Académicos alertan sobre la falta de planificación ante catástrofes
conversatorio. Los profesionales de la Universidad de los Lagos explicaron que en Chile no existe una ley de ordenamiento territorial única, lo que provoca una gran dispersión a la hora de enfrentar desastres socio-naturales como erupciones, aludes o grandes incendios.
La falta de planificación territorial, leyes y políticas de Estado que definan claramente las zonas aptas para edificar, levantar industrias o realizar actividades agropecuarias, es el escenario "perfecto" para la ocurrencia de desastres socio-naturales.
Así puede resumirse la exposición efectuada por cuatro profesionales de la Universidad de los Lagos (ULagos) durante un conversatorio realizado el miércoles en el Centro Cultural de Osorno donde expusieron Zamir Bugueño, magíster en Ciencias Sociales; Sandra Ríos, doctora en Recursos Naturales y Sustenibilidad; Rodrigo Márquez, magíster en Planificación Territorial Ambiental; y Gonzalo Gajardo, postdoctorado en Genética de organismos marinos.
La actividad fue organizada por el Centro de Estudios del Desarrollo Local y Regional (Ceder) y tenía por objetivo analizar temas que han afectado en el último tiempo a la sociedad chilena, como es el caso de la erupción del volcán Calbuco o los aluviones ocurridos en la Región de Atacama.
Durante la introducción a las charlas James Park, Jefe del Programa Doctorado de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales de Universidad de Los Lagos y director del Ceder, precisó que es fundamental que la academia entregue sus visión frente a sucesos naturales que afectan a la sociedad y tenga un contacto más directo con la ciudadanía.
El académico precisó que el concepto "socio-natural" debiera ser usado para definir el impacto provocado frente a ciertos eventos que alteran el ecosistema de las personas y su entorno social y natural.
James J. Park Key precisó que el mundo de las universidades y centros de investigación tiene mucho que aportar a la hora de discutir sobre planificación territorial, lo cual permitiría reducir los riesgos asociados a grandes desastres socio- naturales en Chile.
Sin planificación
Zamir Bugueño, geógrafo, magíster en Ciencias Sociales e integrante del Departamento de Ciencias Sociales en la Línea de Geografía de la casa de estudios superiores, presentó durante la actividad la charla "Planificación territorial en Chile y sus sesgos sectoriales".
El geógrafo precisó que el ordenamiento territorial apunta a la expresión espacial de la política económica, social, cultural y ecológica de toda sociedad.
Por lo mismo, la planificación territorial define el marco regulatorio de las normas que tendrán incidencia en el territorio y como se deben coordinar los distintos actores involucrados.
Según precisó el geógrafo, en Chile no existe una ley de ordenamiento territorial unificada, por lo que esa labor queda a merced de los ministerios, municipios y actores privados, lo que provoca una dispersión social a la hora de enfrentar desastres naturales o sociales.
"Por lo mismo, los desastres se provocan de dos formas. En primer lugar, pueden ser fenómenos sociales que impactan ciclos naturales y propician eventos adversos. El ejemplo más claro de ello es lo ocurrido con el incendio de Valparaíso. La segunda opción son fenómenos naturales que impactan el sistema social, provocando adversidad, como las erupciones volcánicas y aludes", explicó el geólogo.
Estas situaciones han generado que en Chile la sociedad civil quede totalmente vulnerable frente a cualquiera de estas dos posibilidades, principalmente por la falta de una ley de Estado que regule el territorio para evitar ser afectado de forma negativa y sorpresiva frente al desastre socio- natural.
"Permitir construir en laderas, en zonas inundables, en los faldeos de los volcanes es facilitar que ante la emergencia se provoque el caos de la reacción de todos los organismos involucrados, donde se culpan unos a otros por la lentitud en la respuesta, argumentando el no estar dentro de sus competencias", precisó.
Agregó que si bien el Estado posee una serie de marcos legales que regulan el uso de los espacios tanto urbanos como rurales, orientando al transporte, vivienda, agricultura y energía, éstos no son vinculantes entre sí. Puntualizó que finalmente la responsabilidad del orden el territorio recae en los municipios con la creación actualización y aplicación de los planos reguladores.
