Minero de los "33" aconseja a estudiantes que trabajo en equipo es vital para superar la adversidad
CHARLA. Juan Carlos Águila fue rescatado en el lugar número 29 desde la mina San José y compartió su experiencia con jóvenes del Liceo Adolfo Matthei, donde el 80% de los alumnos presenta vulnerabilidad social y económica.
"Me gusta hacer estas actividades para entregar un poco sobre lo que nosotros vivimos y ojalá que a los jóvenes les pueda quedar algo. Que yo les pueda aportar desde mi experiencia".
Estas son las palabras de Juan Carlos Águila, el minero número 29 de los 33 rescatados desde la mina San José, quien en su primera visita a Osorno se reunió con jóvenes del Liceo Adolfo Matthei para entregarles una charla de resiliencia, basada en su vivencia de más de 70 días de encierro atrapado bajo tierra junto a sus 32 compañeros.
Trabajo en equipo
Según relató, en todo momento se mantuvieron trabajando en equipo para sobrevivir y él siempre estuvo dando ánimo a sus compañeros para no rendirse, por lo que motivó a los jóvenes a trabajar juntos y apoyarse unos a otros en todo momento, pese a las adversidades en sus vidas.
El minero fue traído a Osorno por el Liceo Adolfo Matthei, en el marco de las actividades que realizan para sus alumnos en torno al tema de la resiliencia, es decir, cómo sobreponerse frente a cualquier adversidad, según indicó el sicólogo del establecimiento, Samuel Caucamán.
Para ello, los alumnos del liceo, de los cuales un 80% presenta condición de vulnerabilidad social y económica, fueron preparados en torno a la historia que ocurrió hace cinco años atrás, incluso algunos fueron llevados al cine para ver la película "Los 33".
"Siempre va a estar presente esta charla que nos entregó el liceo", reconoció uno de los alumnos asistentes, Kevin Domínguez.
Luego de cinco años, Águila continúa trabajando en una mina, pese a la dura experiencia que vivió. "Luego de que salí del encierro en la mina nunca pensé ni dije que no volvería a trabajar en ello. Es difícil cambiar de rubro con los años. Llevo todo una vida en esto y es complejo a estas alturas volver a reinsertarse en otra cosa", reconoció.
El minero confesó que lleva 31 años en este oficio y que ahora que sigue dedicándose en la misma labor se siente seguro de su lugar de trabajo, pero ahora con la diferencia de que cuando sale a trabajar o cuando llega en la noche da gracias a Dios por volver con vida.
"Me encomiendo a Dios y trato de hacer una vida normal porque no puedo estar pensando en que voy a quedar atrapado. Nunca se me va a olvidar lo que pasé, los doctores me lo dijeron, pero no por eso puedo deprimirme", señaló Águila.
Familia en el sur
El minero número 29 relató que su vida está muy ligada al sur, ya que dos de sus tres hijos viven en la comuna de Los Lagos.
Para reinsertarse en la minería tuvo que conversarlo mucho con su señora e hijos. A ello se suma la lejanía que implica trabajar en una mina ubicada a 170 kilómetros al interior de Antofagasta.
Eso sí, confesó que mientras estaba atrapado junto a sus compañeros, siempre se ocupó de mantenerlos con energía eléctrica gracias a las baterías. "Nunca estuvimos a oscuras, como dicen. Dios nos bendijo y teníamos 3.500 litros de agua industrial y nadie se enfermó".
"Me encomiendo a Dios y trato de hacer una vida normal porque no puedo estar pensando en que voy a quedar atrapado".
Juan Carlos Águila, Minero número 29