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Voluntariado repartió más de 10 mil vasos de café durante este año a pacientes del Hospital San José

SOLIDARIDAD. La iniciativa se ejecuta cada martes por la mañana y busca reconfortar, en parte, a quienes acuden al recinto médico de alta complejidad, aunque también beneficia a funcionarios. Los organizadores requieren apoyo para insumos.
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Leonardo Yevenes

Revisando que los vasos de plumavit se encuentren en orden y que el café tenga la dulzura adecuada, los miembros del Voluntariado de la Epilepsia dieron por finalizado el penúltimo martes de noviembre, la campaña de entrega de café que desde hace desde 10 meses realizan en el Hospital San José, tanto a pacientes del recinto asistencial como a los trabajadores.

Es así que cada martes y desde marzo en adelante, a las 8.30 de la mañana, tres voluntarios salen con un carrito y con varios termos de 15 litros a recorrer los pasillos del hospital para entregar un reconfortante vaso de café, ayuda sobre todo para quienes deben hacer largas filas para ser atendidos o para aquellos que acaban de cumplir largos turnos.

Ketty Delgado, presidenta de la asociación, señala que el trabajo que realizan no tiene ningún beneficio más que ver las caras felices de pacientes, usuarios y trabajadores, quienes se asombran porque un desconocido se acerca a ellos para entregarles algo gratis y sin interés.

Además de Ketty Delgado, entre quienes se encargan de repartir el brebaje caliente está Luisa Cruz (secretaria del voluntariado) y Omar Cárcamo, el único miembro, quien se especializa en preparar la receta perfecta para el sabor de esta bebida descafeinada, el cual no puede ser ni muy dulce ni muy amargo, algo que se comprueba al momento de probar su "receta" finalizada.

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Uno de los problemas del trabajo que realizan estos voluntarios que durante este año repartieron poco más de 10 mil vasos de café, es que cada vez se encuentran menos personas que apoyen las tareas que realizan. Además de ello sufren constantemente con la falta de aportes para adquirir los insumos necesarios.

La idea, según los voluntarios, provino desde la inquietud de querer hacer algo por la gente desde fuera de sus oficinas, por lo que consultando en el hospital supieron que la entrega de un café por la mañana podía ser una acción muy significativa. La labor ya cumple dos años y para 2016 podría transformarse en dos jornadas de voluntariado a la semana.

En cuanto a la rutina del día, Omar Cárcamo explica que el hervidor de 25 litros que utilizan demora alrededor de 50 minutos en calentar el agua.

Según el hombre, que también es el encargado de empujar el carro con el que se traslada el café, cada martes se reparten alrededor de 300 a 350 vasos del líquido, lo que en el mes hace un promedio de 1.200, "y al año debería significar un total entre 10 mil y 12 mil entregas", señala.

Según Luisa, el reparto les demora alrededor de una hora y media, pasando por diferentes pabellones del recinto asistencial de alta complejidad.

"Hay gente que cuando le entregamos el café, esboza una tremenda sonrisa y otros nos preguntan cuánto nos deben. Ver sus rostros agradecidos por lo que hacemos por ellos es suficiente pago para nosotros", comenta Ketty Delgado al momento que le ofrece a una funcionaria del hospital: "¿chiquillas, un cafecito?".

Al usuario Rodrigo Cárdenas le parece estupendo el trabajo que realizan las voluntarias todos los martes; por lo mismo, acepta el café caliente encantado. "Un café calentito y temprano en la mañana reanima y reconforta", explica Cárdenas mientras explica que vino a acompañar a un familiar que se encontraba enfermo.

Oscar Maldonado, en tanto indica que "un café ayuda mucho cuando hace frío durante la mañana, ayuda mucho".

"Hay gente que cuando le entregamos el café, esboza una tremenda sonrisa y otros nos preguntan cuánto nos deben".

Ketty Delgado, Voluntariado