"Los municipios no poseen ni las profesionales ni las competencias necesarias para poder hacer un trabajo efectivo y eficaz y terminan siendo consultoras privadas los que hacen el trabajo regulador sin fijarse en el entorno natural propio de cada territorio", explicó.
De hecho, en Osorno el plano regulador aún esta en proceso de actualización, lo que facilita que existan viviendas en zonas inundables como es el caso de Francke o los más de 19 asentamientos ubicados en laderas y zonas no aptas para la edificación.
Cambio climático
Sandra Ríos, doctora en Recursos Naturales y Sustenibilidad de la ULA y el Ceder, presentó un informe denominado "Sequía y Sistema Agroalimentario Regional. Vulnerabilidades y riesgos latentes para el sistema productivo local", donde precisó que uno de los principales desastres socio -naturales a escala local es la sequía, donde también la falta de planificación territorial está directamente involucrada.
Precisó que el origen es el llamado cambio climático, donde la interacción humana excesiva con el medio ambiente ha provocado un efecto en el entorno natural y social significativo y mayormente negativo.
Apuntó que la respuesta entregada por los organismos del Estado frente a los desastres socio-naturales va asociada a la improvisación que responde sólo a los efectos provocados por el evento, sin prever que éstos pueden suceder.
"Estamos en una zona donde existen volcanes, ríos, lagos y diversos actores naturales que a lo largo de la historia han desencadenado desastres y no hay medidas que anticipen cómo actuar y menos aún que eviten que afecte a la sociedad", explicó la profesional.
Detalló que en el caso de la sequía es necesario una reestructuración de la manera de hacer agricultura en la zona, pero al no existir una ley esto resulta complejo de ejecutar.
Según la profesional, dentro de las medidas que se debieran aplicar está el cambio en la dieta ganadera y del tipo de sanidad animal empleado. A eso se debe sumar la modificación en los fertilizantes y el tipo de semilla usado en los campos, entre otros.
"El problema actual es quien regula todas esas modificaciones: la sociedad, los productores, los proveedores, el Estado. El no tener una respuesta precisa refleja sólo la falta de planificación territorial que dé cuenta de una reacción proactiva frente a un desastre socio - natural", dijo.
Durante la actividad, también expuso Rodrigo Márquez, magíster en planificación Territorial Ambiental de la ULagos, quien explicó que en el caso de las erupciones volcánicas o eventos naturales similares, la burocracia existente en el país provoca que las reacciones sean muy lentas y con una entrega de ayuda diferenciada . El impacto que provoca en el sector turístico es importante, principalmente porque los operadores y las mismas autoridades se preocupan de cuantificar las pérdidas provocadas por el evento, más que enfrentar y detener el impacto económico del rubro. La actividad concluyó con la presentación de Gonzalo Gajardo Gálvez, postdoctorado en genética de organismos marinos de la Universidad de Los Lagos, quien apuntó a que los desastres socio-naturales afectan las cuencas naturales existentes y determinan la conformación del paisaje-ambiente y todo el desarrollo viviente de la zona. Precisó que los efectos en las cuencas provocados por la erupción del Calbuco sólo se conocerán en el largo plazo.
22 abril
fue la erupción del volcán Calbuco, que afectó principalmente a las zonas ubicadas en la provincia de Llanquihue y Puerto Octay. Luego se decretó un perímetro de exclusión de 20 kilómetros.
12 abril del 2014
se desató el incendio de Valparaíso, que afectó 12 barrios de la ciudad y se propagó por los cerros Mariposas, Monjas, La Cruz, El Litre, Las Cañas, Merced, La Virgen, Santa Elena, Ramaditas y Rocuant.
10 años
tiene el centro de Estudios del Desarrollo Local y Regional (Ceder) dependiente de la Universidad de los Lagos cuyo propósito es contribuir al análisis, la explicación y promoción del desarrollo.