Secciones

Cifras revelan una baja asignación de fondos regionales para la provincia

desarrollo. Consejeros María Angélica Barraza (UDI) y Carlos Peña (DC) explican los factores que influyen que la provincia haya estado por debajo de Llanquihue y Chiloé toda la última década.

E-mail Compartir

Una desventajosa posición es la que mantiene Osorno al menos desde la última década en materia de asignación de recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), una de las vías de inversión pública que resultan relevantes para el desarrollo provincial.

Así queda de manifiesto en un análisis de El Austral, elaborado en base a la información entregada por la División de Análisis y Control de Gestión del Gobierno Regional, en el cual se precisa el monto anual de los recursos ejecutados a través de este programa de inversiones en infraestructura social y económica, los que son postulados principalmente por los municipios.

Las cifras indican que durante todo el periodo las siete comunas de la provincia se han ubicado por debajo de Llanquihue y Chiloé en relación al monto global entregado a cada territorio.

Esta situación contrasta con el hecho que la población de la provincia -uno de los elementos que influye en la asignación de fondos- es muy superior a la de la provincia del archipiélago.

De hecho, la tendencia que se observa en la infografía superior indica que la última vez que los fondos se distribuyeron uniformemente entre las tres provincias fue el año 2006, cuando todas bordearon el 22%, mientras que Palena se quedó con el 5,2%.

Adicionalmente se constata que durante varios años siguientes Osorno ha estado más cerca de las cifras que ostenta Palena -provincia de cuatro comunas y un total de menos de 20 mil habitantes- mientras que los recursos asignados a Chiloé llegan a acercarse e incluso a superar a Puerto Montt (año 2013).

Esta tendencia, según explicaron los consejeros regionales María Angélica Barraza (UDI) y Carlos Peña (DC), se explica, entre otros factores, en la capacidad de gestión de los municipios, pues aseguran que la distribución ideal del fondo total debe ser de al menos un 22% para la provincia. Algo que estuvo muy lejos de cumplirse los últimos cuatro años, cuando los porcentajes fluctuaron entre el 17,44% (2011), y el 13,45% (2014).

"Estamos perdiendo y hace rato que venimos perdiendo y eso se debe, principalmente, a la capacidad y factibilidad técnica de los proyectos que están presentando los municipios, porque hacen proyectos que se ven muy lindos en el papel, pero cuando los quieren ejecutar ven los inconvenientes y se quedan entrampados", comentó la consejera.

Mayor efectividad

Y es que, tal como explicó Carlos Peña, el gasto que registra la provincia no tiene que ver con la cantidad de fondos que habían adjudicado al principio del año, ya que en la teoría la inversión siempre el monto alcanza el 20%, pero luego en la práctica no se logran concretar y deben ser asignados a otras zonas.

Por ejemplo en el año 2005 la inversión para la provincia de Osorno fue de mil 769 millones de pesos, un (9,5% del total de ese año) mientras que las provincias de Chiloé y Llanquihue alcanzaron un 29,39% y 27,52% respectivamente. "Esa diferencia se ve porque el nivel de efectividad que tienen las otras provincias en la ejecución de sus proyectos es más alto", acotó Peña.

Efectivamente según la distribución regional que se realizó para este año, la provincia debiese recibir el 20,6% (que corresponde a un poco más de 25 mil millones) de la inversión comprometida, sin embargo a marzo sólo se han entregado un poco más de 4 mil millones.

"Se supone que los primeros meses del año y de septiembre en adelante es donde se genera mayor gasto por concepto de ejecución de proyectos, porque en los meses de invierno es más difícil construir y se usan más para hacer los estudios y procesos de licitación. Entonces lo que se ha invertido hasta abril-mayo es lo grueso del gasto", precisó María Angélica Barraza, quien lleva 7 años como consejera y estima que los municipios de la provincia deben abarcar menos proyectos y así focalizar más sus recursos técnicos y profesionales.

Otro factor mencionado por el consejero Peña y que bajo su perspectiva es determinante en la distribución del FNDR es la actividad económica de las comunas.

"En la provincia tenemos varias comunas que funcionan como dormitorio; como San Pablo por ejemplo. No es que yo desmerezca la comuna, pero las necesidades que se buscan cubrir con los proyectos son básicos, tiene un edificio municipal excelente, una hermosa plaza, un nuevo consultorio y lo demás lo buscan en Osorno", dice Peña.

Mientras que en otras provincias como Chiloé, describe el consejero, todavía hay islas que no cuentan con electricidad o agua potable y como las distancias son extensas los municipios se asocian y realizan grandes proyectos.

"Y los recursos que no se gastan en una provincia se traspasan a otra que lo esté requiriendo", precisa Peña.

Un caso diferente es el de la provincia de Llanquihue, "el foco ahí está en el comercio, la conectividad, el turismo, por eso sus proyectos son grandes y gastan más, además la provincia está conformada por el municipio de Puerto Montt que es la capital regional y puerto de exportación, donde hay más profesionales para la creación de proyectos", dice Barraza.

Desafíos

Pese a los factores aludidos por los consejeros, ambos esperan que la 'balanza' se equilibre de a poco y que tanto los municipios como los servicios públicos vayan perfeccionando sus procesos y puedan lograr mayor efectividad, como lo hacen las capitales provinciales, que son las comunas que se llevan la mayor cantidad de la inversión en cada provincia.

"Hay que avanzar y especialmente en los proyectos que son para otorgar una mejor calidad de vida a los habitantes. En el caso de las comunas de Osorno falta mucho en el ámbito del déficit hídrico y la contaminación del aire, porque no podemos pensar en comprar camiones aljibe y estanques o en recambios de estufas. Hay que pensar en grande en dar una solución al largo plazo porque el calentamiento global y las consecuencias en el medio ambiente están y son los que nos deben preocupar", argumenta la consejera.

Una opinión que es compartida por Peña quien agrega que "tenemos que aprovechar todos los recursos, pero de forma responsable y pensando en la comunidad. Está bien tener buenos caminos, grandes edificios, pero la calidad de vida de las personas se mide con otros factores, pensando en el futuro y ese es el desafío que se debe tener presente para la gestión pública".

El Fondo Nacional de Desarrollo Regional es un programa de inversiones públicas destinado al financiamiento de acciones en los distintos ámbitos de infraestructura social y económica de la región.

Financia todo tipo de proyectos de infraestructura social y económica, estudios y/o programas, de cualquier sector de inversión pública, enmarcados e dentro de la normativa del Sistema Nacional de Inversiones (S.N.I.).

Para la asignación de los recursos los proyectos deben contar con la recomendación técnico-económica favorable del organismo de planificación pertinente (Ministerio de Desarrollo Social o Serplac) dependiendo del monto y el tipo de proyecto.

22%

es el porcentaje del presupuesto FNDR que se debiese invertir en la provincia, de acuerdo a su población.

4 mil

millones se han destinado este año a la provincia hasta marzo. Hay comprometidos 25 mil millones.