Secciones

Tratamiento viral destruye células del cáncer de piel

E-mail Compartir

Un tratamiento viral compuesto del virus del herpes modificado con ingeniería genética detiene la progresión del cáncer de piel y destruye sus células, según un estudio del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres. El informe revela que este tratamiento, además de destruir las células cancerígenas de la piel, activa y estimula el sistema inmune contra los tumores. Los investigadores estudiaron a 436 pacientes que presentaban melanomas agresivos e inoperables a los que dividieron en grupos y aplicaron respectivamente una inyección de la terapia viral denominada "Talimogene Laherparepvec" (T-VEC) y una terapia de control. Un 16,3% del grupo que recibió la terapia viral T-VEC desarrolló una respuesta positiva al tratamiento durante más de seis meses, comparado con el 2,1% de los que recibieron el tratamiento de control.

Científicos diseñan robots "autosuficientes" que, al igual que los humanos, se adaptan a sus "heridas"

E-mail Compartir

Al igual que los seres humanos son capaces de buscar una forma alternativa de seguir caminando cuando se tuercen un pie, los robots consiguieron ahora "aprender" a adaptarse y sobreponerse automáticamente a sus "heridas" para continuar con su trabajo.

Un grupo de expertos de la Universidad Pierre y Marie Curie de Francia y de la de Wyoming (EE.UU.) logró que un robot de seis patas se adapte a caminar incluso con dos rotas, o que aprenda a colocar un objeto con un brazo mecánico aún cuando tenga rotos varios motores, según un estudio que publicó ayer la revista Nature.

Esta nueva técnica, según los expertos, ayudará a desarrollar robots más robustos, eficaces y autónomos, que puedan, por ejemplo, ayudar a los equipos de rescate "sin requerir de una atención continua" y hará más fácil crear asistentes robóticos personales que puedan seguir siendo útiles pese a que se les haya roto alguna parte.

Al contrario que los robots, las personas se adaptan a sus heridas y si se hacen un esguince en el tobillo buscan rápidamente otra manera de andar, de igual manera los animales tienen una "capacidad increíble" de adaptación, como los perros con tres patas que pueden incluso atrapar los objetos que se les lanzan.

"Cuando los animales se hieren no empiezan desde cero", sino que "tienen 'intuiciones' sobre diferentes maneras de comportarse, lo que les permite seleccionar de forma inteligente unos pocos comportamientos para ir probando y después elegir el que mejor funciona a pesar de la herida", explicó el autor principal del estudio, Jean-Baptiste Mouret.

Los científicos se inspiraron en este tipo de estrategias biológicas y lograron que los robots hicieran lo mismo que los animales cuando se hieren.

Antes de entrar en función, el robot usa una simulación por computador de sí mismo para crear un mapa detallado de sus comportamientos de alto rendimiento. Ese mapa es como las "intuiciones" del robot (igual que las tienen los animales) sobre los diferentes comportamientos que puede realizar.

Si el robot se daña, emplea esas "intuiciones" para guiar a un algoritmo de aprendizaje -llamado de error y prueba inteligente- que realiza experimentos que lo llevan a descubrir con rapidez un comportamiento que funcione a pesar de los daños.

En el caso de la rotura de alguna pata, si caminar sobre sus patas traseras no funciona bien, lo siguiente que hará el robot es probar hacerlo con las delanteras.

Antes de hablar, bebés ya saben relacionar objetos mentalmente

Habilidad. Investigadores estadounidenses encontraron que guaguas de siete meses poseen esta capacidad, considerada clave en la inteligencia humana.

E-mail Compartir

Un equipo de investigadores encontró que las guaguas son capaces de aprender relaciones abstractas rápidamente, incluso antes de que comienzan a hablar.

Se trata de la llamada capacidad analógica, o la capacidad de distinguir relaciones comunes entre objetos, hechos o ideas. Para los científicos, ésta es una habilidad clave que subyace en la inteligencia humana y que diferencia a los humanos de otros simios.

