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Escuelas optan por actividades de baja intensidad en preemergencia

alerta sanitaria. Tres recintos municipales cuentan cómo han tenido que modificar los tiempos libres y clases de Educación Física durante las jornadas de mayor contaminación atmosférica, ante la imposibilidad de efectuar actividades al aire libre, las que sólo se restringen a espacios cerrados como gimnasios y salas. Juegos de coordinación o ver videos de diferentes deportes son algunas de las alternativas a las que han optado los profesores para no perder las horas lectivas.

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Recreos sin partidos de fútbol o sin carreras por el patio, fue parte del panorama que se presentó ayer en tres escuelas de la ciudad. Y es que durante los días en que la concentración de material particulado en el aire alcanza niveles de preemergencia, los recintos han restringido los recreos. La medida fue tomada por la dirección de los establecimientos para evitar que los niños se expongan a la contaminación al aire libre, así como también han modificado las clases de Educación Física limitándolas al gimnasio o materias teóricas en salas de clases.

Así, las escuelas Leonila Folch, Efraín Campana y la Escuela de Artes y Cultura Ignacio Zenteno han preferido cerrar las puertas del patio y reducir los recreos a los pasillos, bibliotecas, salas de computación y gimnasio para evitar que los alumnos corran y se agiten en exceso durante los días de mayor polución en el aire.

Los directores explican que la recomendación de la autoridad de salud es a realizar actividades de bajo impacto en recintos cerrados o modificar las clases Educación Física prácticas por teóricas, por lo que ellos mismos han delimitado las alternativas para el tiempo de recreo.

"simón dice"

Debido a este panorama los profesores han debido idear nuevas actividades que les permitan lograr algunos objetivos planteados para cada curso y que al mismo tiempo sean de baja intensidad, ante la imposibilidad de efectuar actividades al aire libre, sólo restringidas a espacios cerrados como gimnasios y las salas.

Ese fue el caso del 3°B de la Escuela Efraín Campana, donde durante la mañana de ayer los alumnos se mantuvieron en la sala practicando un juego de coordinación similar al "Simón dice".

"A los alumnos les encanta salir de la sala, correr y saltar, pero en los días de preemergencia hay que evitar ese tipo de actividades porque hay muchos que sufren de asma u otro problema que pudiera ser peligroso para su salud, por eso se quedan en la sala o van al gimnasio a hacer actividades livianas", explicó el director del plantel, Julio Bustos.

Efectivamente así fue como los niños pasaron el periodo de clases dentro de la sala en la práctica de órdenes simples como levantar alternadamente una mano, tocar la nariz, las orejas, dirigidos por el profesor o por uno de sus compañeros.

"Son actividades que les entretienen y que también les ayudan a mejorar otras cosas como la postura, la rapidez mental o el liderazgo", agregó el director.

Para el caso de los alumnos mayores, las clases se centran en ver videos deportivos que permitan revisar jugadas y técnicas de cada deporte o las actividades de acondicionamiento físico leve en el gimnasio.

En el caso de los recreos optan por cerrar las puertas de los patios y mantener a los alumnos en los pasillos, biblioteca, sala de computación o en el mismo gimnasio, ya que las salas de clases se deben ventilar.

sin pelota

Desde que la directora de la Escuela Leonila Folch, Luisa Monardes, asumió el liderazgo del establecimiento en septiembre pasado, restringió los partidos de fútbol durante los recreos. Según cuenta, era un riesgo para los más de 500 alumnos matriculados en el establecimiento, pues el espacio es demasiado limitado y podía ocurrir algún accidente.

"Es difícil controlar a los niños dentro de la sala y durante los recreos es peor, por eso dejamos el fútbol para las clases de Educación Física", explicó la directora.

Sin embargo, ante la declaración de las alertas sanitarias y por consiguiente la recomendación a realizar actividades de bajo impacto, como era el caso de ayer, los niños tampoco pudieron correr tras la pelota.

Por eso durante la mañana los alumnos del 7° B del recinto realizaron durante las clases de Educación Física un taller de autosuperación, que consiste en que cada alumno se propone algunas metas, en el ámbito deportivo y de condición física, a desarrollar durante el semestre.

El profesor de la asignatura Pablo Jiménez, contó que durante el año pasado el tema de las alertas fue más complejo porque no estaban preparados para enfrentar las clases sin poder realizar actividad física, por eso este año prepararon clases teóricas en caso de que se presente una alerta.

"Con los niños de 5° a 8° podemos hacer clases teóricas y es como una clase normal, pero con los más chicos es más difícil, ahí hay que tener videos o actividades en la sala o el gimnasio, porque sino se aburren y quieren salir", comentó el docente.

Otro tema que ha complicado son los entrenamientos de las selecciones de diferentes disciplinas que se imparten como actividades extraprogramáticas.

"Ahí nos tratamos de arreglar con los otros grupos para cambiar el horario y así prepararnos con los grupos de basquetbol o handbol, porque nos ha ido bien en los campeonatos", dijo el profesor, quien además es entrenador.

todos al gimnasio

Una situación un poco diferente es la que llevan a cabo en la Escuela de Artes y Cultura Ignacio Zenteno, donde su directora Claudia Peralta explicó que todos los alumnos realizan sus actividades de Educación Física dentro del gimnasio.

"Nuestro gimnasio permite que todos los alumnos puedan realizar actividades físicas en su interior. Incluso, las actividades extracurriculares como gimnasia rítmica", recalcó.

De hecho, ayer los 31 alumnos de primero básico pudieron disfrutar de las actividades normales, sin embargo la profesora aseguró que en días de contaminación prefiere los ejercicios de bajo impacto.

En el tiempo de recreo, al igual que en los otros establecimientos, los alumnos permanecen en los pasillos y espacios cerrados de la escuela.

Estas medidas fueron adoptadas por los mismos establecimientos ante la recomendación de la autoridad de salud para evitar las actividades físicas de alta exigencia, ya que el material particulado fino suspendido en el aire producto de la combustión de leña tiene la facultad de ingresar por las vías respiratorias e incorporarse al torrente sanguíneo, provocando dificultad al respirar.

Por lo mismo, durante los días en que el material particulado fino supere los 170 microgramos por metro cúbico y se decrete la alerta de emergencia, las actividades físicas quedarán totalmente restringidas, incluso dentro de los recintos cerrados.

Para todos los establecimientos municipales, subvencionados o particulares ante las alertas sanitarias.

Criterio interno se debe aplicar en cada plantel, según el caso de cada alumno y las enfermedades respiratorias preexistentes.

3 establecimientos

de la ciudad cuentan cómo han enfrentado las alertas sanitarias durante este año. Las actividades físicas de bajo impacto y en gimnasio han sido la solución.

Sin recreos al aire libre

estuvieron los alumnos de las escuelas municipales Leonila Folch, Efraín Campana e Ignacio Zenteno de Osorno, con el fin de evitar que los niños se expongan a la contaminación.

30 de septiembre

es la fecha límite para decretar las alertas sanitarias ambientales. En el caso de las emergencias, se restringen todo tipo de actividades deportivas, incluso en recintos cerrados.

Hoy

no hay decreto de alerta sanitaria, por lo que las actividades físicas pueden ser realizadas con normalidad.

Todos

los recintos de la ciudad deben considerar la recomendación, sin embargo se llama al sentido común.