Gimnastas quedan entre las siete mejores en competencia
rítmica. Gracias a su buena ubicación en clasificatorio local, las osorninas Natalia Vargas y Martina Rutte pasaron a la siguiente etapa en Talca.
Presentaciones llenas de precisión y elegancia entregaron las cerca de cien gimnastas de todo el país que el pasado fin de semana participaron en el primer control nivel A de Gimnasia Rítmica Deportiva efectuada el pasado fin de semana en el gimnasio del Liceo Eleuterio Ramírez.
Y de Osorno fueron dos las representantes que entregaron excelentes presentaciones que le permitieron quedar entre las ocho mejores de sus respectivas categorías.
Se trata de las gimnastas Martina Rutte de 11 años y Natalia Vargas de 15, alumnas del Club Las Alondras, quienes en Infantil y Superior respectivamente se alzaron con el séptimo lugar cada una y accedieron al segundo clasificatorio que se desarrollará a mediados de agosto en Talca.
Martina compitió en la modalidad manos libres, mientras que Natalia lo hizo con balón y según la profesora de ambas deportistas Rosa Barría, todo el esfuerzo que han puesto está dando sus frutos.
"Estoy orgullosa de mis alumnas porque tuvieron muy buenas presentaciones. Además la competencia estuvo bastante apretada y eso quedó demostrado por las puntuaciones que entregaron los jueces que estuvieron realizando los controles", dijo la profesora, quien comentó además que el frío fue un factor importante para el desarrollo de las presentaciones, porque los gimnasios no cuentan con las comodidades para hacer más grata las rutinas para las propias deportistas.
EVENTO
La profesora de gimnasia del Club Las Alondras comentó que sus dos alumnas tras quedar entre las ocho mejores tienen derecho a participar en el segundo control nivel A que se efectuará a mediados de agosto en Talca.
De lograr un buen resultado, podrán optar a disputar el Nacional que se desarrollará en el mes de noviembre en Santiago.
"Estoy confiada en que mis alumnas tendrán una buena participación en Talca y eso les permitirá estar en Santiago. El año pasado no tuvimos buenos resultados pero este año logramos estar en estas instancias", recalcó la entrenadora de ambas menores.
Pero esto no es suerte sino más bien un premio a la constancia y sacrificio, porque ambas gimnastas deben someterse a prolongados entrenamientos que de lunes a viernes alcanzan las tres horas diarias y el fin de semana aumenta a 5.
Incluso las alumnas comentaron previo a la competencia que se deben privar por ejemplo de asistir a algunas actividades porque entre el entrenamiento y el estudio no les queda tiempo.
Cabe consignar que decenas de personas se dieron cita el fin de semana al evento que se desarrolló en el liceo Eleuterio Ramírez.