Protestas, medidas de seguridad y llamado "a la paz" marcan Te Deum
ACTO. La ceremonia se realizó ayer a las 10 de la mañana en la catedral San Mateo donde participó el alcalde Jaime Bertín, el gobernador Gustavo Salvo y el diputado Javier Hernández. El acceso al recinto sacro estuvo fuertemente resguardado por carabineros para evitar que los miembros del Movimiento de Laicos, que llegaron a manifestar su rechazo al obispo, ingresaran al lugar.
Verónica Salgado/ Ana María Aceitón
El Te Deum realizado la mañana de ayer para celebrar un nuevo aniversario de la Patria estuvo marcado por quienes ingresaron a la catedral San Mateo a escuchar el mensaje que entregó el obispo de la diócesis de Osorno, Juan Barros Madrid, y el grupo de laicos que en las afueras del recinto manifestaron con gritos, pancartas, globos y vestimentas negras su rechazo justamente a la figura de la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia.
El acceso a la catedral estaba protegido por vallas papales y personal de Carabineros custodiaba el ingreso al recinto religioso para evitar que las personas que se oponen a la figura de Juan Barros (debido a su vínculo previo con el sacerdote Fernando Karadima, quien fue condenado por la Justicia vaticana en 2011 por abusos sexuales a menores) ingresaran al lugar.
Para participar de la actividad el obispado entregó más de 500 invitaciones formales durante la semana pasada a diversas autoridades religiosas, políticas y sociales de la provincia. En ese contexto, participaron de la liturgia el alcalde Jaime Bertín, el gobernador Gustavo Salvo y el diputado UDI por el distrito 55, Javier Hernández, además de las máximas autoridades provinciales de Carabineros, el prefecto Leonardo Castillo y el coronel de Ejército, Claudio Mendoza.
El Te Deum es una liturgia de acción de gracias que se realiza en Chile desde 1811, cuando el entonces Jefe Supremo, general José Miguel Carrera, solicitó a la Iglesia celebrar una misa para conmemorar el aniversario de la primera junta nacional de gobierno.
En 1970 la actividad religiosa extendió su invitación a otros credos, tras lo cual tomó un carácter ecuménico. La Presidenta Michelle Bachelet asistió ayer junto a sus ministros al Te Deum que se realizó en la Catedral Metropolitana, acto que fue presidido por el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
Gritos y oraciones
Los participantes del Movimiento de Laicos, que se formó el pasado el 10 de enero cuando se conoció la decisión del Papa Francisco de designar como obispo de la diócesis al hasta ese momento obispo castrense Juan Barros Madrid. Desde entonces han realizado más de 33 velatones y seis marchas, siendo la última una efectuada el miércoles 16 de septiembre por las calles céntricas de la comuna, donde solicitaron la renuncia del cuestionado obispo.
La mañana de ayer no fue la excepción, ya que con pancartas, cánticos y alabanzas religiosas solicitaron a gritos la renuncia de quien ellos consideran no es un pastor adecuado para dirigir a los fieles católicos osorninos.
Según Mario Vargas, líder del Movimiento de Laicos, fueron alrededor de trescientas personas que se manifestaron en contra de Barros en las afueras del Te Deum.
"Esto es la manifestación del pueblo de Dios, lo que se vive en la ciudad es insostenible, tener un obispo que ha dividido la comunidad, a los sacerdotes y a los fieles. Por eso seguiremos con más fuerza pidiendo su renuncia en cualquier acto cívico y religioso donde se encuentre", dijo Vargas.
Al interior, la ceremonia, que tuvo una duración de 45 minutos, comenzó a las 10.30 en punto con la entrada de los párrocos junto al obispo monseñor Juan Barros.
En su mensaje, el líder de la diócesis enfatizó en el cuidado de la tierra ante la crisis ecológica y sus múltiples causas, por lo que recordó y envió un mensaje de paz a los afectados por el sismo ocurrido en la Región de Coquimbo y sus alrededores.
Monseñor Juan Barros replicó las palabras del Papa Francisco sobre su última Carta Encíclica "Laudato sí" sobre el cuidado de la casa común.
"Entonces, estamos hoy aquí para reforzarnos en el camino del bien, en el camino de la paz, de la misericordia, de la solidaridad que engendra concreta generosidad, en el camino del servicio honesto", fue parte del llamado realizado en la homilía.
La baja presencia de feligreses que al comenzar la ceremonia no superaba las 100 personas entre religiosas, carabineros, cuasimodistas, tres coristas y la participación de cinco autoridades que no lograban llenar la totalidad de las bancas de la catedral, marcaron la liturgia.
Sin embargo, monseñor Barros no tuvo mayores reparos sobre la baja asistencia, argumentando que era su primera vez presidiendo el Te Deum por lo que desconoce cuántas personas llegan normalmente.
"Me dicen que no es muy fácil llenar esta catedral, porque es bien grande, pero como es la primera vez que estoy no podría decir qué pasó", dijo.
Eso sí, reconoció tener temor de que ocurriera lo mismo que durante la ceremonia de asunción el 21 de marzo pasado, cuando cientos de manifestantes ingresaron a la catedral para demostrar rechazo ante su llegada a la diócesis.
