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La Moneda promulga nueva ley para inversión extranjera en el país

fundamentos. La norma crea un comité de ministros que asesorará al Ejecutivo para la fijación de una política nacional en la materia y una Agencia de Promoción de Inversión Extranjera con estándares OCDE.

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El Ejecutivo promulgó ayer la nueva ley que regulará la inversión extranjera en el país, para contar con una normativa que estimule de forma más eficaz el ingreso de capitales externos. La ley, que reemplaza al Estatuto de Inversión Extranjera (DL 600) vigente desde 1974, el que será eliminado desde 2016.

"Es una ley que no solo establece las condiciones para los inversionistas extranjeros sino que también contempla la creación de una estrategia nacional de promoción y fomento de la inversión extranjera directa", dijo la Presidenta Bachelet al promulgar la ley en La Moneda.

"Esto quiere decir que por primera vez en su historia Chile tendrá una política nacional de inversión extranjera capaz de integrarse con otros ámbitos de nuestra política económica y eso es fundamental a la hora de planificar un desarrollo integral pero que sea sustentable", agregó.

La normativa fija un nuevo marco legal para la inversión extranjera y contempla la conformación de un comité de ministros que asesorará al Presidente de la República para la fijación de una política nacional en esta área, además de la creación de una agencia especializada que llevará a la práctica dicha política.

Según la Mandataria, "en el diseño de esta agencia se han seguido los estándares que fueron sugeridos especialmente para este efecto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)".

los detalles

La nueva ley estipula el régimen aplicable a inversión externa, reconociendo la garantía de acceso al mercado cambiario formal y de remesa del capital y utilidades.

También garantiza la no discriminación arbitraria y la exención del impuesto a las ventas y servicios a las importaciones de bienes de capital.

Su aplicación será gradual, ya que establece la opción de mantener la vigencia de los contratos de inversión celebrados bajo la antigua normativa y, por un plazo máximo de cuatro años, la posibilidad de acogerse a las antiguas normas, con invariabilidad tributaria por una tasa total del 44,45%.

La nueva institucionalidad se complementa con una Agencia de Promoción de la Inversión Extranjera, que implementará la política estatal de modo de atraer el ingreso de todo tipo de capitales e inversiones extranjeras al país en coordinación con los gobiernos regionales de las zonas de interés específico.

El vicepresidente ejecutivo del Comité de Inversiones Extranjeras (CIEChile), Jorge Pizarro Cristi, afirmó que la creación de esta agencia "permitirá competir de mejor manera con las 170 agencias de carácter nacional dedicadas a captar capitales foráneos en el mundo". El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, dijo que "teníamos una política pasiva de inversión extranjera: poníamos ciertas reglas y los extranjeros venían si querían. Hoy queremos ir a buscarlos y participar con ellos; queremos ver qué sectores, regiones, zonas, qué tipos de inversión queremos y para esto hemos creado una institucionalidad".

1974

el año en el que entró en vigencia el DL 600, norma que será derogada con la promulgación de esta ley.

El Ministro de Economía, Luis Céspedes, dijo que "estamos ratificando nuestro compromiso como país con la inversión extranjera como motor fundamental de nuestro desarrollo". El secretario de Estado agregó que "queremos no solo atraer más y mejor inversión extranjera a sectores de nuestra economía que agreguen valor y conocimiento. Ese es un cambio central para comprender la importancia que la IED puede tener en nuestro desarrollo futuro". Céspedes destacó que los inversionistas extranjeros reconocen y valoran de Chile la seriedad de su institucionalidad cuando se presentan dificultades. La promulgación de esta ley es una de las medidas de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento.

Mauricio Mondaca

4 años

de plazo tendrán inversionistas extranjeros para pedir autorizaciones de inversión bajo el DL 600.

Tsipras dice a EE.UU. que Grecia quiere salvar diferencias y lograr un acuerdo

conflicto. Atenas y las instituciones acreedoras siguen sin llegar a un acuerdo.
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El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó ayer, en una conversación telefónica con el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, la intención de Atenas de salvar las diferencias con las instituciones para conseguir un acuerdo.

Según fuentes del Gobierno griego, Lew pidió a Tsipras que le informase sobre la marcha de las conversaciones con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y le advirtió sobre el riesgo de que fracasen, ya que eso tendría consecuencias inmediatas para la economía griega y causaría incertidumbre en toda la Unión Europea (UE).

Según la agencia EFE, Lew destacó la urgencia de que las partes lleguen pronto a un compromiso.

El domingo pasado las negociaciones entre Grecia y los acreedores se interrumpieron por la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre las medidas presupuestarias de entre el 0,5% y el 1% del PIB, unos 2.000 millones de euros, pues las instituciones no aceptaron la nueva propuesta presentada por Atenas.

Tsipras recalcó ayer, durante un discurso ante el grupo parlamentario de su partido Syriza, que su Gobierno sigue buscando un pacto con los socios, a los que urgió a decidir si quieren someter al país o mantener la unidad de Europa.

El ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, se reunirá hoy en París con el secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría. El Ejecutivo griego ya adelantó que cooperaría con la OCDE para contar con su consejo a la hora de elaborar el amplio plan de reformas que Grecia necesita aplicar.

Las negociaciones entre Atenas y sus acreedores sobre la crisis de la deuda se endurecieron ayer con acusaciones mutuas, que dejan fuertes dudas sobre el éxito de la cita del Eurogrupo de mañana en Luxemburgo.

"Los acreedores quieren humillar al pueblo griego", dijo el primer ministro griego, Alexis Tsipras, culpando al Banco Central Europeo (BCE), al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la Comisión Europea por el estancamiento en las conversaciones.