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Temporal inunda casas, anega calles y provoca cortes de energía

Efectos. La principal emergencia se registró en el sector de Rahue Alto, donde

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Desde las tres de la mañana del martes 2 de junio, Natalia Alvarado y sus tres hijos de ocho, seis y cuatro años debieron comenzar a mover los muebles del living tratando de salvarlos del agua que a esa hora entraba por la puerta como si fuera un río.

Al llegar la luz del día y producto de la intensa lluvia caída, su vivienda ubicada en la villa Sofía de Rahue Alto, estaba totalmente rodeada de agua, lo que impedía que la familia pudiera abandonar su casa porque desde el patio hasta la calle el agua superaba un metro y medio de altura.

Esta es una de las dos casas que resultó afectada por los más de 38,3 milímetros de lluvia caída entre las 9 horas del lunes 1 de junio y las 18 horas de ayer, lo que provocó que las familias debieran llamar a personal municipal y a bomberos para que con motobombas extrajeran el agua desde sus patios y casas.

Además, fueron afectadas algunas de las familias de los 19 campamentos que existen en la ciudad, quienes sufrieron filtraciones en sus precarias viviendas. La situación más compleja se vive en el asentamiento Caipulli, ubicado en Ovejería bajo, donde las viviendas tienen problemas estructurales producto de los daños provocados por los temporales del año pasado.

A pesar de las intensas lluvias, se mantiene el déficit hídrico que afecta a la zona desde el verano, ya que lo normal a la fecha es que lluevan 474 milímetros, sin embargo han caído sólo 315 mm de agua. Asimismo, en igual fecha del año pasado habían caído 423 mm.

Lluvia de nervios

Natalia Alvarado cumplió el sueño de su casa propia hace dos años cuando llegó desde la ciudad de Los Lagos, en la Región de Los Ríos, a vivir a una casa color celeste ubicada en la esquina de las calles 21 de Mayo con San Agustín, en la Villa Sofía.

La mujer compró la vivienda en los meses de verano y nunca supo que esa esquina era conocida por las inundaciones que la afectaban durante la temporada de invierno.

La primera vez que se enfrentó con la emergencia también fue en junio del año pasado y recién ahí se dio cuenta de la magnitud del problema en el que estaba envuelta.

"Este año pensamos que las cosas serían distintas porque no ha llovido tanto, pero bastó que cayera una lluvia relativamente intensa y el agua entró a la casa transformando el living en una verdadera laguna", dijo Natalia Alvarado.

Sus pequeñas hijas Millaray de ocho años, Tiare de seis y Daniel de cuatro ayudaban a su madre a mover las cosas del living para que no se mojaran.

Con una escoba barrían el agua hacia el patio, mientras una motobomba municipal trabajó en la esquina donde se ubica la vivienda, la cual estaba totalmente tapada de agua e impedía que los vehículos y transporte público se desplazaran por la zona.

Gracias a la motobomba (que funcionó por más de cuatro horas) y la disminución de las precipitaciones, el área quedó despejada, sin embargo, la humedad se mantiene al interior de la casa de Natalia.

"Estoy realmente preocupada porque secar la casa no es fácil, toma al menos una semana con la humedad al interior del hogar. Además, durante todo el invierno deberé enfrentar este problema y no existe una solución rápida", comentó la afectada.

Precisó que la situación es compleja porque es la única casa que se ve afectada por una emergencia tan compleja cada vez que llueve, por lo tanto no existe una preocupación por solucionar el tema de manera definitiva.

Seis cuadras más arriba, en la calle Pelarco, la vivienda de Isaías Meneses, de 84 años, que comparte con su esposa de 76 años junto a sus dos hijos y tres nietos, también resultó afectada por el colapso de dos cámaras de aguas lluvias ubicadas al interior del terreno, lo que transformó los pasillos y el patio en una zona flotante.

La familia llegó hace 7 años desde Purranque al sector en busca de una mejor calidad de vida y mayores opciones de trabajo, pero nunca pensaron que la casa que casualmente también compraron durante el verano se inundaba con las lluvias de invierno.

"Tuvimos que llamar a los bomberos para que nos ayudaran y si bien el agua no entró a la casa que está elevada debajo de la estructura, los pasillos parecían un río desbordado. Sin la ayuda de la motobomba estaríamos contando otra historia", explicó el adulto mayor.

Karla Benavides, alcaldesa subrogante, explicó que desde hace más de un año que el municipio notificó a la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), seremía de Obras Públicas y la Onemi para que entreguen una solución definitiva al problema, ya que el colector de aguas lluvias de la zona no está funcionando de forma adecuada y colapsa con las lluvias.

