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Osorno en el mundo

"Detrás de ese pequeño impulso, ese send, enviar, subir no hay una cara, sino un índice tan alejado de la cabeza como del corazón".
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Ni los sacerdotes contrarios al nombramiento de nuestro obispo, ni algunos diputados, ni autoridades comunales, ni los "laicos y laicas de Osorno" pensaron alguna vez que el Santo Padre iba a referirse con tal soltura ante todo el mundo acerca de nuestra ciudad, mucho menos que hablara de "tontera y zurdos", para que luego un curita le exija que se disculpe. Pero ¿cómo llegamos a esto?.

Un par de años atrás este espectáculo no habría tenido cabida, no se habría desencadenado este seudo fanatismo entre moros y cristianos, mucho menos se les hubiese ocurrido faltar el respeto dentro de un templo incluso durante la consagración, acosar y agredir a un pastor y por ningún motivo poner en duda lo que para nosotros los católicos es obvio: El Papa, Vicario de Cristo, jerarca de la Iglesia Católica; ordena la casa, designa. Y designó. Y como siempre no todos están de acuerdo.

Esta vez el desacuerdo tuvo tal virulencia que traspasó fronteras. Y así fue como arrepentidos y reincidentes, los con tejado de vidrio y vidrio de Murano, los que se creen libres de pecado y los que no saben que pecan, se dedicaron a opinar si esta designación era digna de nuestra ciudad.

Hoy, cada quién tiene su propia opinión, le agrega de su propia cosecha y la lanza con un clic hacia el infinito. Los pobres satélites, antenas y el mismísimo espacio, deben estar saturados de energía a punto de estallar. Total, detrás de ese pequeño impulso, ese send, enviar, subir, no hay una cara (a veces una pequeña imagen) sino un índice tan alejado de la cabeza como del corazón. Y es lo que tenemos hoy día y pasa lo que pasa: la tecla dicta, las redes mandan, lo que sale en la red es ley y aún, la verdad.

Y aquí estamos, el país dirigido por millones de hinchas con dedos histéricos, acusando, hundiendo, levantando a amigos y enemigos. Ya no mandan los padres, ni el profesor, ni siquiera la calle mucho menos la autoridad, no; un teclado. Por supuesto, esto sería positivo si este estuviera conectado con las redes neuronales (emociones procesadas), el problema es que generalmente está conectada con la red intestinal (emociones primitivas) y eso no es muy civilizado… ¿O sí?

Vivivan Arend