Pastores evangélicos cuentan su labor dentro de los campamentos
religión. Frabriciano Cárdenas y José Unión son dos guías espirituales de los asentamientos de Rahue Alto y Ovejería. Su trabajo se centra en ayudar a jóvenes con problemas de drogadicción, alcoholismo y depresión, además de socorrer a adultos mayores enfermos.
ana.aceiton@australosorno.cl
El 18 de julio pasado Fabriciano Cárdenas cumplió 80 años y ya lleva cerca de 30 como pastor de la misión pentecostal Jesús Rey de Reyes. Por estos días se dedica junto a su comunidad a hacer los últimos arreglos del que será su nuevo templo al final de la avenida Real, en el campamento Por un Futuro mejor III.
Allí pretende continuar con la obra que comenzó hace dos años en el sector en una pequeña mediagua y que además de compartir la religión ha permito que jóvenes y adultos puedan ver la vida de otra forma y rehabilitarse de adicciones o la depresión.
Según cuenta Frabriciano, las mismas personas del sector lo contactaron hace cerca de dos años para que pudiera llegar al templo del campamento de Rahue Alto y lo invitaban a visitar enfermos.
Luego, hace un año le dieron la posibilidad de agrandarlo y desde diciembre del año pasado comenzaron a construir el nuevo templo.
"Se nos hizo chico el otro lugar, porque cuando hay culto llegan en promedio unas 30 personas, por eso el presidente del campamento nos dio la posibilidad de construir algo más grande y con la comunidad comenzamos a juntar la plata para tener nuestro lugar", explicó el pastor quien vive con su esposa María Erica González en la calle Walterio Meyer.
Fue así como a través de beneficios como la venta de completos, almuerzos y cuotas voluntarias lograron reunir $500 mil para comprar algunos materiales para el templo que esperan inaugurar en septiembre.
Todos juntos
Frabriciano además de pastor es carpintero, por lo que también se encarga de liderar la obra que por estos días le falta completar algunas terminaciones internas, pintura y la escalera de acceso.
En su labor como pastor se ha preocupado principalmente de los jóvenes y adultos mayores, pues asegura que en situación de pobreza son quienes quedan más marginados.
"Los jóvenes andan buscando qué hacer, tienen mucha energía que nadie puede guiar por eso se involucran con el alcohol y la droga. P pero el templo ofrece un espacio para todos donde pueden compartir y ser escuchados", asegura el carpintero.
Por eso entre las personas que ayudan en la construcción hay varios jóvenes que se han sumado a la obra y se hacen parte de la iglesia.
En el caso de los adultos mayores, dice Fabriciano, contribuyen de una forma más espiritual a través de consejos y experiencias.
El templo forma parte de la misión pentecostal que tiene más de 100 iglesias a nivel nacional. En la provincia los pastores cristianos se agrupan en la Unión de Pastores de Osorno conformada por cerca de 50 representantes de las iglesias evangélicas.
registro
Iglesias y Organizaciones Religiosas deben ser constituidas jurídicamente al amparo de la Ley N°19.638. El listado de las iglesias y organizaciones religiosas que cuentan con personalidad jurídica de derecho público son registradas en el Ministerio de Justicia.
Sin embargo, según los pastores, ese tramite sólo tiene que ver con una formalidad legal que busca evitar la conformación de sectas o grupos que se autodenominan como religiosos sin el amparo de una organización establecida, pero no tienen nada que ver con recibir algún aporte u organización de las comunidades religiosas de cada zona.
"Lamentablemente no hay ninguna instancia que sirva para poder compartir y vincularse con otras iglesias. Cada uno hace las cosas por su lado y de la forma que pueda, no existe la solidaridad ni la cooperación entre las diferentes comunidades religiosas", dice Frabriciano, quien ha participado de la Unión de Pastores de Osorno y también de Rahue, sin embargo considera que no fue un aporte para la vida religiosa y sólo la califica como una instancia de conversación entre pastores.
sin terreno
De la misma forma, en Ovejería Bajo, el pastor del campamento de Puerto Aravena José Unión cuenta algunos de los problemas que ha enfrentado para poder establecer el templo en el lugar.
Y es que el desafío inicial para los pastores que deciden integrarse en una comunidad es tener un lugar donde poder reunirse. En el caso de los campamentos deben recurrir al igual que los residentes a la toma de los terrenos y ahí con la colaboración de todos los 'hermanos' juntar el dinero para comenzar a construir.
"La única forma que tenemos de poder construir nuestros templos es gracias a la donación de terrenos y la ayuda de nuestros hermanos (de la fe), de otro modo las autoridades no apoyan la conformación de los lugares que van a servir para reunir a la familia y ayudar a la comunidad de ese sector", reflexionó el pastor de Ovejería.
Opinión que es compartida por Fabriciano quien no sabe qué pasará con la construcción del nuevo templo una vez que comiencen a urbanizar el sector, pues se estima que a principios de 2016 en esa zona se construya la primera etapa del Barrio Parque Integral.
"Nadie nos asegura la permanencia en un lugar, porque en varias oportunidades nos hemos acercado al municipio para ver cómo podemos optar a un terreno cedido para poder establecernos, pero no hay intención", enfatizó el pastor de Rahue Alto, quien vive en una villa cercana al campamento.
Un caso diferente es el de José, quien reside junto a su esposa detrás del inmueble y ante la posibilidad del cierre del campamento Puerto Aravena sabe que tendrá que retirarse y con ello perder el dinero que invirtió en la construcción del templo metodista que logró con su propio esfuerzo.
"Sentí que tenía que hacer algo para invitar a los vecinos a compartir la palabra de Dios, por eso invertí casi 3 millones de pesos en la construcción del templo y aunque no viene tanta gente ellos saben que existe un lugar donde hay un espacio para ellos", confirmó José.
De hecho dice que desde que construyó el templo hace 2 años, los vecinos vienen a buscarlo más seguido para conversar o visitar a enfermos, pues asegura que la pobreza no es el principal problema que tienen las familias del sector.
"Hay problemas más importantes como la falta de fe, las personas no creen en que su vida puede ser mejor y eso es más grave que no tener un lugar donde vivir", sostuvo el pastor.
motivación
Por eso, ambos pastores invitaron a los jóvenes, adultos y niños de sus respectivos asentamientos a acercarse y participar de las actividades que se realizan en el templo.
En el caso de Rahue Alto, David Cárdenas, hijo del pastor Fabriciano, invitó a todos las personas que desean participar del coro o que saben tocar algún instrumento, a que vayan al templo los domingos para aprender o practicar con la música religiosa.
José en Puerto Aravena, llamó a las personas que tengan problemas o interés de buscar una solución a visitarlos para conformar un grupo permanente de apoyo espiritual y religioso.
"En estos tiempos las personas buscan respuestas en la droga, en el alcohol o se ponen depresivas, porque no saben que en la Biblia están todas las respuestas que buscan", precisó José.
Esa es la labor que hacen los pastores por eso, dicen, es tan necesaria la presencia de la iglesia en diferentes partes de la ciudad y en especial en asentamientos y llaman a las autoridades a apoyar la permanencia de los templos en cada sector.
"Las autoridades vienen en tiempos de elecciones y piden el apoyo de la comunidad evangélica para diferentes campañas, pero cuando les toca a ellos ayudar se olvidan de su compromiso. Y el trabajo que hacemos nosotros es del día a día y para todos", remarcó Fabriciano.