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habilidades sociales de niños podrían predecir su futuro

estudio. El nivel educacional, empleo y la criminalidad son aspectos que podrían ser previstos según el comportamiento de preescolares.

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Cómo se comporta un niño cuando está cursando la educación preescolar, podría ser un buen predictor del desarrollo futuro de esa persona. Apectos como la educación, el empleo y la criminalidad, serían algunos de los que podrían ser previstos desde la infancia, según afirmó un estudio de Universidad Estatal de Pensilvania.

Para llegar a esa conclusión, investigadores de esa universidad estadounidense realizaron un estudio que se extendió por casi dos décadas completas. Para esto encuestaron a profesores de educación preescolar, a quienes les preguntaron por las habilidades sociales de sus alumnos.

Al cabo de 20 años, los investigadores realizaron un nuevo seguimiento para saber cómo les estaba yendo a los estudiantes social y laboralmente.

Así fue que comprobaron que era más probable que aquellos estudiantes que mostraron mayores habilidades sociales cuando estaban cursando la educación preescolar, se hubieran graduado de la universidad, tuvieran trabajos remunerados y no hubieran sido arrestados, que los que mostraron tener menos habilidades en ese ámbito.

"Esta investigación por sí misma no demuestra que el aumento de la competencia social puede conducir a mejores resultados más adelante", dijo Damon Jones, investigador asociado del Centro de Investigación Preventiva Bennett Pierce. "Pero cuando se combina con otras investigaciones, es evidente que ayudar a los niños a desarrollar estas habilidades aumenta sus posibilidades de éxito en la escuela, el trabajo y la vida", puntualizó el experto.

Niveles de riesgo

Jones y los otros investigadores analizaron los datos del estudio Proyecto de vía rápida, que utilizó los datos de 700 participantes recogidos por estudiantes de cuatro planteles: la Universidad Estatal de Pensilvania, la Universidad de Duke, la Universidad de Vanderbilt y la Universidad de Washington. El Proyecto de vía rápida es un programa de prevención para niños de alto riesgo social.

Los niños analizados para ese estudio no recibieron ningún trato preventivo y fueron parte del grupo de control. La mayoría eran estudiantes de sectores de alto riesgo.

Los profesores que participaron de la investigación calificaron a sus alumnos en ocho categorías en una escala del uno al cinco, según cómo interactuaban con otros niños. Las categorías incluían conceptos como "ayuda a otros", "comparte materiales" y "resuelve problemas con sus pares por sí mismo".

Los investigadores compararon las evaluaciones de los profesores durante la adolescencia tardía y hasta los 25 años, incluyendo la educación y el empleo, la asistencia pública, la actividad criminal, abuso de sustancias y salud mental.

Los resultados del estudio fueron publicados por la revista especializada American Journal of Public Health.

Conclusiones

Los resultados revelaron que quienes obtuvieron la calificación máxima en la primera etapa escolar, cumplieron en los cinco aspectos medidos en la adultez.

Por cada punto que aumentaba un estudiante en la escala de habilidades sociales, aumentaba al doble la probabilidad de que se graduara de la universidad y un 46% más probable de tener un trabajo de tiempo completo al cumplir los 25 años.

Por cada punto menos en la calificación, la probabilidad de haber sido arrestado subía en un 67%, mientras que era un 82% más probable que el individuo estuviera en una lista de espera para viviendas públicas a los 25 años.

El estudio controló los efectos de la pobreza, la raza, padres adolescentes, el estrés familiar y delincuencia barrio, y la agresión y lectura niveles de los niños de jardín de infantes. "La buena noticia es que las habilidades sociales y emocionales pueden mejorar, y esto demuestra que podemos medir económicamente y eficientemente estas competencias a una edad temprana", dijo Jones.

Los investigadores a cargo de este estudio están planificando realizar nuevos análisis respecto de la predicción de logros futuros a partir del desarrollo de habilidades sociales durante la infancia.

El experimento

Analizaron a 700 estudiantes de educación preescolar por un período cercano a los 20 años. Hicieron que los profesores respondieran encuestas.

Evaluación

Los profesores calificaron a los niños en ocho categorías con una escala del uno al cinco, según el desarrollo de habilidades sociales, que se fueron comparando.

Resultados

El riesgo de no graduarse de la universidad, de ser detenido y no tener empleo aumenta mientras menos habilidades sociales se tienen, según el estudio.

Científicos identifican una molécula capaz de prevenir los efectos que provoca el consumo de alcohol en el cerebro

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Un equipo de científicos identificó una molécula capaz de prevenir los efectos que el consumo abusivo e intensivo de alcohol provoca en el cerebro.

El efecto de la molécula OEA (oleoiletanolamida) se probó en ratas y los investigadores lograron reducir la neuroinflamación y los efectos tóxicos que produce la ingesta de alcohol en el cerebro.

La responsable de este trabajo es Laura Orío, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), quien explicó a EFE que los niveles elevados de alcohol en sangre producidos por una ingesta intensiva provocan un impacto negativo en el cerebro, ya que en él se da una respuesta inmune e inflamatoria descontrolada que provoca mayor toxicidad cerebral, que afecta, entre otras áreas, a la corteza cerebral.

La molécula usada en esta investigación fue descubierta en 2001 por otro equipo de investigadores españoles, que la halló en el chocolate negro y también en el cuerpo humano, donde se genera de forma natural: se libera desde el intestino y viaja al cerebro.

Hasta ahora, esta molécula había sido estudiada en relación al apetito, es decir, lo controla.

Orío y su equipo administraron alcohol a los modelos animales y la citada molécula a la vez. Luego, comprobaron que esta última es capaz de reducir la neuroinflamación exacerbada.

"Constatamos que este compuesto (OEA) tiene propiedades antiinflamatorias frente al daño cerebral", indicó la especialista.

En cuanto a si serviría para amortiguar la resaca, Orío subrayó que en este estudio no se comprobó, aunque "no es descabellado" pensar que podría tener algún efecto, ya que en estudios previos constataron que podría actuar frente a la anhedonia (estado emocional negativo).

El siguiente paso será comprobar este efecto preventivo del daño cerebral en humanos, para lo que ya reclutan a estudiantes de la UCM.

Si las investigaciones continúan su curso y los resultados son buenos, "en un futuro se podrá conseguir una buena terapia farmacológica para tratar cualquier tipo de abuso al alcohol".

Según cifras del XI Estudio Nacional de Drogas del Senda, realizado a la población en general, en 2014 la prevalencia del consumo de alcohol alcanzó un 48.9%, lo que se tradujo en un aumento del 8,1%. Dos de cada cinco encuestados reconocieron haber tenido al menos un episodio de embriaguez en los últimos 30 días.