Ese fue efectivamente el motivo de haberse restado del desfile que se realizó posteriormente en el frontis de la Gobernación, en calle O'Higgins: "yo solamente hago el Te Deum, no voy a participar porque me parece que es más prudente quedarme", indicó al finalizar la ceremonia.
La última vez que la tradicional actividad religiosa fue presida por un obispo titular fue en 2013 con René Rebolledo, quien durante dos horas entregó un mensaje de respeto a la concepción de la vida.
Además, más de 50 niños y adultos vestidos con trajes criollos y portando banderas chilenas esperaban a las más de 500 personas que llegaron para rezar por la Patria, entre ellos concejales, diputados, senadores y feligreses de toda provincia.
En el año 2014, el Te Deum fue oficiado por el sacerdote Bernardo Werth, quien fue designado por el administrador apostólico de la diócesis, monseñor Fernando Chomalí, quien además es arzobispo de Concepción.
Reacciones
El alcalde Jaime Bertín lamentó la baja convocatoria y sobre todo que la comunidad católica osornina esté dividida, lo cual, a su juicio, es un problema serio y recalcó que ya es hora que la iglesia resuelva la situación de forma definitiva.
"El Papa tiene que resolver el tema lo más pronto posible y yo como autoridad así lo pido, ellos deberían plantearse un plazo porque no podemos seguir con esa situación provocada por una persona", solicitó el alcalde.
El gobernador Gustavo Salvo entregó su apoyo a las personas que escucharon el Te Deum y su absoluto reconocimiento para aquellos que estaban fuera manifestando su rechazo a Juan Barros.
"Yo represento al Estado. El Gobierno no nombra obispos y tampoco se inmiscuye en asuntos eclesiásticos. Es mi deber participar de este tipo de tradiciones republicanas tan importantes para el país, yo estoy obligado a participar, porque es mi responsabilidad como representante del Gobierno en la provincia", comentó la autoridad.
El coronel Claudio Mendoza no realizó mayores declaraciones sobre lo ocurrido y solo señaló, " la gente tiene derecho a expresarse".
El prefecto de Carabineros, Leonardo Castillo, indicó que la actividad se llevó a cabo de forma tranquila, a diferencia de lo ocurrido en marzo. Explicó que la gente siempre puede expresar sus puntos de vista, pero de forma pacífica.
"Nuestra obligación siempre es garantizar el orden y la seguridad de todas las partes involucradas", dijo.
Juan Barros señaló que la invitación es que todos los feligreses tengan un acercamiento a su fe, "he tratado de ser un instrumento de paz y lo seguiré intentando, porque quiero servir en ese sentido, ya que estoy en las manos de Dios, la virgen y el Papa me envió para ello", argumentó.
Rosa Cancino participó del Te Deum y considera que el mensaje entregado por el obispo fue claro en que se requiere tener un camino de paz, "es lamentable que aún existan personas que se opongan al mensaje de Dios. Los respeto, pero siento que este grupo de personas no respeta a quienes tenemos una opinión diferente a ellos", explicó.
Macarena Vera también se mostró afectada a la salida de la actividad, ya que considera que todos los extremos son dañinos para la sociedad.
"No podemos ingresar a la catedral de forma calmada y pacífica porque existen dos posiciones frente a un nombramiento papel que está dañando a personas como yo, que sólo queremos rezarle a Dios", manifestó.
Al finalizar la ceremonia, las autoridades cruzaron la plaza de Armas para participar del desfile a las Glorias del Ejército donde sí se sumaron los concejales y diputados que se restaron de participar en el Te Deum.
Los miembros del movimiento de Laicos realizaron una ronda de oración para luego desplegarse entre la multitud.
"He tratado de ser un instrumento de paz y lo seguiré intentando, porque quiero servir en ese sentido, ya que estoy en las manos de Dios, la virgen y el Papa me envió para ello".
Juan Barros, Obispo de la diócesis de Osorno
"Seguiremos con más fuerza pidiendo su renuncia en cualquier acto cívico y religioso donde se encuentre".
Mario Vargas, Vocero del Movimiento de Laicos
"Es el Papa quien tiene que resolver el tema lo más pronto posible y yo como autoridad así lo pido, ellos deberían plantearse un plazo".
Jaime Bertín, Alcalde de Osorno
"Estoy obligado a participar porque es mi responsabilidad como representante del gobierno en la provincia".
Gustavo Salvo, Gobernador
"Lamentable que se cierren las puertas de la casa de Dios, sobre todo para proteger a quien encubrió abusos a menores".
Francisca Solís, Movimiento de Laicos
300 personas participaron en la protesta realizada afuera de la catedral San Mateo, según la estimación entregada por Mario Vargas, líder del Movimiento de Laicos.
21 de marzo asume Juan Barros como obispo de la diócesis en una ceremonia realizada en la catedral, la que se vio interrumpida por cientos de personas que rechazan su nombramiento.
1955 fue el año en que se creó la diócesis de Osorno. Su primer obispo fue monseñor Francisco Valdés Subercaseaux, quien ha sido declarado recientemente Venerable Siervo de Dios.