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Crisis de la credibilidad

Si bien aumentó el porcentaje de quienes se identifican con la oposición (37%), la verdad es que hay un fuerte rechazo a los dos bloques políticos. El escenario político es complejo, en momentos en que se conocen antecedentes de las investigaciones respecto de los casos Penta y SQM, que han dañado a toda la elite política.
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La consultora Adimark ha dado a conocer esta semana que la aprobación a la Presidenta Michelle Bachelet en agosto se ubicó en 24%, el nivel más bajo registrado en la serie histórica de la encuesta que se realiza desde 2006. Su desaprobación aumentó en dos puntos y alcanzó 72%. La evaluación del gobierno también marcó un hito en la historia del estudio, con un 18% de aprobación y una desaprobación de 79%.

El llamado segundo tiempo del gobierno está en pleno desarrollo y enfrenta una gran cantidad de conflictos abiertos, que son notorios incluso al interior del Ejecutivo y de la coalición gobernante. Es difícil sacar en limpio cuestiones positivas, pues palidecen ante la cantidad de situaciones negativas, como el bajo crecimiento económico, que ya comienza a manifestarse en el desempleo; la fuerte caída de la inversión y de las expectativas de una mejoría que se alejan, tanto por el escenario externo como por los efectos de un país estresado con varios cambios legales sustantivos que generan controversia, como las reformas educacional, tributaria, laboral, eventualmente constitucional y proyectos polémicos, como la despenalización del aborto y la marihuana.

El escenario político es también complejo, en momentos en que se conocen antecedentes de las investigaciones respecto de los casos Penta y SQM, que han dañado a toda la elite política. A ello se suman los nuevos antecedentes respecto al caso Caval, según los cuales el propio hijo de la Mandataria pidió -cuando fue director del área sociocultural de la Presidencia- que borraran los archivos de su computador, horas antes de presentar la renuncia por el escándalo que produjo su actuación, al hacer negocios usando información privilegiada.

Si bien aumentó el porcentaje de quienes se identifican con la oposición (37%), respecto de quienes se consideran gobiernistas (32%), la verdad es que hay un fuerte rechazo a los dos bloques políticos. Tres de cada cuatro ciudadanos desaprueba sus actuaciones y más del 80% reprueba a los parlamentarios. La crisis de credibilidad en las instituciones, debe ser uno de los desafíos más complejos de nuestra democracia. La destrucción de la democracia es lenta, si no se enfrentan a tiempo sus causas.

Nuestro archivo

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28 años | 6 de septiembre de 1987

Detienen a pareja por una estafa de $300 millones

Un matrimonio fue detenido en calle Prat de Osorno por efectivos del OS7 de Santiago que viajaron especialmente desde la capital para concretar la aprehensión de quienes figuran vinculados a la estafa a la Caja de Empleados Públicos y Periodistas, cuyo monto total se estima en 300 millones de pesos.

18 años | 6 de septiembre de 1997

Diputado propone crear un mercado artesanal

Acciones para fomentar el turismo en Osorno como la instalación de un mercado donde los artesanos elaboren y vendan sus productos, así como la realización de un festival de las nacionalidades propuso el diputado Sergio Ojeda Uribe. Esto, con el objetivo de identificar a la ciudad y proyectarla a nivel nacional e internacional.

8 años | 6 de septiembre de 2007

Expropiarán 113 sitios de la avenida Manuel Rodríguez

La avenida Manuel Rodríguez será la primera "gran arteria" del centro de Osorno que será intervenida en el marco de una optimización global que se proyecta en diversas vías de la comuna, para mejorar el flujo vehicular. Con este fin, se estima que un total de 113 propiedades deberán sufrir expropiaciones para concretar el proyecto.

Presidenciables

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En un escenario de crisis política que adelantó la discusión presidencial, aún cuando la primera gran prueba electoral será la elección municipal del año próximo, Edwards apunta a los ex Presidentes Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, quienes han sido puestos en esa carrera. "Ambos son figuras importantes y emblemáticas. La pregunta, en caso de quienes sean los candidatos, es cómo van a encantar a la juventud. Cómo convencerlos que son las personas adecuadas para llevar al país de lleno al siglo 21", dijo el economista.


