El viernes 5 de junio de este año debe ser el peor día que ha vivido el basquetbolista osornino de 30 años Julius Holt, tras quedar en prisión preventiva por decisión del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago acusado del delito de violación en contra de una menor de 17 años. El hecho habría ocurrido en el marco de una celebración tras lograr el segundo lugar -la Roja femenina y varones- en los Juegos Odesur del año pasado.
en la cárcel
El jugador estuvo privado de libertad en el penal Santiago Uno hasta el pasado 27 de julio, fecha en que se revocó la medida cautelar por firma semanal y arraigo nacional, mientras la investigación sigue en curso. A las afueras del penal fue recibido por familiares y amigos.
Holt, quien se encuentra en Osorno y retomó su juego en el CEB de Puerto Montt en la fase de playoffs de la Liga Saesa, relató que la experiencia de estar cerca de dos meses en la cárcel fue bastante dolorosa y complicada.
"Estar en la cárcel no se lo doy a nadie; es horrible. La cárcel es una realidad que la gente no ve y se esconden muchas cosas, pero trato de quedarme con lo positivo porque no sirve de nada irse para abajo. De la cárcel no hay nada que rescatar", comenta el deportista, quien heredó la pasión por el básquetbol de su padre George Holt, quien en los '80 defendió -entre otros equipos- a Malta Morenita.
El primer día que entró fue víctima de una agresión por parte unos internos del recinto, quienes al enterarse del delito por el cual fue acusado, lo golpearon aunque no pasó a mayores.
"Hubo otro interno que me salvó en ese momento y después tenía un poco de mayor resguardo, pero era sobrevivir día a día porque no es fácil estar adentro. Después los días fueron pasando hasta que gracias a mi abogado que apeló en base a pruebas concretas de mi inocencia, me dejaron con otras medidas", comentó el deportista.
Precisamente este miércoles 19 tiene que estar en Santiago para asistir a una audiencia aunque desconoce el motivo de la citación.
COMPLICADO
Holt, quien es padre de dos pequeños hijos, dijo que lo más complicado fue estar lejos de la familia y de los amigos aunque estando adentro, trataba de estar bien en lo anímico y pasaba el tiempo jugando ajedrez y tomando mate.
"Para el Día del Papá fue lo más complejo, porque tener que ver cómo revisan a tu familia y a los niños y que te vean en la cárcel es terrible, pero uno tiene que ser fuerte", comentó Holt, quien asume que el delito por lo que se le acusa es bastante grave.
De hecho vive con la incertidumbre de no saber cuál será su destino, aunque reitera su inocencia en este caso.
"Estoy consciente que me arriesgo a cárcel, pero estoy tranquilo por las pruebas. Si en este caso se habla con la verdad saldré absuelto. Pero hay inseguridad, eso no lo puedo negar", comenta el basquetbolista, quien no sabe cuándo se efectuará el juicio oral en su contra y donde también está involucrado el actual jugador de Universidad de Concepción Claudio Naranjo, quien igual fue imputado por esta causa.
De paso el deportista quiso agradecer las muestras de cariño por parte de su familia y amigos, quienes incluso han realizado diversas actividades para reunir los recursos y así solventar los gastos de su defensa.
"Si te pones a pensar cuándo se había visto que la gente ayude a un violador. Si lo hacen es porque la gente me conoce y porque soy inocente", agregó.
BÁSQUETBOL
En lo deportivo, el jugador comentó que tras salir del encierro lo contactaron de Puerto Montt para que vuelva a jugar y aunque no quería en primera instancia. Según explicó, algunos dirigentes le quitaron el apoyo cuando estuvo tras las rejas, no obstante aceptó porque necesita el dinero para mantener a su familia y para los gastos que ha implicado todo el proceso judicial.
"Mi novia no trabaja porque está al cuidado de mis hijos, entonces necesito la plata para mantenernos, por eso accedí a jugar, pero la verdad es que no estoy muy motivado. Quiero que termine rápido todo", dijo el jugador.
De hecho Holt ya jugó el primer partido de la fase de playoffs enfrentando a su ex equipo Castro y hoy disputará el segundo duelo ante los chilotes pero en la Isla.
"Para el primer partido entrené un día y a los leones de una (ríe). Durante los meses encerrado también me mantuve algo en forma pero no me costó volver. Los dirigentes saben que yo estoy jugando por la plata", comentó.
Su objetivo es poder limpiar su nombre jugando el deporte que lo apasiona aunque sabe que en algún momento, aunque sea absuelto, esta acusación lo seguirá de por vida.
"Estoy claro que en algún momento me lo van a recordar y tendré que tener la mente fría, porque de lo contrario no piso más una cancha. Hasta el momento sólo he recibido muestras de cariño y en Castro me imagino que será igual", dijo el jugador.