Secciones

Falta de agua obliga a modificar la rutina diaria en 3 escuelas rurales

DÉFICIT. Los menores que asisten a los establecimientos de Cancha Larga, Forrahue y Pucoihue -en la comuna de Osorno- deben ingerir el agua hervida, debido a que reciben más de 20 mil litros en camiones una vez a la semana. Además, trasladaron las clases de Educación Física a los viernes, para que los alumnos luego se bañen en sus hogares. El problema afecta a más de 150 estudiantes.
E-mail Compartir

Paola Rojas

Hervir el agua para que los niños la puedan beber y trasladar las actividades de Educación Física al el último periodo de cada viernes, son parte de las medidas que han debido adoptar tres establecimientos rurales de la comuna de Osorno debido al histórico déficit hídrico que afecta a sus sectores.

Se trata de los establecimientos emplazados en los sectores de Pucoihue, Cancha Larga y Forrahue -los tres en la comuna de Osorno-, que no tienen un sistema de agua potable, por lo que deben provisionarse del líquido a través de camiones aljibe que les proporciona el municipio.

Larga data

Según cuentan sus docentes de los tres planteles, el problema se arrastra desde hace años, por lo que han aprendido a convivir con la falta del líquido.

Antiguamente debían sacar agua de pozos profundos, los que luego se secaron. Según creen, ello se debe a la proliferación de plantaciones de eucaliptos, las que ocupan grandes extensiones en cada una de estas localidades.

Esta situación, junto con afectar a más de 150 niños, tampoco le ha permitido a los recintos educacionales contar con la resolución sanitaria que exige el Ministerio de Educación. La normativa de salud establece que las escuelas deben funcionar con un sistema de agua potable por red autorizada, es decir, a través de sistema de cañerías y no entregada por camiones aljibe.

Carmen Sotomayor es la directora de la Escuela Cancha Larga y contó que el Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Osorno actualmente les proporciona 10 mil litros de agua potable semanales, que se depositan en un estanque para 12 mil que les entregó el municipio.

Gracias a esta inyección del vital líquido el recinto puede funcionar con un permiso sanitario provisorio, para no interrumpir los procesos educativos de los 70 niños que asisten a clases.

La directora agregó que para ellos resulta un tema complicado el regularizarse debido a que no cuentan con un comité cercano, entidad que les permitiría sumarse a un sistema de Agua Potable Rural (APR).

"No es menor la cantidad de alumnos que atendemos, por lo tanto no podemos decir vamos a cerrar la escuela. Se supone que hablamos de educación para todos y que es un derecho adquirido para todos los niños de Chile", expuso.

Carmen Sotomayor agregó que la escuela que ella representa comenzó a funcionar hace 50 años atrás, con leyes que regulan el tema sanitario previo a su apertura y que siguen vigentes, pese a que la realidad hídrica del sector ha cambiado.

La directora explicó además que por este mismo motivo cuando se transfirió este establecimiento al sector municipal, no se hizo la tramitación para actualizar los datos, por lo que cada vez se les debe entregar una autorización provisoria, lo que trae como consecuencia que la Superintendencia de Educación los deja en observación cada vez que los supervisa a raíz de la falta de agua potable.

La profesora indicó que el hecho de contar con agua potable que proviene de camiones aljibe no les permite tener una resolución sanitaria para el funcionamiento del casino, pero que igualmente la empresa encargada no les pone problemas para cocinar y alimentar a los estudiantes, debido a que poseen una cocina que cumple con la normativa.

Proyecto en Pucoihue

En el sector rural de Pucoihue, su director Ruperto Velásquez explicó que la falta del líquido la vienen arrastrando hace más de una década, lo que afecta el normal funcionamiento de la escuela que recibe a 50 alumnos. Por ello, la municipalidad les entrega semanalmente ocho mil litros de agua.

En este momento la comunidad se encuentra a la espera de la respuesta de la autoridad, que les permita acceder a un sistema de agua potable rural y así cuenten con el permiso sanitario para continuar funcionando con sus 50 estudiantes. Con ello dejarían de recibir observaciones de la Superintendencia de Educación.

"Esta es una observación negativa para nosotros, porque no nos permite tener una resolución para el funcionamiento del casino. Hay que ver qué acuerdan entre la Municipalidad y la Autoridad Sanitaria", sostuvo el docente.

