El contacto con la naturaleza ayuda a prevenir la depresión
Beneficio. Un estudio encontró que caminar por lugares verdes disminuye la actividad de una zona del cerebro relacionada con este trastorno.
En el último tiempo ha aumentado la evidencia de que los espacios verdes pueden mejorar significativamente la sensación de bienestar de las personas. Ahora un estudio norteamericano sugiere que el contacto con la naturaleza, particularmente realizar paseos por lugares naturales, ayuda a prevenir enfermedades mentales como la depresión.
Investigadores de la Universidad de Stanford encontraron que las personas que caminaron por 90 minutos en un entorno natural -a diferencia de las personas que lo hicieron por espacios urbanos altamente transitados- mostraron una menor actividad en una región del cerebro asociada con un factor clave de la depresión.
"Estos resultados sugieren que las áreas naturales accesibles pueden ser vitales para la salud mental en este mundo de rápida urbanización", explicó Gretchen Daily, coautor del estudio.
"Nuestros hallazgos pueden ayudar a informar del creciente movimiento mundial para hacer que las ciudades sean más habitables y la naturaleza sea más accesible para todos los que viven en ellas", agregó el académico en un comunicado divulgado por la universidad en su sitio web.
Más de la mitad de la población mundial vive en entornos urbanos y se estima que esta cifra aumentará a un 70% en las próximas décadas. Los investigadores ven una posible correlación entre la urbanización y la desconexión de la naturaleza con mayores trastornos mentales como la depresión.
De hecho, señalan que los habitantes de ciudades tienen un 20% más de riesgo de sufrir trastornos de ansiedad y un 40% más de propensión a padecer trastornos del estado de ánimo en comparación con las personas de las zunas rurales.
Además, la gente que nace y crece en urbes son dos veces más propensas a desarrollar esquizofrenia.
Con estos datos en mano, los científicos quisieron descubrir si la exposición a la naturaleza está relacionada con la salud mental.
El experimento
En el estudio, dos grupos de participantes caminaron 90 minutos, uno en una área de pastizal con árboles y arbustos de roble, mientras que el otro recorrió una carretera de cuatro carriles con mucho tráfico.
Antes y después de este ejercicio, los investigadores midieron los ritmos cardiaco y de respiración, realizaron escáneres al cerebro y los participantes debieron llenar una serie de cuestionarios.
Los profesionales encontraron una pequeña diferencia en las condiciones sicológicas, pero cambios importantes en el cerebro. La actividad neuronal de la corteza prefrontal subgenual, una región del cerebro que se encuentra activa durante la rumiación (es decir, el pensamiento repetitivo centrado en las emociones negativas), disminuyó en los voluntarios que caminaron por la naturaleza.
"Estos hallazgos son emocionantes porque demuestran el impacto de la experiencia con la naturaleza en un aspecto de la regulación de las emociones, algo que puede ayudar a explicar cómo la naturaleza nos hace sentir mejor", sostuvo el autor principal del estudio, Gregory Bratman, graduado del Programa Interdisciplinario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Stanford.
En opinión de James Gross, coautor del informe y profesor de Sicología de la casa de estudios con sede en California, "estos hallazgos son importantes porque son consistentes -aunque no lo prueban aún- con una relación causal entre el aumento de la urbanización y el incremento de las tasas de enfermedades mentales".
En su paper, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science, los autores subrayan la necesidad de que los planificadores urbanos y las autoridades comprendan la relación entre la exposición a la naturaleza y la salud mental. "Queremos explorar qué elementos de la naturaleza ofrecen los mayores beneficios", indicó Daily.
Un estudio anterior, también elaborado por el investigador Gregory Bratman, encontró que el contacto con la naturaleza tiene un efecto positivo en el estado de ánimo y en algunos aspectos de la función cognitiva, como la memoria de trabajo, además de un efecto moderador en la ansiedad. Ambos estudios forman parte de una investigación más extensa que busca explorar la conexión entre la naturaleza y el bienestar del ser humano.
90
Las personas que caminaron 90 minutos en lugares verdes disminuyeron su propensión a sufrir depresión, según encontró el estudio.
20%
más de riesgo de sufrir ansiedad tienen los habitantes de zonas urbanas en comparación con quienes viven en el campo.