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Las claves de José Bengoa para entender la historia del campo chileno

El académico y rector de la Academia de Humanismo Cristiano, José Bengoa, concentró en dos tomos cinco siglos de la "Historia Rural de Chile Central" (Editorial LOM). El historiador advierte que en la huida del campesino desde el latifundio, está el origen del chileno patiperro y de los bandidos.
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bengoa ha sido profesor invitado de la Universidad de Cambridge y de la Complutense de Madrid. También participó como miembro del Grupo de Trabajo de Minorías de las Naciones Unidas.

El filósofo y antropólogo José Bengoa es el actual rector de la Academia de Humanismo Cristiano.Es conocido por sus ensayos sobre los mapuches y por profundizar en la veta cotidiana de la Historia de Chile. Ha sido profesor invitado de la Universidad de Cambridge y de la Complutense de Madrid. También participó como miembro del Grupo de Trabajo de Minorías de las Naciones Unidas. Actualmente preside la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza, a la que pertenece desde su creación. Durante el gobierno de Patricio Aylwin fue director de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas encargada de elaborar una nueva Ley Indígena, que se aprobó en 1993. El presidente Ricardo Lagos lo llamó en 2000 para integrar la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato encargada de encausar el diálogo y mejorar la relación de los pueblos indígenas con el resto del país.

Entre todas estas intensas actividades vinculadas al mundo mapuche -su tema de investigación fundamental- fue trabajando en la "Historia rural de Chile Central", que acaba de publicar la Editorial LOM en dos tomos.

La idea partió antes, en el exilio que vivió en Perú desde 1974.

"Me pareció que lo que había ocurrido en el campo luego del Golpe de Estado había sido uno de los hechos más importantes de nuestra historia. Durante mucho tiempo hice clases sobre esta materia en distintas partes, escribí un libro sobre la estructura de la hacienda en América Latina, así que he estado durante muchos años estudiando el campo chileno", explica Bengoa.

-¿Cuáles fueron los primeros temas?

-La permanencia del latifundio en Chile fue un tema central. Hay muchos casos en que las haciendas se entregaron a soldados que habían peleado con Pedro de Valdivia y sus dueños permanecen en poder de esas tierras hasta la Reforma Agraria, eso demuestra una estabilidad gigantesca. Fueron siglos y siglos los que la propiedad en Chile estuvo en manos de unas pocas familias, eso nos marcó y nos sigue marcando.

-Su relato parte por los pueblos originarios y describe el choque que se produjo con los conquistadores.

-Es incomprensible entender Chile, sobre todo el central, sin detenernos en los primeros 50 años de la Conquista. El valle de Quillota, por ejemplo, era un centro habitado, cultivado, esplendoroso antes que llegaran los españoles. Había regadío, era prodigiosa su fertilidad. En un período muy corto de tiempo la población indígena desapareció bajo las armas, la esclavitud de los lavaderos de oro y las enfermedades. Fueron casi exterminados, algunos se refugiaron al otro lado del Biobío y la zona central quedó con muy pocos que se agruparon en los llamados pueblos de indios como Pomaire, Melipilla, Rari. Ahí empieza a surgir la nueva población que es mestiza, que vive alrededor de un camino, en torno a la hacienda, como Putaendo. Así se formó la sociedad chilena.

Las haciendas

-¿Cuál era el peso de la hacienda? ¿Qué tan esencial era?

-Chile se estructura en la zona central en grandes latifundios que son como sociedades internas con inquilinos, capataces, "voluntarios". Toda una serie de personajes que perduraron por siglos. Allí está la clave de la sociabilidad de nuestro país, quiénes son los pobres y los ricos y cómo se relacionan.

-¿Cómo entra en tensión esta sociedad rural con los sectores urbanos?

-Los sectores urbanos en términos de población son más grandes pero no tenían, hasta entonces el peso cultural de la sociedad rural. Muchas de nuestras fiestas son rurales, La Palmilla por ejemplo en el Norte Grande. ¿Qué hacen los chilenos cuando quieren celebrar las Fiestas Patrias? Se ponen sombrero y poncho y se transforman en campesinos. El imaginario nacional de la felicidad sigue siendo un poco el campo, ¿no?