Sus definiciones en economía, política y reformas

Sebastián Edwards, economista y académico, evalúa la acción del Gobierno:

"La ciudadanía se pregunta:

'Y esta gente, ¿sabrá

lo que está haciendo?'"

El experto afirma que La Moneda debe contratar una consultora en gestión internacional que diseñe un plan de gestión, le pone nota "3" a las reformas y advierte que la reforma laboral no encara la realidad actual del mundo del trabajo.

Ricardo Abarca

Mauricio Mondaca L. mmondacal@mediosregionales.cl

Una fuerte desaceleración pero no una crisis grave es lo que, según el economista Sebastián Edwards, vive la economía chilena en la actualidad. El contexto de datos que él maneja da pie para que, en esta entrevista, el doctor en Economía por la Universidad de Chicago y autor de varios libros desglose la labor de un Gobierno que, afirma, se ha caracterizado por mucho ímpetu, pero "mala implementación" de medidas.

Académico titular de la cátedra Henry Ford II de Economía Internacional en UCLA, Edwards recalca que el Gobierno no debe ser "rehén" de su propio programa y asume que el liderazgo de la Presidenta Bachelet "vive un momento delicado".

- ¿Cuál es, en su opinión, el escenario económico que enfrenta Chile? ¿Está el país viviendo una crisis?

- Chile está sufriendo una fuerte desaceleración, pero no una crisis grave. Hay menos creación de empleo y los salarios aumentarán en forma más lenta. También hay una inflación rebelde y un mayor tipo de cambio. Todo lo anterior repercute negativamente en el bienestar de la población. De ahí el malestar y el desencanto de la gente. La gente está definitivamente preocupada.

- ¿Qué efectos tendrá la tendencia del dólar en este escenario?

- El precio del dólar ha sufrido mucho, y aún le queda un poco más por subir. Esto se debe especialmente a que el dólar ha subido con respecto a todas las monedas del mundo, se ha fortalecido fuertemente en le contexto global. Esto por una serie de razones: fuertes aumentos de productividad en EE.UU., una mejora de los términos de intercambio en ese país (especialmente por el desplome del petróleo), y las perspectivas que la Reserva Federal suba la tasa de interés. Es importante notar que desde un punto de vista conceptual, y para efectos de política, un "dólar fuerte" no es lo mismo que un "peso débil". Lo último es producto de un Banco Central permisivo y poco responsable. Ese no es nuestro caso. Al contrario, tenemos un gran Banco Central.

- ¿Está Chile muy expuesto a los eventos en China?

- Chile es, en lo esencial, un exportador de commodities. Si su precio cae, Chile se ve perjudicado. Eso es lo que está pasando, China está terminando el súper ciclo de crecimiento espectacular. Está pasando a un crecimiento muy bueno, pero moderado, en torno del 5%. Esto es malo para Chile, vendemos nuestros productos a menores precios. Lo interesante es que todo esto era completamente predecible, es algo que muchos economistas dijimos por mucho tiempo. Solo debieran sorprenderse quienes se creyeron un cuento rosa de crecimiento chino para siempre.

- ¿Cuál es la real magnitud de los problemas de la economía China?

- Con el éxito han subido los salarios, lo que los hace menos competitivos y exportan menos. Como exportan menos, importan menos. Las compañías y familias están muy endeudadas, y hay una gran burbuja inmobiliaria. Esos son problemas inmediatos. En el más largo plazo hay dos muy serios: una gran desigualdad regional, con las costas muy ricas y el interior muy pobre. Además, las pymes -que son el corazón de la economía- tienen un problema serio de sucesión. Los dueños tienen un hijo, que emigró a Canadá o Estados Unidos y no quiere regresar a hacerse cargo de la empresa. Van a ser empresas descabezadas.

- ¿Piensa que el Gobierno está tomando las medidas adecuadas? ¿Qué cosas debiera hacer?

