Paola Rojas Mendoza
Una cifra que sobrepasa los 5 mil alumnos alcanzará en la provincia la gratuidad para estudiantes de educación superior el próximo año, donde la Universidad de Los Lagos (ULagos) y el Instituto Adolfo Matthei accederán a este beneficio.
Así lo destacó el rector de la ULagos, Jorge Garrido, cuyo plantel es el único estatal en la región que dicta carreras profesionales y que cuenta con el beneficio aprobado el viernes por la comisión mixta de Hacienda del Senado.
Garrido, además, aseguró que el resto de las casas de estudios que funcionan en Osorno están sujetas a una figura legal relacionada al lucro, por lo que bajo ese esquema quedan fuera de la gratuidad, ya que dentro de las exigencias para alcanzar el beneficio las instituciones no pueden lucrar.
"El discurso de las universidades privadas es extraño, porque dicen que los estudiantes más pobres estudian en ellas. Yo les digo perfecto, pero cambien su figura jurídica y dejen de lucrar y así la plata de todos los chilenos se las pasamos a sus estudiantes para que estudien gratis", fue el llamado que hizo Garrido a los rectores de las casas de estudio que no fueron beneficiadas con la gratuidad en Osorno.
La gratuidad comenzará a regir el 2016 e incluye a las 25 universidades pertenecientes al Consejo de Rectores, lo que contempla a las 9 universidades estatales existentes en el país.
El rector Garrido explicó que en Chile son alrededor de 207 mil estudiantes de universidades e institutos acreditados y sin fines de lucro que serán beneficiados por la gratuidad, y en el caso de la ULagos, entre alumnos antiguos y nuevos, a los que se suman los del Tecnológico, la cifra aproximada asciende a 4 mil 500 alumnos.
Esto corresponde al 60% de los estudiantes que la universidad atiende en la región y son alumnos que provienen de familias con un ingreso promedio de 180 mil pesos.
Reacciones
En relación a la figura del lucro, Gonzalo Vargas, rector nacional de Inacap, aseguró en una entrevista con este medio que su institución no tiene fines de lucro, pero que el instituto profesional dependiente de esta corporación sí está constituido como sociedad, por lo que desde el 22 de mayo pasado solicitaron al Ministerio de Educación la transformación de esa sociedad a una corporación o fundación, lo que aún no ha sido permitido por dicha cartera, ya que según dijeron no hay presupuesto.
"Hay que entender que no les alcanza el presupuesto porque prefieren privilegiar a algunas instituciones y dejar a otras fuera y una excusa para dejarlas fuera es que lucran, pero sin embargo no permiten que ajusten su naturaleza jurídica. Creemos que es una discriminación arbitraria sin justificación", sostuvo Vargas.
La cantidad de estudiantes que tiene Inacap, que económicamente entrarían en los cinco deciles para acceder a la gratuidad, es del 50% de alumnos.
El rector de Inacap agregó que en promedio nacional las universidades del Consejo de Rectores recibirán gratuidad para sus estudiantes del 50% más vulnerable, quienes ya perciben la beca Bicentenario que cubre el 100% del arancel de referencia y que en promedio son $2 millones anuales y a partir del próximo año van a recibir $3 millones.
Las becas de carreras técnicas que actualmente son de 600 mil pesos anuales, aumentarían en 100 mil pesos más.
Por otra lado, el rector de la sede Osorno de la Universidad Santo Tomás (UST), Víctor García, expresó que es falso que la institución que representa tiene fines de lucro, ya que por ley las universidades no pueden lucrar.
García explicó que en el caso de las universidades privadas los sostenedores tienen corporaciones que sí tienen fines de lucro y entre ellas están las inmobiliarias que arriendan a estas mismas instituciones los edificios donde funcionan.
"Puedo demostrar que los valores de arriendo que tenemos en Osorno son más baratos que los valores de arriendo del mercado, por lo tanto no sé por donde estamos lucrando", aseveró.
El rector de la UST aseguró, además, que en el caso de las universidades estatales existen otras figuras legales por las cuales sí lucran, como por medio de corporaciones y los institutos a través de los cuales venden servicios cuyos costos son absorbidos por la universidad y los beneficios se los llevan los académicos.