En este caso los vecinos postularon a través de su comité de agua potable a un fondo que les permitirá tener el vital elemento en forma regularizada, es decir, a través de una red de cañerías.

"Este tema se ha conversado con los papás porque a todos les preocupa. No se trata sólo de la escuela, sino que en todo el villorrio no existe agua potable", señaló Velásquez.

Forrahue

En el caso de la Escuela Forrahue, la directora (s) María Eugenia Martínez comentó que a ellos también les entregan el agua potable en camión, el cual les deja alrededor de 2.500 litros de agua en el estanque que tiene capacidad para 3 mil. Eso sí, a veces dicha cantidad no alcanza para cubrir las necesidades de los 32 niños que asisten al establecimiento, tal como sucedió hace unos días, cuando el camión debió volver a abastecerlos.

"Aquí hubo dos pozos antiguamente, pero luego se hizo una plantación de eucaliptos y los secó", explicó Olga Torres, otra de las docentes.

Ambas profesoras también explicaron que el recinto no cuenta con la resolución oficial para funcionar, por lo que informaron durante el primer semestre de este año al Departamento de Administración de Educación Municipal, debido a que ello -al igual que a los otros planteles- les afecta con un punto negativo en las fiscalizaciones de la Superintendencia de Educación.

"Todos los años nos exigen la documentación, pero hasta el momento no la tenemos", indicó Olga Torres.

La directora (s) de esta escuela que tiene 113 años, agregó que para el cuidado del agua deben tomar medidas como realizar las clases de educación física en el último periodo de cada semana, para que así los niños se bañen en sus casas.

Problema

Según indicó la jefa del Departamento de Acción Sanitaria de la Seremi de Salud, Sofía Torres, este es un problema que tienen las escuelas debido al costo de un sistema de agua potable rural, a lo que se suma el proceso de instalación y posterior aprobación.

Por ello la única alternativa es el abastecimiento de agua potable en camiones aljibe, cuestión que se autoriza para situaciones de emergencia pero por normativa no es lo que exige la Autoridad Sanitaria, ya que no garantiza una cantidad de residuos adecuada para el consumo humano.

"Esta situación no debiese ser permanente, pero sabemos que también obedece a una realidad que vive la Región", señaló Torres.

La jefa de Acción Sanitaria expresó que la única solución al problema es que los municipios financien proyectos de agua potable rural para poder regularizar el problema y que las escuelas cuenten con sus permisos sanitarios al día.

"Nosotros cerramos un establecimiento cuando vemos que hay un riesgo inminente para la salud. Esperamos que no pasen años para que estos establecimientos sean suministrados con agua potable", dijo Torres.

Regularización

La jefa del Daem local, Karen Vera, explicó que estas escuelas hasta la fecha no cuentan con todas las condiciones exigidas por la Autoridad Sanitaria, ya que sus características geográficas y su ubicación -sumado a la nula presencia de agua en las napas- obliga a abastecerlas con agua potable por medio de camiones aljibes.

Esta condición no es reconocida por la Autoridad Sanitaria para otorgar la resolución de salubridad, sin embargo es la única que permite abastecer debidamente a estas escuelas.

"Es necesario dejar en claro que para nosotros como Daem estamos trabajando para llegar a un acuerdo con la Autoridad Sanitaria y nos validen el abastecimiento a través de camiones. Que sea un mecanismo reconocido y así podamos obtener las resoluciones respectivas. Para ello contamos con un equipo profesional dedicado exclusivamente a regularizar este tema", señaló.

Datos

Duración El agua correctamente purificada no dura más de siete días almacenada.

Precaución Un camión que reparte agua potable jamás debe ser utilizado para distribuir agua de regadío.

"No es menor la cantidad de alumnos que atendemos, por lo tanto no podemos decir vamos a cerrar la escuela. Se supone que hablamos de educación para todos".

Carmen Sotomayor, Directora Escuela Cancha Larga

152 niños asisten a las escuelas de Forrahue, Pucoihue y Cancha Larga, las tres de la comuna de Osorno.

20.500 litros de agua son transportadas semanalmente en camiones aljibe para las tres escuelas.

Una vez a la semana son abastecidos de agua potable los recintos, la que debe hervirse para el consumo de la comunidad escolar.