Con relación a las propuestas emanadas de la Comisión Bravo, destinadas a mejorar el actual sistema previsional chileno, los profesores de Osorno se han unido para acoger y difundir las consideraciones de nuestros dirigentes del nivel regional y expresar nuestro rechazo a la orientación emanada de ellas, en orden a mantener el actual sistema de capitalización individual, sin incorporar aportes del empleador al fondo de pensiones. Esta es una demanda que hemos levantado desde largo tiempo para recuperar un derecho conculcado, y esperábamos que en esta oportunidad se resolviera a favor de los trabajadores y trabajadoras.

Hay que insistir en un nuevo sistema previsional de reparto, que puede absolutamente financiarse sin subir las cotizaciones de los trabajadores.

Nuestra mayor indignación la provoca el hecho que no sólo se plantea elevar el monto de las cotizaciones, lesionando los bolsillos de los trabajadores, sino que se propone, además, aumentar la edad laboral de las mujeres. Categóricamente y sin ninguna duda, encontramos que esa propuesta excede los límites de la lógica cuando se refiere a quienes se desempeñan en educación, especialmente en aula y en contacto directo con niños y jóvenes.

Desde el punto de vista pedagógico, la brecha generacional que se produce con nuestros estudiantes es muy grande, y atenta contra los vínculos y la posibilidad de intereses comunes. Es más, creemos que la docencia hoy día se debe caracterizar como trabajo pesado y encontrar un mecanismo que permita recuperar la salida a los 30 años de servicio, con la rebaja de un año por hijo nacido, con tope hasta tres, como era en el antiguo Estatuto Administrativo.

Cuando se está legislando una carrera profesional docente que no aborda el tema de la salida del sistema, y no se ha resuelto la demanda de la deuda histórica, sentimos que estos planteamientos son un atentado a nuestros derechos de trabajadores.

Aún no hay ley... pero no se puede permitir que cuando se redacte mantenga un sistema que hizo desaparecer la dignidad de la tercera edad de los chilenos.

Elba Vargas, vicepresidente del Colegio

de Profesores de la Provincia de Osorno

Si todo avanza como se tiene presupuestado, las caletas Cóndor, en la comuna de Río Negro; y San Pedro, en Purranque, debieran en el mediano plazo convertirse en singulares polos atractivos de la Provincia de Osorno donde se ofrecerán panoramas inusuales o poco explorados para esta parte del sur del país, llevando así mayores posibilidades de desarrollo para quienes viven en el sector. Esto es lo que debiese ocurrir luego que las comunidades huilliches de ambas caletas recibieran hace pocos meses la adjudicación de "espacios costeros marinos de pueblos originarios", una fórmula que se hizo posible con una ley dictada en el año 2008 y que tiene como propósito mantener las tradiciones y la utilización de los recursos naturales existentes por parte de los solicitantes.

Con la entrega de este espacio marino para las comunidades huilliches, los beneficiarios estarán en condiciones de potenciar el desarrollo turístico de sus zonas, facilitando, por ejemplo, el acceso a lugares de avistamiento de aves, de ballenas y de rocas con loberías, además de la implementación para ofrecer servicios de todo tipo a los visitantes, siempre enmarcado, eso sí, en el cuidado del medio ambiente y en la sabia convivencia del mundo indígena con su entorno. Según lo que se detalló en un seminario realizado esta semana en Osorno, y que organizaron el Instituto Williche, la Conadi, el municipio y la Universidad de Los Lagos, las caletas Cóndor y San Pedro han sido las primeras del país en recibir la adjudicación de estos espacios marítimos, lo que supone también el desafío adicional para responder a las nuevas responsabilidades, atendido que hay numerosas otras caletas en el país que están realizando el mismo trámite.

Las instituciones del Estado debieran tener muy presente, eso sí, que las comunidades huilliches necesitarán un acompañamiento técnico para que puedan cumplir adecuadamente con sus nuevas responsabilidades, pues de poco servirá adjudicarles el espacio marítimo si no se le adicionan recursos de manera oportuna y la transferencia de conocimientos para potenciar el nuevo polo turístico. Si así fuere, la provincia sin duda que habrá ganado.