Sergio Silva Vásquez
"Hemos detectado que algunos tripulantes de los botes de pesca artesanal figuran con una labor específica y terminan haciendo otra. Si alguien es buzo mariscador, esa debe ser la labor que va a desarrollar".
Así de categórico fue el teniente Octavio Valenzuela, máxima autoridad de la Capitanía de Puerto de Maullín, que desde julio pasado tiene jurisdicción en la costa de la provincia de Osorno y mantiene una oficina con dos funcionarios en Bahía Mansa.
Específicamente, el oficial señala que han detectado personas que van como ayudantes de buzos y que finalmente también realizan extracción de productos bajo el mar, lo cual no corresponde, ya que para ser buzos deben estar debidamente autorizados por la Armada .
"Aquí hay que tener bien claras las funciones de cada tripulante y somos nosotros como fiscalizadores los encargados de velar por ello. A lo mejor pueden subir al bote a una persona que conoce el área, pero si no cuentan con los permisos respectivos se incurre en una falta que tendrá sanción", sostuvo el capitán de Puerto de Maullín.
Octavio Valenzuela señaló que para salir al mar hay que cumplir una serie de requisitos y exigencias. En cada zarpe el patrón de la embarcación debe llenar un formulario donde especifique el tipo de labor que va desarrollar en alta mar, y si es de extracción o trasladado de personas.
"En cada zarpe el personal apostado en Bahía Mansa debe corroborar que cada tripulante cumpla sus funciones registradas en la hoja de navegación, de lo contrario se les informa que están ante una falta que arriesga multas", expresó el teniente Valenzuela.
Otro problema detectado en la costa osornina es la cantidad de personas que viajan en los botes.
"Hay registros que señalan que zarparán cinco tripulantes, pero a la hora del viaje solo van cuatro y a última hora suben al quinto, cuyo nombre no figura en el registro oficial. Tampoco avisan sobre modificaciones en los ocupantes.
"En todo caso, son situaciones que se han ido solucionando y la gente entiende que la labor que realizamos es por su seguridad", dijo Valenzuela.
Según el registro que posee la Armada, en la comuna de San Juan de la Costa hay 20 embarcaciones, de las cuales 18 están operativas con sus papeles al día y dos figuran como inoperadas.
Sin autorización
La noche del 16 de septiembre, cuando ocurrió el terremoto en el norte del país, había cinco embarcaciones en alta mar, que según estableció la Armada habían salido sin la autorización legal.
Fue así como los patrones de los botes de pesca fueron citados a declarar a la Capitanía de Puerto de Maullín, donde el oficial jefe señaló que tres de ellos no tenían autorización y uno era reincidente en este tipo de prácticas.
La sanción que cometieron los patrones de las embarcaciones fue considerada como una falta grave, pero en esta ocasión, y a modo de marcha blanca, la autoridad marítima determinó dejarla como una falta leve.
"Realizamos una labor educativa y por esta vez solo uno de ellos debió cancelar una multa que se le aplicó, la cual no superó los 10 mil pesos", expreso el oficial Octavio Valenzuela.
3 de julio la Capitanía de Puerto de Maullín asumió la jurisdicción fiscalizadora de la costa de la provincia.
2 marinos realizan los servicios encomendados por la Armada en la caleta de Bahía Mansa.