"Con recursos municipales mandamos gente con una moto bomba para otorgar una solución momentánea a esa familia afectada. Pero no podemos hacer más si la solución depende del Ministerio de Obras Públicas y sus organismos, quienes hace un año están en conocimiento y no hacen nada a pesar de que les pedimos soluciones definitivas", dijo Benavides.

Campamentos

Las familias que viven en los 19 asentamientos irregulares que existen en la ciudad también se vieron afectadas por el exceso de barro en las callejuelas, goteras en sus techos y filtraciones de agua en la mayoría de las precarias viviendas.

Uno de los más complicados es el campamento Caipulli, ubicado en Ovejería, donde viven 98 familias distribuidas en 37 viviendas. Al menos diez casas tienen daños estructurales importantes como deterioro en sus pilares, pisos podridos y paredes destruidas por el efecto de los temporales ocurridos el año pasado, donde se provocó el desborde del río Rahue.

Susana Traquián vive en el asentamiento y su vivienda esta cimentada sobre pilares que están en muy malas condiciones. Con la lluvia caída las paredes de la modesta vivienda rápidamente se filtraron.

"Trabajamos todo el verano para cambiar lo más que podemos de nuestras casas y así prepararnos para el invierno. Pero el paso de los años y el invierno pasado dejó las casas en muy malas condiciones y con una lluvia fuerte de inmediato se provocan filtraciones y humedad", dijo la mujer quien vive junto a tres personas más, entre ellos su hija Marión de cuatro años.

Cortes de luz

El temporal de viento y lluvia que afecta a la provincia causó ayer cortes del suministro eléctrico en la comuna de San Juan de la Costa, principalmente en los sectores de Bahía Mansa, Pucatrihue, Maicolpué y localidades intermedias; pero también afectó a sectores rurales de la comuna de San Pablo.

Inicialmente en la comuna costera hubo 2.100 clientes afectados, aunque cerca de las 13 horas se repuso el suministro a más del 40 por ciento de los clientes. En el caso de San Pablo hubo 300 clientes sin luz, principalmente en zonas rurales donde también pasadas las 13 horas la situación volvió a la normalidad.

Hasta el cierre de la edición el problema eléctrico afectaba a alrededor de 700 personas en los sectores rurales de San Juan de la Costa.

Ricardo Zamora, gerente zonal de la empresa eléctrica Saesa, aseguró que más de 150 brigadistas están desplegados en la provincia para enfrentar cualquier emergencia.

"Las personas que aún están afectadas viven en zonas tremendamente rurales donde tenemos personal trabajando para reponer el servicio dentro del día de hoy (martes). El problema se originó básicamente por los vientos de más de 90 kilómetros que afectaron los cables y equipamiento para abastecer esas zonas", explicó Ricardo Zamora.

Precisó que a pesar de que para esas zonas se han empleado cables especiales para evitar problemas con los frentes de mal tiempo, siempre existen factores que pueden modificar lo presupuestado.

El gerente agregó que en las zonas urbanas de las siete comunas de la provincia no se registraron emergencias mayores. "Tuvimos algunos llamados que fueron respondidos a al brevedad, pero en la provincia los principales cortes de energía eléctrica afectaron a las áreas rurales", dijo.

En el caso de Purranque, los principales problemas tienen relación con el caudal del río Puquitrahue, en el puente El Molino, por lo que se ha cerrado el paso y se recomienda transitar desde el Cruce Los Cajones hacia la costa, por la ruta La Naranja-La Poza.

En tanto, una situación similar se vive en el puente El Cruce, sector Camarones-Río de la Plata, donde se recomienda evitar el paso por el lugar hasta que baje el nivel del agua.

Además, se monitorea el puente Los Agachados en Hueyusca.

Corte de luz enviar un mensaje gratuito con la palabra LUZ y número de cliente al 4020, o llamar directamente al call center: 600 401 2020

Municipal Llamar al número telefónico 64 2232444 para solicitar ayuda en caso de emergencia vial o domiciliaria.

y Rahue.

38,3 milímetros

de agua precipitaron en la provincia entre las 9 horas del día lunes 1 de junio y las 18 horas de ayer, según datos entregados por Dirección Meteorológica de Chile.

2.100 clientes

fueron afectados por cortes de luz la mañana de ayer, principalmente en sectores rurales de las comunas de San Juan de la Costa y San Pablo.

315, 1 milímetros

es el total de agua caída en Osorno a la fecha a diferencia del año 2014 en igual periodo, donde habían precipitado 423, 9 milímetros.