-Debe ser que muchos tienen algún antepasado que vivió allí y que "huyó", como dice usted.

-Son los "lazos primordiales" de los que habla Clifford Geertz y que constituyen a la sociedad en su base misma.

-Buceó en la intimidad de la hacienda: ¿encontró registros escritos de la administración?

-Sí, por ejemplo en el caso de la hacienda Las Casas de Quilpué pongo los nombres de las personas que allí vivieron, el herrero, el maquinista que era inglés, para mostrar la complejidad de la sociedad que se formaba.

-¿Y cuánto queda de la servidumbre y de la rabia que había?

-Lo que más sorprende es que toda sumisión del pueblo rural se rompió de un día para otro. El cajero de las Casas del Huique me dijo que una noche se acostaron como inquilinos y al otro día se despertaron poco menos que como revolucionarios. En el libro no resuelvo qué pasó pero sí atestiguo que se produjo un cambio muy fuerte entre la sumisión y la, digámoslo así, subversión.

-¿Cuán frustrada o cuánto se logró con la Reforma Agraria, a su juicio?

-Fue lo que posibilitó el éxito económico agrícola que tenemos hoy, todo el mundo está de acuerdo en eso.

-Paradojal.

-Pero es lo que sucede y ha sucedido en Europa en casi todos los procesos de desarrollo capitalista. El paso de lo feudal a un capitalismo avanzado es siempre muy violento, nadie quiere que sea así pero así es. Esos fundos eran tierras botadas, que producían un poquito de esto y un poquito de esto otro. Hoy son grandes exportadoras, viñas importantes.

-En el libro se refiere a ANAMURI, la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas. ¿Qué le parecen esas iniciativas?

-Es un grupo de mujeres muy valientes que tratan de mantener en alto sus derechos, representan fundamentalmente a temporeras, generalmente maltratadas. En esta historia que cuento por cierto que perdieron los campesinos, fueron sacados de las haciendas, pocos quedaron con tierras y la mayor parte hoy son temporeros.

La huida y los bandidos -Hablemos de las huidas de los 'peones libres'. ¿Cómo ese viaje? ¿Perfila a lo que hoy es un chileno?

-No fue todo sumisión y durante siglos la gente huyó. El patiperro chileno es clave, desde Valparaíso partieron miles al Pacífico. Los que no aceptaban la sumisión se iban y en el viaje que emprenden a las salitreras del Norte Grande empieza a surgir una conciencia, que después se trasladó al sur. Yo la llamo "el viaje de la conciencia" y es muy fuerte.

-También el peón libre se transforma en el bandido.

-Estaba lleno de bandidos.

-¿Dejaron similar huella las encomiendas en otras partes de América Latina?

-Buen punto. En cada país la forma que adquirió la dominación, o la encomienda, fue distinta. Incluso lo es la forma de las haciendas.

-¿Cómo eran los terratenientes?

-Las haciendas no estaban lejos de las ciudades eso permitió que el poder político y económico de los hacendados fuera muy grande. Ciertos períodos vivían en la ciudad y participaban en el Parlamento. Eso no fue así en otras partes de América Latina porque geográficamente no se podía. Lo otro diferente es que en las haciendas azucarera, algodonera o de cacao, por ejemplo, había esclavos negros. Eso es una forma distinta de explotación agrícola.

-Cuénteme sobre el rol de la iglesia.

-Es fundamental y es parecido en todo el continente. La hacienda era una suerte de misión, los jesuitas la organizaron bajo la idea de autosuficiencia, de unidad autovalente, de producir todo, traer maestros con oficios. Además, está la idea de comunidad religiosa ya que en las haciendas se rezaba todos los días. Esto lo traigo al tapete ya que la Reforma Agraria y la revuelta campesina se produjeron en el momento en que se quebró la relación entre el patronazgo y la iglesia. Hubo una serie de obispos reformistas que ayudaron a quebrar el sistema de dominación.