Si bien hay una gran cantidad de evidencia de que los preescolares pueden aprender relaciones abstractas, sigue siendo una interrogante si los niños más pequeños también cuentan con esta capacidad. En esa línea se desarrolló una investigación de la U. de Northwestern, en EE.UU.

En opinión de su autora principal, Alissa Ferry, "este hallazgo sugiere que una capacidad que es clave para la inteligencia humana está presente muy tempranamente en el desarrollo humano, y que las capacidades lingüísticas no son necesarias para aprender relaciones abstractas".

Para rastrear los orígenes del pensamiento relacional de los bebés, los académicos probaron si niños de siete meses de edad podían entender la relación abstracta más simple y básica, es decir, las similitudes y diferencias que tienen dos cosas. Para ello, a las guaguas se les mostró una serie de pares de objetos, algunos eran la misma cosa (por ejemplo, dos peluches de Elmo), mientras que otros eran distintos (un peluche de Elmo y un auto de juguete, por ejemplo), hasta que su tiempo de atención decaía.

Los análisis de niños de esta edad se basan en el tiempo de observación, debido a que las guaguas no pueden decir lo que esperan que suceda. El tiempo de observación se usa, entonces, como una manera de llegar a las expectativas de los bebés.

De esta forma, las cosas que son normales o previstas son relativamente aburridas y los pequeños rápidamente apartan la mirada, mientras que en el caso de las cosas inusuales o inesperadas, los niños tienden a pasar más tiempo mirándolas, debido a que so novedosas.

En la fase prueba, los bebés miraron por más tiempo los pares de objetos cuando mostraban una relación nueva. Es decir, los niños que habían aprendido la relación de "igualdad" miraban más tiempo los pares que mostraban la relación de diferencia, y viceversa. Esto sugiere que los niños habían codificado la relación abstracta y detectaban cuándo cambiaba la relación.

"Encontramos que los bebés son capaces de aprender estas relaciones", aseguró Ferry en un comunicado publicado en la página de la universidad. "Además, los bebés exhiben los mismos patrones de aprendizaje que niños más grandes y adultos", agregó.

Susan Hespos, quien es coautora del estudio y profesora asociada de sicología, comentó que este trabajo "muestra que las guaguas pueden formar relaciones abstractas antes de que aprenden las palabras para describir relaciones, lo que significa que el aprendizaje relacional en los humanos no requiere del lenguaje y es una capacidad humana fundamental por sí misma".

Dedre Gentner, otro de los autores, detalló que los pequeños que participaron en el estudio fueron capaces de formar una relación abstracta después de ver entre seis y nueve ejemplos. "Pareciera que el aprendizaje relacional es algo que los humanos, incluso los humanos muy jóvenes, desempeñan mucho mejor que otros primates", sostuvo.

Experimento

Guaguas de siete meses miraron por más tiempo las relaciones de objetos que les parecían novedosas. Con ello se concluyó que poseen esta capacidad mental.

Opinión

Para los autores, esto muestra que el lenguaje no es necesario para aprender relaciones abstractas, y que esta última es una habilidad fundamental por sí misma.

Una prolongada estadía en el espacio afecta la piel

E-mail Compartir

Una prolongada exposición a las condiciones del espacio exterior puede reducir el grosor de la piel y provocar alteraciones en el ciclo del crecimiento del pelo, según un estudio publicado ayer en la revista británica Nature. El equipo de investigadores de la Universidad de Lieja (Bélgica), liderado por Betty Nusgens, estudió los efectos que tiene la ingravidez en ratones para extrapolar los resultados a los humanos, después de que varios astronautas relataran sequedad y picazón en la piel tras regresar de misiones espaciales. Para elaborar este estudio, los investigadores mantuvieron a tres ratones en condiciones de ingravidez durante un total de 91 días. Al cabo de ese periodo, la piel de los roedores se vio reducida en grosor y el pelo mostró alteraciones en su crecimiento.