Cannes ovaciona "Intensa mente" de Disney Pixar
Francia. La crítica del festival se quedó maravillada con esta animación y su original tratamiento de las emociones.
Memoria, identidad y dignidad son los ejes de los dos filmes presentados ayer a concurso en el Festival de Cannes, pero la película que realmente se convirtió en la estrella de la jornada es el nuevo trabajo de Pixar "Inside Out" (traducido en Hispanoamérica como "Intensa mente").
La crítica del festival, considerada una de las más estrictas del mundo, se quedó maravillada con esta película de dibujos animados y su original tratamiento de las emociones de una niña de 11 años desde la fantasía y la imaginación.
El autor de notables trabajos de animación como la divertida "Monsters, Inc." o la tierna "Up" sorprende de nuevo con "Intensa mente", cuya trama se centra en las emociones que rigen la cabeza de una niña, Ridley.
Y esas emociones, encarnadas en personajes, son los protagonistas de la cinta: Joy (alegría), Fear (miedo), Anger (ira), Disgust (asco) y Sadness (tristeza).
Cuando Riley se traslada desde su Minnesota natal a una nueva ciudad, San Francisco, se alteran sus emociones y pierde la alegría, ese motor que hace que las cosas siempre terminen funcionando.
"Intensa mente" no es una película para niños, pero sí para todos esos menores que están sobre la edad de la protagonista y, como todas las de Pixar, para adultos de todas las edades.
"Es una película sobre cómo se abandona la niñez, como se convierte uno en adulto y lo que pasa cuando eso ocurre", dijo en Cannes Docter, a quien se le ocurrió la idea a raíz de ver cómo iba creciendo su hija y la necesidad de entenderla.
"Queríamos hacer una película sobre algo que todo el mundo conoce, pero que no se había visto antes", resumió John Lasseter ("Toy Story"), director creativo de los estudios de animación Disney y Pixar.
cOMPETENCIA OFICIAL
En tanto, en la competencia oficial se presentaron la francesa "La loi du marché", de Stéphane Brizé, y la noruega "Louder than Bombs", de Joachim Trier.
Un reparto internacional con la francesa Isabelle Huppert y el irlandés Gabriel Byrne a la cabeza se pone a las órdenes de Trier, que concurre por primera vez en el certamen. El drama se centra en la muerte de una exitosa fotógrafa de conflictos que pierde la vida en un accidente de tránsito.
Una exposición cinco años después de su muerte lleva al viudo y a sus dos hijos a recordar y analizar lo ocurrido. Llamativo en la película resulta sobre todo el lenguaje visual, con constantes flashbacks o sueños que con una labor creativa de montaje se mezclan sin dificultad en la trama.
Trier, cuyo abuelo Erik Lochen también concurrió por la Palma de Oro en Cannes con "Jakten" (1960), construye una historia en la que no sólo aborda el duelo y la memoria, sino también trata la infidelidad o la dificultad de ser padre en solitario. "El duelo nos llevó a explorar más las cosas que ocurrían en la familia", dijo.
Para Huppert, ganadora en dos ocasiones del premio a la mejor actriz en Cannes ("La pianiste", "Violette Nozière"), su personaje tiene múltiples características, pues cada miembro de la familia la ve de una forma diferente, según dijo en rueda de prensa.
Su profesión la apasiona, pero la frustración comienza a hacer mella tras años de ver la muerte desde la primera línea del frente. A ello se suma que su trabajo la mantiene fuera de casa y cuando regresa, también se siente fuera de lugar. "Es como si viviese dos vidas", explicó la actriz nacida en París, que de nuevo consigue hacer llegar al espectador su atribulado mundo interior.
Para Byrne, que interpreta al viudo que no consigue comunicarse con su hijo adolescente (Devin Druid), la película explora el complejo camino que queda a la familia tras una tragedia y cómo sobreponerse. También examina "la noción de la memoria y cómo se recuerda" a un ser querido.
Por su parte, Brizé también debutante en la carrera por la Palma de Oro, trae hasta Cannes un drama social sobre un hombre de mediana edad que busca trabajo y las dificultades que afronta.