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Reparten agua a 600 familias de Octay por presencia de ceniza en pozos y ríos

Erupción. El municipio dispuso de cinco camiones aljibe para repartir el vital líquido a los habitantes de al menos nueve sectores ubicados en el área precordillerana.
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aaceitonl@australosorno

Pocas horas después que el volcán Calbuco comenzara a hacer erupción el pasado miércoles, los habitantes de diferentes sectores rurales de la comuna de Puerto Octay comenzaron a sentir que el aire estaba pesado y que algo les molestaba en los ojos.

Era la ceniza que llegó desde la provincia de Llanquihue para acumularse en los techos, predios, caminos e incluso el agua de los habitantes de la orilla del lago Rupanco, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Puerto Octay.

El sedimento volcánico formó una capa de al menos tres centímetros de espesor en los caminos rurales. Pero ese fenómeno es mínimo frente a la caída de la ceniza en los cursos que proveen de agua a las cerca de 600 familias que viven en el sector, las cuales utilizan dicho líquido para el consumo personal, dar de beber a sus animales y regar sus huertas.

"No nos han dicho nada del agua. Nos trajeron unas mascarillas para que usáramos cuando saliéramos de la casa y nos dijeron que los niños podían volver a clases el lunes. Además preguntaron si teníamos alimento para los animales", comentó Camila Pacheco del sector rural de El Islote, respecto a la visita que recibió de parte del personal municipal.

La joven madre vive junto a sus padres y hermanos, en total 9 personas, y el agua que consumen proviene de un estero y llega a su casa por medio de cañerías.

Sus padres se dedican al cuidado de una parcela del sector. La tarde de ayer Camila estaba junto a su hija Jocelyn de tres años jugando en el jardín. Ninguna de las dos portaba mascarillas, pese a que el terreno está cubierto del material que brotó del volcán Calbuco.

"En las noticias dicen que hace mal para la salud, pero a ella le gusta jugar y no puedo tenerla encerrada todo el día. No creo que le haga mal si sale un rato", expresó la madre al ver cómo la pequeña juntaba la ceniza al interior de un macetero viejo.

En el Fundo Santa Elena, Nelson González consume el agua que proviene de un estero. Aunque no ha sentido problemas de salud, comentó que durante la jornada de ayer llegó una veterinaria a revisar sus animales, la que les recomendó hervir el agua antes de consumirla.

agua limpia

A unos kilómetros de distancia, en el sector de Río Bonito, Leopoldo Almonacid de 77 años explicó que el agua que consumen junto a su grupo proviene de una vertiente y la almacenan en un estanque que permite el consumo de cuatro familias.

"Desde el mismo día de la erupción empezó a caer ceniza y aunque teníamos tapado el estanque, hay un pedazo que queda sin cubrir y entró un poco", comentó Leopoldo mientras revisaba el estanque.

Tanto su predio como el techo de su casa quedaron cubiertos de ceniza, lo que impide que los animales de sus vecinos puedan pastar. El viento junto con el tránsito de vehículos provocan que el aire se torne denso, por lo que trasladarlos a sectores más altos se hace difícil.

Y aunque según el encargado del Comité de Emergencias de Puerto Octay, Omar Vargas, no se ha registrado un aumento en malestares estomacales o problemas respiratorios por causa de la concentración de ceniza en el agua y el aire, una de las medidas preventivas que consideraron fue la entrega de agua potable a través de camiones aljibe y mascarillas en diferentes puntos de la comuna.

Vargas, quien es director de Obras (s) del municipio octayino y encargado de la coordinación de la entrega de ayuda para las familias afectadas, detalló que hay más de 600 en los sectores de Chacay, Puente Alto, El Islote, El Cabrito, Chapuco, El Poncho, Rupanco, Paullín y Las Gaviotas, además de otras del sector Las Cascadas a las que les están enviando ayuda.

"Desde ayer (jueves) en coordinación con la Gobernación Provincial, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) comenzamos a entregar agua, principalmente en Las Cascadas", precisó Vargas.

De hecho, cuentan con cinco camiones aljibe disponibles para la emergencia; dos provenientes de Osorno, uno de Puyehue, otro de Purranque y un último dispuesto por Bomberos de Puerto Octay.

"En el caso de Las Gaviotas es necesario llevar agua embotellada, porque los camiones aljibe no pueden llegar hasta ese sector, por eso ya pedimos el apoyo de la Onemi para ello", comentó Vargas, quien agregó que están repartiendo cerca de 100 mil litros de agua diarios ya que los camiones hacen al menos dos recargas cada uno.

Asimismo, estiman que hay cerca de 9.200 cabezas de animales entre ovejas, bovinos, equinos y porcinos que se encuentran afectados por la falta de agua y pasto libre de cenizas; a ello suman alrededor de 306 mascotas y 3.500 aves. En este caso la ayuda será canalizada a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario.

"La recomendación es a no consumir el agua directamente desde las fuentes superficiales como pozos, vertientes, esteros o ríos, porque no sabemos qué daño puede causar en la salud. Lo mejor es hervirla y juntar la que llevan los aljibe", remarcó Vargas.