Residentes optan por estufas eléctricas y hasta se acuestan ante restricción
calefacción. Los adultos mayores que viven en edificios son los más afectados por la prohibición de usar las calderas en días de preemergencia. Acusan falta de información de las autoridades.
"Los viejitos y los enfermos somos los más perjudicados. El domingo pensábamos que seguíamos en preemergencia y resulta que a las tres de la tarde la levantaron. Hay desorganización. Suspendieron la preemergencia y no supimos. Por eso no prendimos la calefacción para no ser sancionados. Se pasa harto frío".
Carmen Montecinos y su madre de 94 años, Carmen Errázuriz, viven desde 1972 en el cuarto piso del edificio de Empleados Públicos y Periodistas de calle Bilbao esquina O'Higgins, en pleno centro, y es también parte del comité administrador del recinto.
Ambas debieron soportar el frío durante los días de preemergencia el fin de semana, pese a la avanzada edad de la madre y el delicado estado de salud de la hija.
"Aquí hay muchas personas de la tercera edad, caminando a la cuarta y también hay personas enfermas, como es mi caso, que me estoy tratando un segundo cáncer. Tenemos una calefactor adicional que es eléctrico. Sale caro, pero es un gasto que tenemos que asumir", cuenta la antigua residente del edificio.
Carmen Montecinos señala que los vecinos han sido afectados también por la desinformación, ya que no se enteran a tiempo sobre los cambios en las decisiones, tal como ocurrió el domingo pasado.
"Hay un desorganización. Si bien es cierto eso fue en día domingo pero ahora la tecnología avanza y puede avisarse fácilmente a las administraciones o al personal y se gana en calidad de vida", añadió Carmen Montecinos, mientras su madre confeccionaba frazadas de lana para la cruz roja.
en cama
María Eugenia Ruiz de Gamboa es otra residente del edificio y confesó que los días en que se ha aplicado la medida restrictiva ha optado por permanecer acostada.
"Estuve todo el día en cama, porque soy vieja. Si me pudiera mover de un lado para otro no hubiese tenido frío. No tengo ninguna otra forma de calefaccionarme porque cuando me trasladé para acá se echó a perder mi estufa y no funcionó nunca más. Hubiese sido ideal encenderla en mi dormitorio", expresó.
Alberto Ortiz trabaja hace 55 años en este edificio y cuenta que en la medianoche del sábado recién pasado pudieron encender la caldera, no obstante debieron apagarla al mediodía siguiente por el aviso de una nueva preemergencia para el domingo. Asegura que desconocían que se había dejado sin efecto la restricción para ese día.
"A la administradora no le avisaron que se suspendió la preemergencia. La gente estaba enojada y me decían que los iba a matar de frío, porque tuve que cortarles la calefacción y con esto también el agua caliente", dijo.
Bajas emisiones
Jimena Heijboer es la administradora del edificio y relata que este año los fiscalizadores han visitado el lugar sólo una vez, felicitándolos por encontrar todo en regla.
"Nuestra idea siempre ha sido cumplir con todas las normas y trato en lo posible de estar siempre en contacto con ellos para que esto se mantenga así y que no nos multen y sigamos con las condiciones que ellos requieren", señaló Jimena Heijboer.
La administradora agrega además que en el edificio viven varios adultos mayores y con la caldera calefaccionan a 49 familias y 11 locales comerciales: "Si uno se pone a analizar esto correspondería a 49 estufas si cada familia viviera en una casa y la verdad es que esta es una caldera de última tecnología instalada el año pasado que puede funcionar solamente con leña seca y que además se limpia cada 10 o 15 días".
Los edificios Pilmaiquén y Paillahue, ubicados en la esquina de Cochrane con Mackenna, también son calefaccionados gracias a calderas a leña. La administradora de este conjunto, Rosita Calderón, explica que los residentes también se vieron perjudicados el fin de semana por falta de información del término de la preemergencia; y sugiere que los fiscalizadores utilicen algún dispositivo que mida la humedad de la leña.
"La leña utilizada es de pellín, completamente seca, por lo que ambas construcciones cuentan con calderas en óptimas condiciones y tienen bajas emisiones de humo", aseguró.
En el caso del conjunto residencial María Gabriela de calle Matta, su administradora Vivian Aray, cuenta que en el lugar ya se hizo un cambio de calderas eficientes que consumen la mitad de leña y que además de ello han tomado otras medidas junto a los vecinos: "Cerramos las cortinas temprano para que guardemos el calor y así se mantiene bastante".
Vivian Aray también advirtió sobre la falta de información por parte de las autoridades e indica que a pesar del alto grado de interés de la ciudadanía que está dispuesta a dialogar por el tema, falta información oportuna sobre el decreto o suspensión de la medida de emergencia.
Información al día
La jefa de la Autoridad Sanitaria, Teresita Cancino, se refirió a los problemas generados el domingo 3 de mayo, cuando después del mediodía se informó sobre la suspensión de la medida: "estamos mejorando la página web de la Seremi de Salud, ya que es el medio más rápido, visible e inmediato para informar a toda la población sobre las medidas".
Cancino especificó que la página web con la información actualizada es http://seremiloslagos.redsalud.gob.cl/, donde inmediatamente se encuentra el link "Alerta Osorno" con los datos más recientes.
La jefa de la Autoridad Sanitaria informó que debido a las malas condiciones de ventilación, además de un promedio negativo en la calidad del material particulado PM 2,5, hoy vuelve a regir la preemergencia ambiental por quinta vez en el año. La medida fue determinada la tarde de ayer y rige desde las cero horas de hoy miércoles hasta las cero horas del jueves, por lo que los edificios e industrias deben restringirse del uso de leña y las personas de las actividades físicas al aire libre.