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El dirigente de los vendedores informales de la Feria Moyano (que funciona en la población Quinto Centenario), Dagoberto Toro, se reunió la mañana de ayer con el obispo Juan Barros, con el objetivo de solicitar su ayuda para obtener permisos municipales y lograr así trabajar de forma legal en la feria libre que funciona los fines de semana.
El encuentro es la primera solicitud de ayuda social que una organización realiza públicamente a la máxima autoridad de la diócesis desde que asumió su cargo el pasado 21 de marzo.
Su nombramiento por el Papa Francisco en enero pasado provocó un movimiento de rechazo que no lo acepta como máxima autoridad de la Iglesia Católica de la provincia, por sus vínculos previos con el sacerdote Fernando Karadima, condenado en 2011 por la justicia vaticana por abusos sexuales en contra de menores.
La audiencia con monseñor Barros se realizó a las 10 de la mañana de ayer en las oficinas del obispado, en calle Matta, y se prolongó por 20 minutos. El presidente de la agrupación de ferias Los Altos RSA, Dagoberto Toro, precisó que recurrieron al obispo Juan Barros "porque respetamos el orden jerárquico y los nombramientos papales de la Iglesia y necesitamos que el obispo interceda por nosotros".
El dirigente señaló que fue una reunión muy amable y que Barros señaló que le entrega toda su comprensión y que buscará alguna instancia para dialogar sobre el tema con las autoridades. "Me escuchó, le expliqué y me dio su compresión, pero él verá la manera de ayudarnos. Eso me dejó tranquilo, porque yo recurrí a él como obispo, no como Juan Barros el hombre, ya que mientras la justicia no se pronuncie nada puedo decir", dijo.
Tranquilidad
La agrupación Los Altos RSA reúne a 51 socios que trabajan cada semana vendiendo diferentes productos en la Feria Moyano, pero que no cuentan con la autorización municipal para trabajar en dicho sector.
Por esta misma razón, el dirigente argumentó que esperan que desde el municipio les puedan entregar autorizaciones a los miembros de la organización para trabajar tranquilos sin temer a las fiscalizaciones que realizan Carabineros e inspectores municipales. De hecho, en la comuna actualmente existen 1.046 permisos vigentes para comerciantes de ferias y ventas en las calles, los cuales fueron entregados hasta 2008.
Desde esa fecha no se ha realizado la entrega de ninguna autorización a pesar de que en las ferias Moyano, Errázuriz, Chacarillas, Bolivia y Quinto Centenario se instalan más de dos mil quinientas personas cada semana.
"Sólo pedimos permisos para trabajar de forma legal en la feria, donde la mayoría de las personas que nos instalamos llevamos años trabajando en el mismo lugar y no hemos sido escuchados por el alcalde Bertín, para que nos entregue autorizaciones", indicó Toro.
Durante el año pasado un grupo de dirigentes de la Feria Moyano lideró un movimiento para que fuera modificada la ordenanza municipal de 2008. El grupo realizó marchas en las calles céntricas, se reunieron con el alcalde y su equipo sin obtener ningún resultado positivo.
Dada la negativa municipal arrendaron un terreno particular ubicado en la ruta al mar, donde habilitaron una feria llamada "Juntos Podemos", la cual albergó al principio a 400 personas.
La iniciativa duró aproximadamente dos meses y luego desapareció, ya que los participantes retornaron a vender a las ferias libres tradicionales.
Proyecto de nueva feria
La administradora municipal, Karla Benavides, precisó que el municipio tiene la mejor voluntad para dialogar con todas las agrupaciones, pero la ordenanza municipal no será modifica y no se entregarán más autorizaciones de venta ambulante. "La gente tiene derecho a buscar apoyo donde estime conveniente, pero las municipalidades son entidades autónomas y cualquier tema tenemos que conversarlo con las partes involucradas", aclaró Benavides.
Agregó que existe un proyecto que agrupa a 169 feriantes, el cual está en etapa de revaluación y esperan concretar la iniciativa durante el primer semestre del próximo año.
El proyecto de la nueva Feria Moyano tiene una estructura similar al Pueblito Artesanal ubicado en avenida Mackenna, con una construcción de dos mil metros cuadrados y una inversión de $800 millones provenientes del Fondo Nacional Desarrollo Regional (Fndr).
El área, que tendrá capacidad para 172 locatarios, se proyectaba comenzar a construir el primer semestre de 2014, pero aún no se inician los trabajos aunque el proyecto está priorizado por el municipio para obtener los fondos regionales el año 2016.
Sin embargo, el dirigente de los vendedores informales señaló que el proyecto no es representativo de la realidad que vive la Feria Moyano, donde trabajan más de 300 personas. "Ese proyecto no representa la realidad, ya que lo ideal sería hacer un gran galpón donde pueda trabajar toda la gente libremente adentro. Ya tenemos malas experiencias con lo ocurrido en el Mercado Municipal y en la feria PAC. Por qué no pensar en cosas prácticas más que imponentes", enfatizó Toro.
Este medio intentó contactarse con el obispo Juan Barros Madrid para conocer su opinión sobre la reunión, pero no fue posible.
"Solicitamos permisos para trabajar de forma legal en la feria (...) llevamos años en el mismo lugar y no hemos sido escuchados por el alcalde".
Dagoberto Toro, Dirigente