Secciones

Cerros de Pucatrihue se llenan de viviendas por falta de planificación

la costa. En las colinas cerca del río Choroy se observa un gran número de casas y otras en plena obra en terrenos recién emparejados; incluso, un cerro fue despejado de bosque y tiene seis sitios escalonados para futuras viviendas. El municipio asegura que son obras irregulares, debido a que la comuna carece de un plano regulador actualizado. Alcalde advierte que hay riesgo de derrumbes.

E-mail Compartir

Uno de los aspectos que más llama la atención de Pucatrihue (localidad costera ubicada en la comuna de San Juan de la Costa) por estos días, no es la tranquilidad de su gente o la grandiosidad del Océano Pacífico, sino el gran número de viviendas que ha llegado a instalarse en el último tiempo en este otrora alejado balneario de la provincia. Se trata de turistas y osorninos que aprovechan cada uno de los escasos terrenos disponibles en cerros y laderas de la localidad distante a 65 kilómetros de Osorno.

Incluso, un cerro ubicado cerca de la desembocadura del río Choroy presenta hasta seis cortes de terreno de 180 grados, que en el futuro servirán de base para construir igual número de viviendas.

Una de las razones que explica este fenómeno (que comenzó hace dos años), tal como lo señalan los lugareños y autoridades de la zona, se debe a que la comuna costeña no posee un plano regulador actualizado que regule el emplazamiento o construcción de viviendas tanto en este balneario como en Maicolpué o Bahía Mansa y que determine cuáles son los lugares aptos para ello.

Por ello, actualmente las personas pueden edificar prácticamente en cualquier cerro o explanada sin tener permisos de ningún tipo e incluso en áreas con peligro de derrumbe.

El riesgo de esta práctica se lo puede encontrar a sólo unos kilómetros de allí, cuando el pasado sábado 18 de julio una vivienda de Maicolpué quedó al borde de caer junto al derrumbe de parte de un cerro, cuya tierra bloqueó durante la jornada del domingo 19 la ruta entre Bahía Mansa y dicha localidad.

Por ello, un grupo de especialistas de la Dirección Nacional de Vialidad arribará a San Juan de la Costa los primeros días de agosto para efectuar un estudio topográfico que permita entregar una solución definitiva al desprendimiento de cerros en la ruta costera.

"Por ahora está absolutamente prohibido que se sigan construyendo casas en esa zona porque es demasiado peligroso", indicó al respecto el gobernador provincial Gustavo Salvo.

viviendas irregulares

El alcalde de La Costa, Bernardo Candia, indicó que prácticamente en toda la comuna el sistema de regulación es similar, ya que de todas las localidades sólo Puaucho, Bahía Mansa y Maicolpué tienen un plano regulador que quedó obsoleto en la década del '70.

"Estamos conscientes que desde por lo menos dos años se ha registrado un crecimiento notable de casas en la comuna, pero especialmente hacia el litoral. Son viviendas de tipo irregular, ya que ahí no existe alcantarillado, no hay estudios de suelos y tampoco sus habitantes han solicitado permisos de edificación", indica Candia, quien señala que esto se debe a que en la comuna no existen las normativas necesarias para regular el proceso de edificación, en especial en Pucatrihue.

Por lo mismo, señala que actualmente se está trabajando junto al Ministerio de Vivienda (Minvu) para que dicho organismo pueda elaborar un plan seccional, que consta de estudios que permitan conformar en una segunda etapa un plano regulador donde se detallen los trazados y anchos de las calles.

Dicho plan estará destinado a las localidades de Maicolpué, Bahía Mansa y Pucatrihue, para definitivamente lograr el ordenamiento territorial.

"Aquellos recursos ya están solicitados al Minvu, con el fin de que podamos regularizar estas construcciones que, especialmente en Pucatrihue, son ilegales", dice Candia, quien agrega que logrado este anhelo, el municipio podría comenzar a recibir los dineros correspondientes a permisos de edificación que según calcula, llegarían a los 40 millones de pesos al año.

"De contar con la aprobación de este proyecto, que en este momento se encuentra en proceso de licitación, podremos saber con certeza dónde se podrá construir y en qué área no. Es un trabajo que luego de un año aproximadamente tendrá que ser sometido a aprobación local, pero también regional y tendrá un costo de $90 millones. Y aunque no es un proceso que se dé de la noche a la mañana, es muy necesario para la comuna", señaló Candia, quien advierte que hay riesgo de derrumbe al edificar en cerros y quebradas.

