Compartimos plenamente el objetivo planteado, durante el discurso del 21 de mayo recién pasado, por la Presidenta de la República, en cuanto a construir entre todos un mejor país, que apunte hacia una sociedad menos desigual, más cohesionada, en paz y con desarrollo económico, base fundamental - que duda cabe - para el crecimiento.

Creemos, asimismo, que somos capaces de alcanzar un ambiente basado en la confianza y la búsqueda de acuerdos por medio del diálogo, iniciativa poderosa y efectiva, capaz de sostener con fuerza las instancias que fomenten el desarrollo de una sociedad, así como de crear condiciones concretas de reactivación de la inversión privada, no sólo crucial para este desarrollo, sino necesaria para el cumplimiento de los objetivos sociales del gobierno.

En este contexto, es clave dar pasos decididos como país hacia la descentralización, buscando un desarrollo sostenible fundado en sólidos pilares como el impulso a la inversión en infraestructura regional. En esta perspectiva, no es casualidad que la CChC Osorno, haya cobijado recientemente el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), con presencia de importantes actores del mundo público y privado. Estamos entusiasmados en esta tarea que demanda el crecimiento regional, como ya lo he comentado en otras ocasiones en este mismo espacio. Confiamos en que este tipo de instancias tenga importantes frutos al corto y mediano plazo que trasciendan en nuestra calidad de vida.

Conectividad vial entre Osorno, Rahue y Francke; Ruta 215 y acceso a la Patagonia; aeropuerto y desarrollo turístico; conectividad interna regional (Los Ríos- Los Lagos), conectividad digital territorial plena para el desarrollo agroindustrial; mejoramiento sustancial del transporte público; desarrollo de energías alternativas de acceso masivo y sustentables para la descontaminación de nuestras ciudades de la provincia; consolidación imagen Osorno y rescate definitivo del patrimonio arquitectónico, barrios integrados, desarrollo profesional y retención de capital humano, infraestructura de salud y educación, etc.

Consolidar cada vez más la unión de criterios, la búsqueda de objetivos comunes y la concreción en obras de estas iniciativas, incluso con aportes foráneos, irremediablemente llevará a nuestra provincia y región a dar pasos concretos hacia el desarrollo social tan esperado.

Como CChC estamos comprometidos a empujar a nuestra región "Osorno" al lugar que se merece. Nadie hará la tarea por nosotros.

Ronald Scheel Bass

El domingo recién pasado se celebró en Osorno el Día del Patrimonio Cultural, una actividad anual instaurada en nuestro país el año 1999, cuyo principal objetivo es invitar a la ciudadanía a conocer y maravillarse con los bienes culturales, históricos y arquitectónicos de su propio territorio. Si bien este día se conmemoraba originalmente el 17 de abril, desde el 2001 la autoridad resolvió que se celebrara el último domingo de mayo de cada año.

El significado de patrimonio es complejo y amplio. Sin embargo, abarca el respeto por el pasado, reconociendo la identidad propia y colectiva, entendiendo las tradiciones y costumbres diversas de nuestra sociedad. Lamentablemente, esa valoración que se ha tratado de imponer en el país es relativamente reciente, ya que sólo en los últimos años ha habido una preocupación más creciente por otorgarle al patrimonio un estatus distinto.

De todas formas, todo indica que el país aún está en pañales en el desarrollo de políticas públicas para fomentar, proteger y valorar la riqueza patrimonial. Esto queda claro si se compara con otros países que han logrado resolver con éxito una estrategia vigilante sobre el patrimonio, las tradiciones y las costumbres.

Esta escasa valoración por el patrimonio cultural que, constantemente están planteando algunos especialistas, es una tarea pendiente del país en su conjunto.

Por ello, es vital incentivar a los escolares, reforzar los programas de educación al respecto y, una cosa no menor, corregir de una vez por todas la agobiante centralización, que, como en este caso, también termina impidiendo el desarrollo de políticas y planes locales de promoción y búsqueda de la valoración ciudadana, que partan precisamente de ideas de las propias comunidades.

En esa línea, las actividades efectuadas en Osorno el domingo último son una buena señal, pero que requieren mayor consistencia y desarrollo.

El patrimonio es, de alguna forma, el mensaje que dejamos a las generaciones futuras y, por lo tanto, requiere de mayor preocupación a todo nivel.