- Este ha sido un Gobierno de mucho ímpetu y entusiasmo en las grandes ideas, y muy mala implementación en la práctica. La propuesta es impecable: un país moderno, inclusivo y tolerante; un país con buena educación y menor desigualdad. Pero prácticamente todos los pasos concretos han sido incorrectos. Sacan nota siete en voluntad y reprueban en implementación. ¿Qué hacer? Muy fácil: contratar a una gran consultora en gestión a nivel internacional -McKinsey, por nombrar una-, que les diseñe un plan de gestión, con prioridades, caminos críticos, tiempos de ejecución, requerimientos cruzados y todo eso. De lo contrario van a seguir de tumbo en tumbo, perdiendo popularidad y sembrando incertidumbres y mala voluntad.

- ¿Cuál es su evaluación de lo que ha realizado hasta ahora el ministro Rodrigo Valdés?

- Una labor difícil y acertada. Ha intentado calmar las aguas y poner orden. No ha sido fácil, pero lo va logrando. Lo importante es cómo sale el proyecto de reforma laboral, en el que tiene una responsabilidad importante. Es esencial que sea un plan moderno, que guíe las relaciones laborales en el siglo 21, y no un proyecto cargado de nostalgia que quiere volver a un mundo que ya no existe.

- ¿Piensa que la conducción de Valdés ha marcado un cambio de rumbo y que apunta en la dirección de "generar más confianzas", como han solicitado algunos sectores?

- Sí, va en esa dirección, y va bien. Buen ritmo y solidez del timón.

- Ahora que la discusión de la reforma laboral ha pasado a una nueva fase de su tramitación legislativa, ¿cuáles cree que podrían ser sus alcances? ¿Es, en su opinión, una buena reforma?

- El tema es este. Las negociaciones deben ser ágiles y expeditas. Son un proceso en el que las partes hacen propuestas que el otro participante aprueba o rechaza. Un sistema moderno está organizado de modo de incentivar acuerdos rápidos. Alargar artificialmente el conflicto debe tener consecuencias para quien lo prolonga sin razón. Este proyecto ignora estos principios elementales, de escuela primaria. Además, es un proyecto muy siglo 20. No toma para nada en cuenta el futuro del mercado laboral, los cambios tecnológicos que se vienen, la fragilidad de las cadenas de producción, la tecnología futura. Está pensado con la factoría del siglo 20 en la mente, cuando lo que viene es un gran laboratorio automatizado. Es un mal proyecto. Fue malo desde el principio, lo que es una lástima.

- Algunos sectores de la oposición y de la propia Nueva Mayoría han criticado una supuesta falencia técnica en algunas de las reformas del Gobierno, por ejemplo en los ámbitos tributario y educacional. ¿Comparte esa crítica? Si es así, ¿cuáles cree que han sido las principales deficiencias?

- Como dije, han sido pobremente ejecutados. Se han empezado por donde había que terminar y se han tomado decisiones que complican las cosas enormemente, como los dos regímenes en la reforma tributaria. O empezar con la gratuidad educativa en vez de hacerlo por el fortalecimiento de la educación pública. Errores sucesivos que minan la confianza. La ciudadanía se pregunta: "Y esta gente, ¿sabrá lo que está haciendo?".

- ¿Qué opinión tiene, en general, de la conducción del Gobierno?

- Como dije, un siete en objetivos y metas y un tres o peor en ejecución. Sueños frustrados, eso es. Y no tenía por qué haber sido así.

- ¿Piensa que este Gobierno puede concluir sin completar algunas de las reformas que ofreció en su programa? ¿Qué implica eso para el futuro de la Nueva Mayoría?

- Uno de los grandes errores (una falacia muy dañina) es terminar siendo rehén de un programa. Más aún si es un documento mal redactado, increíblemente ambicioso, e imposible de hacer en cuatro años. Los programas son expresiones de voluntad, son una narrativa que reflejan el temperamento y la visión del candidato. Si las circunstancias cambian y aparece una tormenta, un buen timonel ajusta la ruta.

- ¿Qué mirada tiene respecto de la conducción de la Presidenta Bachelet? ¿Cómo aprecia el momento político que vive ella?

