer pública una opinión propia.

Cunha acogió una solicitud de cuatro partidos opositores que se fundamenta en irregularidades cometidas por el Gobierno en 2014 y 2015 en sus balances, de los que ocultó unas deudas acumuladas con la banca pública.

El jefe de los Diputados integra la lista de medio centenar de políticos salpicados por el caso Petrobras y puede perder su escaño en un juicio iniciado por esa causa en el Consejo de Ética de la Cámara baja, que ayer fue motivo de acusaciones mutuas entre el Gobierno y Cunha que agriaron aún más el clima político.

Cunha afirmó que emisarios del Gobierno buscaban un acuerdo con el cual ellos lo apoyaban en las investigaciones sobre sus supuestas implicaciones en los delitos detectados en Petrobras, a cambio de que él no aceptara que la Presidenta fuera juzgada.

Sin embargo, ayer aseguró que se negó a aceptar ese trato y acusó a Rousseff de "mentirle a la nación" cuando dijo que ella no aceptaba negociaciones.

Gobierno niega oferta a Cunha

El Gobierno, que respondió a través del ministro de la Presidencia, Jaques Wagner, aseguró que desde el Ejecutivo no se le propuso nada a Cunha y atribuyó su decisión de promover el juicio contra Rousseff a que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) decidió votar por la pérdida de su escaño. Wagner consideró además que un juicio contra Rousseff permitiría al Gobierno probar que no hay "nada" que justifique las acusaciones y trabajar sin sufrir las "amenazas" o "chantajes" de Cunha.

Sondeo revela aumento del descontento de los venezolanos en la víspera de los comicios

ELECCIONES. Sólo el 14% está satisfecho con la situación del país, según Pew Research.
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El 85% de los venezolanos está descontento con la marcha del país, según una encuesta publicada ayer por el Pew Research Center, en vísperas de las elecciones legislativas de este domingo en Venezuela.

Esto supone un alza de 28 puntos con respecto a la encuesta de 2013, realizada poco después de la muerte del Presidente Hugo Chávez.

Sólo el 14% de los venezolanos está contento con la manera en que están yendo las cosas en Venezuela, precisó la encuesta.

En 2013, el 57% de los venezolanos decía que estaba descontento con la marcha del país y el 40% se mostraba satisfecho.

Otras encuestas han indicado que la votación del domingo podría dar a la oposición el control de la Asamblea Nacional por primera vez desde 1998 en vista de que mucha gente que apoyó la revolución que puso en marcha Hugo Chávez se está cansando de la delincuencia, la escasez de todo tipo de productos y una inflación altísima.

Los socialistas tienen 99 de los 167 escaños, pero algunas estimaciones señalan que la oposición podría estar muy cerca de alcanzar una mayoría absoluta de dos tercios. De conseguirla, ganaría fuerza una campaña para desalojar a Nicolás Maduro de la Presidencia.

Los líderes de la oposición, a quienes los sondeos les dan 30 puntos de ventaja en la intención de voto, están diciendo que una derrota indicaría que hubo un fraude de parte del Ejecutivo. Los aliados de Maduro, en tanto, ridiculizan a la oposición por declarar victoria antes de la votación y consideran esa actitud parte de un complot apoyado por EE.UU. que tiene por fin desbaratar la revolución chavista.

85% de los venezolanos

está insatisfecho con la situación del país, 28 puntos más que en 2013. 30

puntos de ventaja en la intención de voto ha recibido la oposición en los últimos sondeos.