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Albergados visitan la costa para olvidar el estrés tras la erupción del Calbuco

distracción. En la actividad participaron 26 personas provenientes de Ensenada que permanecen cobijadas en un internado de Puerto Octay, cuyo alcalde organizó el paseo junto al mar.

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"Este paseo fue lo mejor que nos ha pasado desde el día que hizo erupción el Calbuco. Nos sacó de nuestra angustia y pena por lo ocurrido, llenándonos de energías para volver a comenzar".

Las palabras de Rodrigo Saavedra reflejan el trasfondo de la visita al litoral de la provincia por parte de las 26 personas de Ensenada que permanecen albergadas en un internado de Puerto octay. Y es que más allá de disfrutar del aire marino y ver las gaviotas encumbrar el cielo, el viaje le entregó un respiro a las víctimas del proceso eruptivo que los obligó a dejar sus hogares.

El grupo fue invitado por el alcalde de Puerto Octay, Carlos Mancilla, comuna donde los afectados permanecen albergados desde el 22 de abril.

Según los integrantes de las familias beneficiadas con el viaje, la actividad les permitió olvidar por un momento que sus casas, campos y emprendimientos están bajo la ceniza expulsada por el macizo.

"Una brisa de alegría"

A las 8.30 de la mañana de ayer llegó el bus al internado Benjamín Muñoz Gamero para buscar a los 26 viajeros (17 adultos, 7 niños y un lactante) y comenzar el paseo que los llevó hasta las playas de San Juan de la Costa.

Así entre risas y aplausos comenzaron el recorrido sin importar las bajas temperaturas que a esa hora se dejaban sentir en la provincia de Osorno. Una vez instalados en la Escuela de Bahía Mansa, pasado el mediodía los albergados comenzaron su recorrido y visitaron la caleta de pescadores.

Marta Castro y Rudy Rivero, quienes llevan 50 años de matrimonio, contaron que han pasado días muy difíciles producto de la erupción del Calbuco y que dejó su casa de toda la vida en muy malas condiciones.

"La situación que vivimos es penosa, pero estar ahora junto al mar, sentir el ruido de las olas y pisar la arena, no creí que me harían tan feliz. Es difícil no pensar en que debemos partir otra vez, pero este paseo despejó mi mente", dijo Rudy Castro de 74 años, quien además nunca había visitado la comuna costera.

Su esposa Marta de 68 años recordó que la última vez que visitó San Juan de la Costa fue hace al menos 20 años. Encontró varias cosas cambiadas, especialmente el camino que ahora luce asfaltado.

"Es una brisa de alegría salir a pasear, además que con el grupo de albergados donde tengo hijos, nietos ahora tengo amigos. La tragedia nos ha fortalecido como personas", dijo.

Rodrigo Saavedra corría con su pequeña hija Constanza de dos años cada vez que una ola amenazaba con mojar los pies de la pequeña en la playa de Maicolpué. El hombre explicó que vivir una jornada así es lo mejor que les ha pasado en estos últimos días.

"Quizás muchos no podrán entender lo que vivimos, pero estar albergados sólo ayuda a aumentar nuestro estrés y preocupación. Este paseo nos renovó el alma y llenó de alegría nuestros días que han estado llenos de penas y miedos", aseveró Saavedra.

Agregó que el agradecimiento que mantienen los albergados con las autoridades de Puerto Octay es infinito. "Nos han ayudado de todas las formas posibles, aún sin ser personas de su comuna. Es algo que no hemos sentido con las autoridades de Puerto Varas, que casi ni se acuerdan que existimos", remarcó.

Una terapia

A la hora de almuerzo disfrutaron de un consomé, pollo arvejado con arroz, postre y pan amasado, para luego continuar su recorrido por la zona de Pucatrihue y las cercanías de Caleta el Manzano.

María Lara, vocera del grupo, señaló que la idea del paseo coincidió con el inicio del proceso de búsqueda de arriendo de una casa ya que recibirán el subsidio de arriendo dentro de los próximos días.

"En un principio éramos 54 personas y hoy sólo quedamos 26. Hemos estado muy unidos y esta actividad recreativa fue tremendamente beneficiosa para todos, porque nuestra vida cambió y sentimos que hoy termina un ciclo", comentó la vocera.

El alcalde Carlos Mancilla acompañó durante la hora de almuerzo a los 26 albergados y aprovechó de reiterarles que el municipio de Puerto Octay tiene las puertas abiertas para ayudarlos en lo que necesiten.

"Estas personas lo han pasado mal, perdieron sus cosas, llevan días encerrados en un albergue, por eso opté por darles esta pequeña alegría y golpe de energía. Las distancias son mínimas, un límite comunal no puede ser una barrera para entregar ayuda. Ese es un sello de los chilenos. Así que si podemos ayudar, lo haremos siempre", expresó el jefe comunal.

Entrega subsidios Son más de 600 personas de la zona afectada por la erupción del Calbuco que recibirán un bono de arriendo.

Reconstrucción El Ministerio de Vivienda y Urbanismo trabaja en confeccionar un catastro para iniciar la reconstrucción de las casas.

22 abril

hizo erupción el volcán Calbuco, que provocó que al menos 54 personas fueran albergadas en Puerto Octay.