La autoridad costeña advierte que de no llevarse a cabo este proceso la gente seguirá construyendo en cualquier lugar sin ningún control.

Candia detalló que la mayor parte de los terrenos en Pucatrihue (ubicados antes de cruzar el puente mecano en dirección hacia caleta Manzano) se encuentran bajo la jurisdicción de la comunidad indígena Purretrun-Pucatrihue, por lo que los sitios que allí se "venden" a los turistas no forman parte real de una venta, sino que sólo pueden ser considerados como arriendos a muy largo plazo.

"El conservador de bienes raíces nunca podrá -debido a la Ley Indígena- concretar la venta de terrenos pertenecientes a las comunidades", dijo.

Comunidad

Ana Cancino lleva más de una década viviendo en Pucatrihue y por lo mismo ha sido testigo del crecimiento en número de viviendas que se van asentando en cada uno de los rincones disponibles en este balneario, tanto para veranear como para vivir de manera permanente.

"Una vez que se arregló el camino para acá, ha comenzado a llegar mucha gente que compra un terreno y se viene a instalar en estos lugares", dice Ana Cancino mientras sus dos pequeñas hijas miran un programa de dibujos animados en la televisión.

Según Ana, cada persona que desea instalarse debe recurrir a sus propios medios para edificar la vivienda, ya sea con máquinas para emparejar los cerros, así como los transportes que traen los materiales para la obra desde Osorno.

Eso sí, señala que uno de los mayores inconvenientes lo representa el suministro de agua potable, recurso que actualmente se obtiene exclusivamente de vertientes, pues no existe ningún tipo de red de alcantarillado.

El problema viene durante el verano, cuando todas las viviendas están ocupadas y por ende aumenta el consumo del recurso y la disponibilidad disminuye.

"Hay mucha gente, entonces, que viene por uno o dos días y traen su propia agua desde Osorno, porque acá se vuelve muy escasa", indicó.

Descansando a la hora del almuerzo, Claudio Ruiz Acum deja un rato el aserradero donde trabaja y se presenta como el presidente de la comunidad indígena Purretrun-Pucatrihue, la que agrupa a varias decenas de familias.

"Hay mucha gente que en los últimos tres años ha llegado a vivir a Pucatrihue", dice Claudio, quien aprovecha de sentarse sobre un cerco de madera para descansar momentáneamente.

En lo referente a la "venta" de terrenos que realiza la comunidad para que turistas puedan ubicar casas de veraneo o descanso, Ruiz indica que generalmente se utiliza la fórmula del comodato, donde el dueño de la tierra arrienda el terreno por una larga cantidad de tiempo para que quien desee construir e instalarse lo pueda hacer con tranquilidad.

"Se hace de esta manera y si en algún caso el periodo de arriendo vence, se puede renovar de nuevo automáticamente", indica.

Otro papel clave que juega la comunidad es tomar la decisión acerca de a qué persona se le arrienda. Para ello, dice el presidente de Purretun-Pucatrihue, los integrantes evalúan, entre otras cosas, que el arrendador sea una persona que no genere problemas.

"Las personas que lleguen aquí tienen que adecuarse al sistema que opera dentro de la comunidad y así se asegura un orden dentro del espacio que se comparte", dice el dirigente indígena costeño.

Consultado acerca de los terrenos que se destinan a residencias para los turistas, Ruiz Acum señala que estos generalmente son aquellos que la comunidad no utiliza, áreas que no prestan ninguna utilidad en el sentido productivo, como laderas o cerros.

"Son espacios que no pueden ser destinados a cultivos agrícolas, forestación o para la crianza de ganado. En el fondo, que no tienen ninguna otra utilidad", asegura Claudio Ruiz Acum, mientras verifica la hora para volver al trabajo.

La mayor parte de las viviendas en La Costa, pero sobre todo en Pucatrihue, no cuentan con permisos de edificación.

40 millones

de pesos aproximadamente calcula el municipio de San Juan de la Costa ha perdido por no contar con un plano regulador que entregue permisos de edificación.

2 a 3 años

se ha visto un crecimiento explosivo en número de residencias en la localidad costera de Pucatrihue, donde en verano y fines de semana acuden muchos osorninos.

90 millones

de pesos cuesta implementar un plano regulador que permita identificar las áreas de construcción y elaborar trazados de calles en Bahía Mansa, Pucatrihue y Maicolpué.