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Osorninos pasearon en autos clásicos y hasta visitaron a sanadores huilliches

cultura. El circuito para celebrar el Día del Patrimonio incluyó ayer, entre otros panoramas, un recorrido por el sitio paleontológico Pilauco y el diálogo con descendientes de colonos.
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Visita al sitio peleontológico Pilauco Bajo, sanadores huilliches y el diálogo con un descendiente de colonos franceses fueron parte del panorama que comenzó durante la mañana del ayer y se extendió hasta pasadas las 19 horas.

historia sobre ruedas

El Club de Autos Antiguos de Osorno se congregó en la Estación de Ferrocarriles para recibir a distintas agrupaciones de adultos mayores de la municipalidad, quienes abordaron los añosos y relucientes vehículos, los que hicieron un intermedio en el recorrido para visitar el Museo Histórico Municipal, recinto que recibió visitas durante todo el día.

Allí, los adultos mayores junto a los miembros del club de autos disfrutaron de un tour por las dependencias de la histórica y recién refaccionada casa cultural.

El objetivo del grupo es recuperar y conservar el patrimonio histórico de automóviles dentro de la comuna.

Javier Barrientos, director del club, relató que esta agrupación de automóviles clásicos partió en 1985 y constantemente realiza este tipo de caravanas para la comunidad, donde colaboran con paseos benéficos.

"Siempre estamos cerca de la comunidad con la idea de que no nos vean con una elite de gente que tiene sus juguetes para el día domingo y que los disfrutan solos. Conservar estos autos sólo tiene sentido cuando se aprovechan con los demás", dijo.

El grupo retomó la caravana de quince autos y se desplazó por el centro y el sector oriente, en medio de saludos y bocinazos.

Fósiles y excavaciones

Otra de las actividades donde los osorninos pudieron celebrar el Día del Patrimonio fue en el sitio paleontológico y arqueológico de Pilauco Bajo, en la villa Los Notros. En el lugar, niños y adultos recorrieron el sendero acompañados por un guía especializado.

Pablo Parodi, estudiante de arqueología, enseñó a los asistentes sobre cómo fue la presencia humana en el sitio y como podían tallar las piedras en un sitio de poblamiento tan temprano, correspondiente al pleistoceno tardío (entre los años 14.600 al 12.500 antes de Cristo).

Los visitantes también conocieron restos de fósiles reales extraídos del sitio, como fragmentos de costillas o vértebras de gonfoterios.

Patrimonios vivientes

Este año la celebración también contó con la presencia de la sabiduría de distintos personajes relacionados a diversos ámbitos de la cultura local.

Fue así como la Casona Francesa, ubicada en avenida Mackenna y perteneciente a la Alianza Francesa, contó con la presencia de un longevo representante de esta colonia, el artista de 93 años Luis Hapette, nacido en la localidad de Tegualda en la comuna de Purranque.

Hapette relató a los asistentes sus aventuras, historias y anécdotas de juventud, haciendo reír y reflexionar al público con su simpleza y sabiduría. También mostró sus trabajos de tallado en madera.

En otro punto de la ciudad, en el Centro Cultural de Osorno (en calle Matta) se congregaron siete sanadores tradicionales y huilliches, dedicados a componer huesos, quebrar el empacho, sanadores dedicados a revisar las "vistas" (ojos) y el pulso, además de recolectores de hierbas.

Dentro del primer encuentro de sanadores se encontraba José Colipai un componedor de huesos, nacido en San Juan de La Costa. Confesó haber heredado este don de su bisabuelo, "yo no sé leer ni escribir, pero Dios me dio este don para ganarme el pan", expresó.

En el lugar Marta Gallardo fue una de las sanadoras invitadas y atendió a más de 50 pacientes revisando el pulso y la orina.

"Me di cuenta de este don para el terremoto de 1960, de chica siempre jugué a ser médica y mi abuela y bisabuela lo tenían", comentó la sanadora de huesos.