-¿Ese quiebre fue central, a sujuicio?

-Se hubiese producido, pero de otra manera. Era imposible que a fines del siglo XX existiese servidumbre, Chile estaba muy atrasado en eso.

-¿Y qué le parece la situación de los temporeros, eso que usted llama "subproletariado rural"?

-Cuando se dividió la tierra se produjo un mercado que permitió la capitalización y el boom del mercado agrícola pero, por otro lado, la mano de obra quedó liberada a su suerte. Muchos de ellos quedaron viviendo al lado de la exportadora y hoy acuden a las cosechas, se van en buses a Copiapó, después a La Serena, luego Aconcagua, van bajando por el país. También viene desde fuera del país y es un fenómeno enorme, donde por cierto habría que regular más las formas y el contrato de trabajo.

-Luego de escribir estos dos tomos sobre la historia rural, ¿saca algo en limpio o entregó una historia para las generaciones futuras?

-Eso último. Este es un libro para pensarlo, para que cada cual saque sus conclusiones.


"Historia rural de Chile Central"

José Bengoa

Editorial LOM

Tomo I: La construcción del Valle Central de Chile (300 páginas, $13.000)

Tomo II: Crisis y ruptura del poder hacendal (360 páginas, $14.900)

"La hacienda ha sido la institución económica y cultural de permanencia más prolongada en la historia de Chile. No es casualidad que esta fuerte y permanente estructura social haya fascinado la imaginación de los novelistas chilenos. Muchos han descrito este país como una gran "casa de campo", en la que se criaban tanto las clases altas como las clases bajas de la sociedad. La adscripción a esa misma casona, el conocimiento de los mismos pasillos y corredores, provocaba y permitía el consenso mínimo que necesitaba el país y la sociedad para funcionar. La estabilidad del Estado y la sociedad chilena pareciera tener en la estabilidad de las haciendas una fuente evidente de explicación. Es por ello que la Historia del Valle Central de Chile es también, necesariamente, una historia del poder cultural, es un intento de rastrear en los inconscientes de nuestra cultura, en los orígenes que le dan sentido, y en mucho más."

(Págs. 13 - 14)

"El primer reparto fue sobre las personas. De nada le servía la tierra a un puñado de menos de doscientos españoles si no había mano de obra que la trabajara. Es por ello que la obsesión será "el servicio". Que nos venga a servir, decían, y se puede leer en los textos que dejaron para la posteridad. La verdad es que no los sirvieron. Es un asunto que está en el centro de los orígenes de la Historia de Chile. Los indígenas del valle del centro del país primero se rebelaron, después murieron brutalmente en los trabajos mineros, y finalmente, un grupo muy poco significativo quedó confinado en sus rancheríos, conocidos como pueblos de indios. Los del sur, en cambio, les dieron la guerra, acabando con el propio conquistador. Es un hecho de la causa. No hubo personas que repartir".

"A pesar de la enorme desigualdad y diferencia social entre patrones e inquilinos, la hacienda, el patronazgo de raíz católica, desarrollaba el discurso ideológico y religioso según el cual todos constituían "una gran familia". La hacienda era vista, por unos y otros, como una gran propiedad multifamiliar trabajada por una gran familia no consanguínea, en que unos mandaban y otros obedecían, como sucede naturalmente en toda relación de padres e hijos. Es por ello que la denominación cariñosa y paternalista tradicional de los patrones a los inquilinos era de "hijo" o "niño". Los inquilinos respondían al trato paternalista con el respeto que se debía al padre, sombrero en mano, vista abajo, y el trato de "su merced". La adscripción subordinada servil a una familia patronal puede ser vista por el observador externo como un trucamiento grotesco de la realidad, de las diferencias sociales, pero puede tener enorme realidad para quienes la viven". (Págs. 98 - 99)

