Por primera vez en nuestro país se realizó una encuesta nacional de campamentos, que nos permite conocer en profundidad cómo viven miles de familias en los asentamientos precarios.
Este instrumento único nos permite ver más allá de lo obvio, y visibilizar esa pobreza invisible que se oculta cada vez que se habla de desarrollo a nivel país, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y de tantos otros indicadores que conforman una realidad que no se adecúa a la de las más de 34 mil familias que hoy en día viven en 681 campamentos en nuestro país.
La Encuesta Nacional de Campamentos, elaborada por el Centro de Investigación Social de TECHO-Chile, nos permite demostrar de forma empírica la violencia social a la que esta obligadas a vivir miles de familias en nuestra región, porque de estas casi 2000 familias el 92,3% no cuenta con acceso a la red de agua potable; el 51,3% de las familias no tiene acceso formal a la electricidad; un 94,3% de las viviendas no tiene alcantarillado; y un 98,7% de los adultos no ha asistido a la Universidad.
Estos datos duros nos revelan una realidad muchísimo más dura, nos exige que sea un tema país, que aceptemos que los esfuerzos del Estado no han sido suficientes, y que debe ser una prioridad para el gobierno, las diferentes organizaciones y la sociedad civil.
Hoy en día discutimos sobre Educación, sobre reformas laborales, discutimos sobre la ética, la transparencia y la probidad.
Levantamos comisiones para abordarlos pero, ¿dónde queda la discusión de la ética que implica tener a miles de personas viviendo en campamentos, con sus derechos totalmente vulnerados?
Seamos consecuentes con las discusiones que hoy tenemos como país y con los cambios que exigimos y generemos transformaciones sociales donde todos tengan cabida.
Terminemos con la violencia social que implica vivir en situación de pobreza.
Giovanna Moreira Directora Regional TECHO-Chile Región de Los Lagos