Unión de Artesanos
Amanece, la luna ya se pierde en el firmamento y sobre las montañas aparecen los primeros rayos del sol que anuncian un nuevo día, pero que apurada y sonriente viene la mañana acompañada de la primavera, aparece vestidas de flores multicolores que van estallando como bombas y fuegos artificiales, irradiando su perfume, su aroma y su belleza por doquier, creo que nos anuncia que un gran acontecimiento ocurrirá, el cual quedará impreso en la historia de la ciudad.
La ciudad despierta y las primeras estela de humo de las casas se perciben en el cielo y las hojas del calendario nos indican que es domingo 3 de octubre de 1891. El silencio de la noche ha quedado atrás, ella fue cómplice de las inquietudes, anhelos y esperanzas de estos paladines, pero el nerviosismo en el hogar de todos y cada uno de los actores de lo que hoy acontecerá se refleja en las actitudes y en los rostros de esos honorables y respetables señores, quienes después de muchas conversaciones, entrevistas, reuniones sociales y familiares fueron plasmando lentamente las base fundamentales de un gran anhelo soñado y así poder concretar lo que con tanto sacrificio y esmero estaban a punto de entregar.
Hombres soñadores que se dedicaron a estudiar, analizar e impregnarse de las nuevas ideas filosóficas que le daban a conocer los pioneros del mutualismo chileno, allí estaban don Fermín Vivaceta Rupio, Ricardo Lainez, Santiago Arcos, Francisco Bilbao, Lorenzo Arenas y Micaela Cáceres de Gamboa. En esa época aparece la Encíclica Rerum Novarum (de las Cosas nuevas) del Papa León XIII, quien decía que la solidaridad, la fraternidad, la comprensión y la tolerancia eran los pilares fundamentales para crear y fundar una nueva institución.
El amanecer los sorprende, con las vicisitudes del diario vivir, pues hoy darán el primer paso de un largo caminar que los llevará hacia la inmortalidad, ya que sus nombres quedarán impresos en el recuerdo de todos los artesanos del presente y del futuro.
Salen de su hogar, con un caminar cansino, su mirada altiva, el rostro curtido por el viento, el sol y la lluvia, se dirigen pausadamente en busca de un espacio en la historia de esta sociedad, ya que, ellos son meros instrumentos del destino. Los dados fueron lanzados, la rueda de la vida les dice que cada uno de ellos ocupara un sitio en el lugar que les corresponde.
Después de atravesar las diversas calles de la ciudad, llegan a su destino, se detienen contemplan el paisaje que los rodea, piensan, aspiran el aire puro de la mañana, ingresan al salón principal, observan a aquellos que le antecedieron, saludan a lo más próximos, cada uno asume su responsabilidad, allí están don Basilio Garay Vera, Ernesto Toledo, Gerardo Martel Facundo Andrade, Juan de Dios Hinostroza, Avelino Angulo, Manuel Troncoso, Francisco Muñoz, Eleuterio Arriagada, Casimiro Risco y muchos más que la historia no los nombra.
Don Basilio Garay lentamente se levanta, observa y con su mirada serena y voz pausada se dirige a los presente les da a conocer los motivos y objetivos de esta convocatoria.
Todos los presentes están expectantes, escuchan, pues deberán asumir la decisión más transcendental de sus vidas, ya que están a punto de crear la obra que hará historia y será un hito en la sociedad osornina.
Con voz solemne manifiesta, se ha llegado al final de este caminar, muchos meses de arduo trabajo, estudio y análisis de los antecedentes recopilados, nuestras huellas están impresas en estos documentos y por lo tanto, se puede decir con propiedad que a contar del 3 de octubre de 1891 nace la vida pública "La Sociedad Unión de Artesanos de Osorno". Cae el telón, todos de pie, aplauden, se saludan, se abrazan, algunas lágrimas aparecen aquellos rostros curtidos por el trabajo, más de un grito sale de las gargantas de aquellos forjadores de nuestra sociedad la euforia, la alegría y la felicidad esta en todos aquellos.
La vida los ha premiado, y colmados de satisfacciones. ¿pensaron aquellos visionarios y forjadores de esta sociedad, que nosotros seguiríamos haciendo historia? Y que su obra iba a permanecer en el tiempo. La vida no se detiene, sigue su caminar, muchas vicisitudes se han tenido que soslayar a lo largo de ella, así como se han vividos días felices, también aquellos hombres maduros y duros como el granito lloraron cuando su querida institución fue pasto de la llamas, pero el tesón, la hidalguía, la voluntad, les sirvió para sacar adelante esta obra que hoy nos cobija. Demos la gracias, a aquellos que forjaron nuestro destino, Artesanos, su obra permanecerá en el tiempo, con nuestras manos mantendremos esa ilusión.
Arnoldo Torrealba Paredes
Dichos del Papa
En torno al agradecimiento planteado por el Obispo Barros frente a las declaraciones del Papa Francisco, "Osorno sufre por tonta"… Eso, no se puede agradecer, es lamentable que la soberbia impida ver o escuchar expresiones tan claras como esas. Viví trece años en esa ciudad y pude ver personas trabajadoras, esforzadas, con gran entusiasmo por ser mejores cada día y sobre todo muy cristianos.
Berta Tapia Velásquez
Demanda
Lo único que falta es que Argentina recurra a La Haya para recuperar la Copa América.
Pedro Fritz Véjar