"El tema central que recorre la historia campesina de Chile central del siglo XIX, y buena parte del XX, es la huida. ¿Qué otra cosa podía hacer un joven campesino que tuviese alguna aspiración, rebeldía, interés intelectual, o simplemente ganas de conocer un poco el mundo? La fuga de los campesino del campo, la huida de los campesino de los fundos, la ausencia de mano de obra estable, la búsqueda de horizontes nuevos, son los temas permanentes de los campesinos y de los patrones preocupados por la falta de mano de obra a partir del siglo XVIII, en que ya se comenzó a poblar el Valle Central, y sobre todo del XIX. Frente a la subordinación, unos la aceptaron y muchos, la mayoría, huyeron. El campo chileno nunca ha sido atractivo para los campesinos; podríamos decir aún más: nunca ha sido atractivo para los mejores del campesinado. El criollismo ha sido siempre producto de la nostalgia, del recuerdo edulcorado de quienes se fueron". (Págs. 259)

Por Amelia Carvallo

"¿Qué hacen los chilenos cuando quieren celebrar las Fiestas Patrias? Se ponen sombrero y poncho y se transforman en campesinos".

Lo rural en cuatro tiempos

Un país como una casa de campo (Extracto)

La ceremonia de la Tierra (extracto)

Una gran familia (Extracto)

La huida del campesino chileno (Extracto)

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@unaplantita

Así es la primavera en Osorno... lluvia y granizo al por mayor... por eso amo el sur :)

@gigin78

Este es mi sur, este es mi Osorno, esta es la primavera 2015 jejejeje

@HAndresG

¿La Maldita Primavera? #osorno

@MaryBozo

Fue bonito mientras duró...la primavera en Osorno. #NovemberRain

@erwin_bello

Mientras tanto en #osorno llueve y llueve rica lluvia de primavera

@37cristii

frío en #OSORNO ,en la mañana fue primavera, mediodía invierno, en la tarde otoño frío! Ojalá mañana sea verano todo el día.

@carmen_lazo

Con la lluvia, volvió el frío y también el calientacamas. #Osorno

@lareinade

Lluvia en #osornochile la magia del sur que no quiere marcharse

@CruzatMarly

Llueve sobre la ciudad, porque te fuiste ya no queda nada más...

lluvia en #Osorno parece invierno en el sure!!

Actores locales evalúan la división regional a nueve años de consulta

REGIÓN. "Osorninos por una Región de Futuro" y el "Comité de Osorninos por Osorno" fueron los movimientos ciudadanos que lideraban las cruzadas por incluir a la provincia dentro de la nueva Región de Los Ríos o seguir en Los Lagos. Más de 20 mil vecinos participaron en el proceso ciudadano que prácticamente selló el destino de la provincia.
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Ana María Aceitón.

Un tenso ambiente marcaba las jornadas de aquel mes de noviembre del año 2006. Los osorninos tendrían la oportunidad de opinar en las urnas sobre el futuro de la provincia acerca de la división regional que se discutía en el Congreso: las alternativas eran quedarse en la Región de Los Lagos o bien ser parte de la nueva administración liderada por Valdivia y que recibiría el nombre de Los Ríos.

La posibilidad de emigrar o quedarse bajo el mandato de la capital regional Puerto Montt prácticamente polarizó a la sociedad local, lo que se expresaba en cada debate donde asistían desde representantes sociales hasta políticos y expertos en desarrollo regional.

Ello llevó a que se formaran dos movimientos sociales, los que buscaron definir el futuro de la provincia a través de una consulta ciudadana. Y aunque no fue un proceso vinculante con la discusión parlamentaria, la voz del pueblo se hizo escuchar.

Han pasado nueve años de aquel domingo 19 de noviembre en que los osorninos decidieron mantenerse en Los Lagos. Aquel día, 21 mil personas llegaron hasta las urnas inundando las calles con campañas lideradas por diferentes personeros locales que se abanderaron por sus convicciones, desarrollando por varios meses un movimiento ciudadano sin precedentes en la zona.

