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Rodrigo Neira sigue los pasos de su padre como PF de Osorno Básquetbol

legado. El profesor de Educación Física de 33 años, hijo del fallecido profesional Héctor Neira, conocido por su labor en los años '90, asumió en febrero el puesto. "Es un sueño cumplido", dice.

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El nombre de Héctor Neira en el mundo del deporte a nivel local e incluso nacional es reconocido por el aporte que el docente y doctor en Educación Física entregó tanto a nivel formativo como competitivo.

Pero el docente tuvo una trágica muerte el 27 de agosto de 2001 en un accidente automovilístico en la Ruta 5, cuando tenía 53 años de edad, dejando a su mujer y a sus tres hijos Francisco, Carolina y Rodrigo, donde éste último tenía 19 años al momento de su deceso.

Y la historia de Héctor Neira, a quien no le gustaba su nombre y prefería que lo llamarán por su segundo, Francisco, está íntimamente ligada con Rodrigo no solo por el tema familiar, sino porque está continuando su legado.

El padre de los Neira, además de su carrera como docente en instituciones como el Instituto Alemán y la Universidad de Los Lagos, fue preparador físico en el inicio de Provincial Osorno Básquetbol en 1996 e incluso a mediados de los '80 de los Toros del fútbol.

Junto con Waldemar Rosemberg como técnico, Carlos Schwarzenberg como ayudante, Héctor Neira trabajó como preparador físico, la misma labor que tuvo incluso antes de la desaparición del equipo Malta Morenita.

Y su hijo Rodrigo, de 33 años, titulado como profesor de Educación Física en la Universidad de Los Lagos, desde febrero de este año asumió la preparación física del cuadro Osorno Básquetbol.

"Años atrás, mirando un partido del equipo desde la galería le comenté a un amigo que yo quería estar sentado en la banca para trabajar con los jugadores. Mi amigo es Carlos Moraga, quien es dirigente actual del equipo y ese anhelo finalmente se cumplió", cuenta Rodrigo Neira.

Ese anhelo surgió también porque Rodrigo Neira es un amante del básquetbol y un apasionado por Osorno.

Fue en febrero de este año, tras permanecer los años 2013 y 2014 trabajando en Castro junto con el actual técnico de la selección adulta Daniel Frola, se le presentó la posibilidad de manos del propio Moraga, a quien años antes le había dicho que quería ese puesto.

"Creo que quedé en shock porque dije que no, quizás por miedo, no sé, pero después recapacité y le devolví el llamado para aceptar el ofrecimiento y después conversamos con el presidente y acá estamos ahora", dice.

Y según comenta, el trabajo junto con Rodrigo Isbej y con el resto del cuerpo técnico, además de los jugadores, ha sido positivo porque en todo deporte los resultados mandan y Osorno Básquetbol está en la cima de la tabla de posiciones de la Liga Saesa.

"Se formó un grupo muy bueno no solo en lo deportivo sino también en lo humano. Todos estamos con el compromiso de sacar adelante al equipo y esos factores los hemos demostrado en la cancha. Estoy contento de trabajar con el equipo", comentó.

RECUERDOS

Rodrigo Neira nunca dimensionó quién realmente era su padre, sino hasta cuando entró a la universidad. Ahí se dio cuenta de todo el aporte que hizo en pos del deporte osornino.

"Mi papá no me alcanzó a hacer clases porque yo estaba en primero cuando falleció y él hacía clases a los alumnos de tercero hacia arriba. Mi papá era muy querido, pero no sabía el aporte y el trabajo que había desarrollado", comentó el preparador físico de Osorno Básquetbol.

Si bien nunca conversaron mucho de deporte porque Rodrigo llevaba solo unos meses estudiando su carrera antes de que falleciera su padre, cree que si Héctor o "Pancho" estuviese vivo, estaría orgulloso, aunque le pondría los pies en la tierra.

"Conociendo bien a mi viejo me diría que estuviese tranquilo, que haga bien mi trabajo y que no me crea estrella porque los protagonistas son los jugadores. Mi padre no era de decir cosas emotivas, pero sin duda estaría orgulloso de lo que estoy haciendo", confesó el preparador físico de Osorno Básquetbol.

Si bien Rodrigo Neira nunca pudo ver a su padre trabajando in situ, cree que el legado que le dejó fue la constancia, rigurosidad y ser buen profesional.

Agrega que su trabajo ha sido también de mucho aprendizaje, pero confía en sus capacidades y que a su corta edad le queda mucho por aprender.

Además, sabe que tiene que convivir con la presión de los hinchas y los medios de comunicación, sobre todo si el equipo no tiene una buena campaña, algo por el momento no ha sucedido.

"Sabemos a lo que estamos expuestos porque la gente pide resultados y si se dan somos los mejores o de lo contrario somos los peores. Y eso se aprende a manejar con el tiempo, pero son situaciones con las que hay que convivir en esta labor", agregó el profesional.

El preparador físico Rodrigo Neira dijo que el trabajo que se realiza en la semana consiste principalmente en un proceso regenarativo el día lunes, posterior al duelo de los sábados; el martes y miércoles se desarrolla un proceso físico intenso de resistencia y el jueves se trabaja en lo táctico. El viernes se repasan jugadas principalmente y se ven videos del rival de turno. Junto con ello durante la semana también los jugadores deben realizar trabajo de lanzamientos para llegar finos y preparados a los partidos.

Pablo Obreque Echeverría

33

años tiene el preparador físico de Osorno Básquetbol que asumió su cargo en febrero de este año.

2008

se tituló Rodrigo Neira como profesor de Educación Física en la Universidad de Los Lagos.