- Vive un momento delicado. Como dije, no tenía por qué haber sido así. Más aún, todavía es posible rectificar el camino, ir más lento y con mayor parsimonia.

- ¿Chile se ha alejado de su meta de convertirse en un país desarrollado? ¿Por qué?

- Chile está en el umbral del desarrollo. Lo que necesita es un pequeño empujón, un aliento de modernidad. Este Gobierno trató de moverse con una estampida. Cualquier analista medianamente informado hubiera dicho que no iba a resultar.

- Usted se encuentra preparando sus memorias. ¿En qué ha cambiado el país en que nació respecto del Chile actual? ¿Es un lugar mejor?

- Chile es, sin duda, un país mejor. Hay más espacios, más libertad, mas esperanza y ámbitos de movimiento. Pero Chile aún no es un país moderno. Nos falta mucho.

Para edwards, la labor del ministro de hacienda, rodrigo valdés, ha sido "difícil y acertada (...) Ha intentado calmar las aguas y poner orden".

"Todo esto (crisis china) era completamente predecible, es algo que muchos economistas dijimos por mucho tiempo. Solo debieran sorprenderse quienes se creyeron un cuento rosa de crecimiento chino para siempre".

"Ambos (Lagos y Piñera) son figuras importantes y emblemáticas. La pregunta, en caso de quienes sean los candidatos, es cómo van a encantar a la juventud. Cómo convencerlos que son las personas adecuadas para llevar al país al siglo 21".

"Uno de los grandes errores -una falacia muy dañina- es terminar siendo rehén de un programa. Más aún

si es un documento mal redactado, increíblemente ambicioso, e imposible de hacer

en cuatro años".

PABLO ROJAS MADARIAGA/AGENCIAUNO

¿Rey Arturo o Vidal, a secas?

"El Rey Arturo pertenece a la ficción. Es preferible Vidal, a secas. A secas y seco".
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El periodismo deportivo, tan inclinado a los motes rimbombantes para nuestras figuras de excepción -el biónico Gildemeister, el bombardero Fernando González o el mago Jiménez- lo bautizó figurativamente como el Rey Arturo. Pero su comportamiento no se condice con los protocolos de la realeza. Peor aún, tampoco con la decencia.

Vidal es alguien que ha disfrutado del éxito, el dinero y el reconocimiento social a manos llenas. Tal vez por esa misma razón, de alguna manera ha llegado a creer que, cuando se levanta por la mañana y se mira en el espejo, ve a una persona especial y distinta, que es inmune, por tanto, a cualquier tipo de barrera que pudiera limitar el ejercicio de su carismática personalidad. Alguien que, en definitiva, no debe estar sujeto a la misma normativa que regula a todos los demás.

La respuesta frente al carabinero que lo detuvo cuando estrelló su vehículo en plena Copa América, más una que otra arrogante declaración ante los medios, confirma lastimosamente lo anterior.

Así, de esa manera, el jugador ha ido padeciendo una progresiva desconexión de la realidad que le impide ver las cosas tal como son.

El problema es que se trata de alguien -Vidal- que hace las veces de espejo para muchos de los pequeños que buscan salir de la marginalidad a través de la práctica deportiva. Por ello, su comportamiento resulta doblemente reprochable: al ser expulsado de la convocatoria por un acto -otro más- de indisciplina, envía además una pésima señal a todos aquellos niños que lo siguen con veneración y para los cuales es referente indiscutido.

La penosa intervención del jugador Jorge Valdivia, que actuó como improvisado abogado de su compañero de selección, no hizo más que empeorar las cosas. Fiel a su estilo y tropezando con las palabras -basta mirarlo para saber que lo suyo no es el razonamiento argumentativo- intentó inútilmente explicar lo inexplicable.

Por eso es preferible poner las cosas en orden. Y guardar las proporciones. El Rey Arturo pertenece a la ficción. Es preferible Vidal, a secas. A secas y seco. Porque con fluido etílico en el organismo ya sabemos lo que puede suceder.

Xavier Echiburú