"Osorninos por una Región de Futuro" y el "Comité de Osorninos por Osorno" (Copo) fueron los dos grupos que lideraron cada cruzada. Hoy sus actores evalúan la decisión, que para los primeros -que estaban a favor de integrarse a Los Ríos- fue una oportunidad de desarrollo perdida; mientras que los adherentes a Los Lagos aseguran que fue la mejor opción, en pos de un desarrollo estable para la zona.

El arquitecto Andrés Angulo, el diputado (UDI) Javier Hernández y el ex consejero regional Iván Aedo, son algunos de los personajes que lucharon por que Osorno se mantuviera junto a Puerto Montt, pues aseguraban que la división administrativa de Los Lagos no favorecería y que sólo generaría más distanciamiento de la provincia con la capital regional.

Por otro lado el diputado Sergio Ojeda (DC), el ex gobernador Julián Goñi, el concejal José Luis Muñoz y el ex alcalde Mauricio Saint-Jean estimaban que la inclusión de Osorno en Los Ríos era la oportunidad para crear una región donde se potenciara el sector agropecuario y turístico que comparten ambas zonas.

"El jamón del sándwich"

A través de foros ciudadanos e intervenciones urbanas ambos grupos buscaban persuadir a los osorninos para ir a las urnas y plasmar su parecer.

Uno de los integrantes del Copo fue el actual secretario regional del Partido por la Democracia (PPD) Iván Aedo, quien en ese tiempo aseguraba que con la división regional nuestra provincia se convertiría en una zona intermedia entre dos capitales regionales (Valdivia y Puerto Montt) lo que generaría un desentendimiento de ambas regiones, por eso su postura siempre fue contraria a la creación de otra región. Pero como esa opción no existía, consideró que era mejor mantenerse en Los Lagos.

"Osorno siempre ha sido muy desunido, por eso estar dentro de la Región de Los Ríos hubiera sido peor que quedarse en Los Lagos. Antes éramos como el jamón del sandwich y ahora somos como el último eslabón de la cadena, pero formamos parte de algo", dice Aedo.

Y es que uno de los argumentos del Copo era que Los Lagos ofrecía una mayor estabilidad pues era considerada una región con un crecimiento sostenible y estable en el tiempo, lo que la transformaba en un potencial para conformar una macro zona más extensa que incluyera a la Patagonia y con más vinculación con Argentina.

Al momento de decidirse, para algunos pesaron las incertidumbres de la nueva región e incluso las rencillas históricas entre Valdivia y Osorno, que en la mayoría de los casos se relacionan con duelos deportivos.

En este sentido el diputado Javier Hernández agrega que "siempre ha existido una mayor cercanía y afinidad con la gente de Puerto Montt y cuando se propone integrar a Osorno dentro de la nueva región, claramente el Ejecutivo daba más atribuciones a Valdivia y nosotros pedimos que eso se corrigiera pero no fue así, frente a eso la ciudadanía en la consulta pública inmediatamente reaccionó y prefirió quedarse en Los Lagos".

Ambos coinciden en que el desarrollo económico de Osorno ha sido estable y que era innecesario arriesgar ese desarrollo por la inseguridad que ofrecía Los Ríos. Eso sí, reconocen que durante la discusión hubo promesas como la deslocalización de los servicios públicos que nunca se concretaron.

"no tenemos peso"

Apreciación que era y sigue siendo discutida por el diputado Sergio Ojeda, quien lideró junto al ex alcalde Saint-Jean a los "Osorninos por una Región de Futuro".

Ojeda cuenta que en ese tiempo tuvo que soportar los malos tratos de personas que no compartían su visión, pero no se arrepiente porque sigue considerando que optar por Los Ríos fue una oportunidad desaprovechada.

"Sigo creyendo que la opción de formar parte de una nueva región fue desaprovechada porque en el ámbito económico pudimos ser más, unir fuerzas y crear un polo de desarrollo silvoagropecuario. Y en lo político-administrativo tuvimos la oportunidad de crecer y ser parte de las decisiones que guiaran a la región. Perdimos mucho", reflexiona Ojeda.

