Artista ofrece concierto didáctico y ahora desea tocar en los pianos del Centro Cultural
La pianista santiaguina Macarena Valladares llegó ayer hasta el Centro Cultural Sofía Hott (en avenida Mackenna) donde entregó al público un repertorio de obras de autores como Bach, Mozart, Brahms, Chopin y Berg.
La intérprete recientemente se licenció en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile (Uach), donde es discípula del maestro letón Armands Abols.
Al mediodía de ayer, la artista comenzó su presentación ofreciendo la sonata número uno de Wolgang Amadeus Mozart, donde antes de comenzar a ejecutarla realizó una introducción dedicada especialmente a los niños presentes, a quienes les hizo sentir las sensaciones de un joven Mozart cuando compuso esta pieza, la primera dentro de sus sonatas.
Viaje a la ciudad
Macarena Valladares, que llegó a ofrecer este concierto gracias a Gabriela Esparza, una profesora de música del Instituto Alemán a quien conoció en el coro de la Universidad Austral cuando participaron en "La Flauta Mágica" en Frutillar, ocasión donde comenzaron a cultivar una amistad.
"Gabriela me preguntó cuándo podía venir a tocar a Osorno y le contesté inmediatamente que este mes", cuenta la joven pianista, quien además aprovechó de ofrecer un repertorio muy preparado, ya que el pasado jueves realizó este mismo concierto en Valdivia, donde fue uno de los recitales más importantes dentro de su vida académica, ya que se trataba de su licenciatura como intérprete en piano.
"Uno prepara un repertorio por tanto tiempo y con tanta dedicación que cuando las cosas están hay que mostrarlas. Es un bonito repertorio y muy grande además", expresó la pianista, refiriéndose a las ganas de mostrar su arte y difundirlo.
Interacción
La intérprete en piano señaló que en el caso de la presentación que dio en Osorno, como la mayoría del público presente eran niños, debió recurrir a la interacción con ellos. Por ello les entregó un concierto didáctico, haciéndolos intervenir y contar las sensaciones que sintieron al cerrar los ojos y escuchar la música.
"Me gusta mucho la pedagogía y enseñar. La música clásica tiene que ser divulgada y mucha gente no lo sabe. Cuando se da la instancia de que la gente puede acercarse más en un teatro pequeño, la gente entiende, se involucra más con lo que está escuchando y aprende de los compositores", explicó la pianista.
La artista asegura que esta práctica resulta fundamental aplicarla en los niños que asisten a los conciertos, ya que mientras más pequeños probablemente les va a encantar más la música en el futuro, la querrán estudiar tal vez o simplemente sentir el gusto por los conciertos.
Para el segundo semestre Macarena Valladares indicó que existen proyectos para venir a tocar nuevamente a Osorno, pero con "cámara", o sea con más instrumentos.
"Tengo entendido que en Osorno hay otro teatro y con dos pianos nuevos y lo único que quiero es tocarlos y ver cómo están", sostuvo entusiasmada y sonriendo la joven pianista.
Música para todos
Macarena Valladares explicó además que una de las principales tareas pendientes es masificar estos conciertos en la ciudad: "es una de las cosas que tiene que generar el arte ahora, por las dificultades que hay en cuanto a público, porque siempre ha sido muy elitista. Hay una parte de educación e integración que tiene que empezar a suceder y ese es nuestro deber".
La pianista finalizó diciendo que sigue siendo muy importante la realización de grandes conciertos, porque muestran la música desde otro ángulo, pero dar pinceladas a la gente y enseñar este "idioma" también es relevante.