En el caso de Saint-Jean, quien estuvo a cargo de la comuna desde 1992 a 2008, aún lamenta la decisión ya que cree que "Osorno pudo ganar y como no tomó la opción quedó en nada".

El ex alcalde recuerda que durante ese tiempo participó en diferentes foros realizados en la Universidad Austral de Chile en Valdivia, donde se proponía que la nueva región estuviera compuesta por dos provincias; una de ellas era Osorno con sus comunas actuales más la integración de Río Bueno y La Unión.

"Íbamos a hacer una potencia en el ámbito silvoagropecuario y político, porque nuestra representación iba a tomar mucha fuerza, por eso había gente que nos tuvo miedo. Ahora estamos en lo mismo que antes y no somos nada, no tenemos ningún peso para la región", sentencia Saint-Jean.

"estrategia de la dc"

Setenta mil volantes impresos, difusión a través de internet, arriendo de buses, 11 locales de votación, más de 250 funcionarios municipales movilizados y cerca de diez millones de pesos en gastos operacionales se dispusieron para las votaciones, que aunque no eran vinculantes de la decisión parlamentaria, fue considerada por los representantes de la zona.

El arquitecto Andrés Angulo también formó parte del Copo, pero desde su perspectiva el 'conflicto' que se generó no tenía que ver con un tema económico sino con una estrategia política de la Democracia Cristiana y los representantes de la provincia de Valdivia.

"Todo eso fue un invento de la Democracia Cristiana, el senador Gabriel Valdés y la gente en Valdivia para lograr tener más adherentes y llegar a más zonas, pero afortunadamente la condición de Osorno siempre ha sido y seguirá siendo muy solida en el sentido que es la ciudad centro de una zona agrícola que por sí misma puede ser una región, pero que requiere de una estrategia y proyecto político particular", dice Angulo.

Para el alcalde de Puerto Montt en ese entonces y actual senador socialista, Rabindranath Quinteros, la división de las regiones es una práctica innecesaria, pues a su parecer la creación de macrozonas es la alternativa más provechosa para el país.

"Ni la Región de Los Ríos, ni Los Lagos, ni Los Volcanes (como se propone el proyecto para Osorno) es a mi parecer una alternativa de desarrollo para Osorno porque la potencialidad de una zona se basa en su asociatividad con otras en sus aspectos económicos", comentó.

Julián Goñi (PPD) quien fue gobernador de Osorno entre 1990 al 2000, también formó parte del movimiento por Los Ríos. Ahora desde su labor en Corfo Santiago, mantiene su postura y reclama por las promesas incumplidas.

"No podemos saber qué hubiera pasado si nos hubiéramos sumado al nuevo proyecto de región, lo que sí podemos evaluar son las promesas de direcciones regionales que nunca se concretaron en Osorno y que nos dejaron en la misma posición que hace 10 años".

El concejal DC José Luis Muñoz comparte el planteamiento de Goñi y aunque reconoce que comunas como Osorno se han desarrollado bien, afirma que "las otras comunas de la provincia han quedado desplazadas y su desarrollo depende de la capital regional y los aportes que puedan alcanzar a través del FNDR. Fue un proceso inédito para nosotros que pudo tener otro final, pero tuvimos la oportunidad y fue votada de forma democrática, así que ahora no queda más que asumir", recalcó Muñoz, tras nueve años de la histórica decisión que fue seguida por la prensa de todo el país.

19 de noviembre de 2006 se desarrolló la votación por la división regional. La opción de Osorno era mantenerse en la Región de Los Lagos o pasar a conformar la nueva Región de Los Ríos.

92% de los sufragios escrutados en las votaciones dieron la preferencia a Los Lagos. Los parlamentarios consideraron esa opción para la decisión final.

9 años han pasado de la división regional. Parlamentarios y personeros de diferentes áreas evalúan la decisión, todos mantienen su convicción aunque reclaman las promesas no cumplidas.