Orfebre reúne a creadores en la Casona Laurel para difundir y enseñar su arte
espacio. La nueva casa-taller busca ser un polo de desarrollo cultural que integre diversas disciplinas, donde los osorninos además tengan la posibilidad de aprender.
"Soy de Osorno pero viví hartos años en otras ciudades y ahora necesitaba un espacio para instalar todo mi taller de orfebrería y llegué aquí, arrendé este lugar que era una bodega. Lo tomé de inmediato y luego pude arrendar toda la casa".
Así describe cómo llegó a su actual proyecto Marcelo Romero, un orfebre y administrador de este nueva iniciativa cultural en Osorno denominada Casona Laurel, ubicada en calle Cochrane 971, en el centro de la ciudad.
Según Romero, este espacio tiene la finalidad de congregar a varias disciplinas y técnicas que se están desarrollando a nivel local, con el fin de que sus cultores unan y se potencien en torno al recinto.
En estos momentos el lugar cuenta con dos salas de yoga, una de la corriente Hatha y otra de Kundalini. También hay talleres de bordado en punto cruz, figuras en fierro forjado, orfebrería, danza árabe, karate y diseño; y pronto un luthier dictará clases de guitarra.
"La casa surge de manera un poco fortuita. Siempre había buscado un espacio así, pero como no estaba estable en un lugar no podía hacerlo. En Osorno se me presentó esto y dije ahora me quedo", explica Romero, quien además intenta convertir la casona en un centro neurálgico donde los creadores locales puedan ofrecer sus productos en ferias que pronto partirán al interior del recinto.
"Lo ideal es que la casa se llene de artistas, artesanos, de gente que cree algo propio. Siempre buscamos a alguien que sea del ámbito cultural más creativo, pero es difícil encontrarlo porque no todo el mundo está dispuesto a pagar un arriendo y prefiere trabajar en sus casas. Por eso ha costado un poco, pero cada vez van llegando más personas", aclara Marcelo Romero sobre las dificultades que han encontrado para unir más creativos a este proyecto.
A pesar de ello, Romero está optimista y ve que el lugar se está haciendo más conocido y sumando más interesados.
"Pronto llegará al tercer piso un luthier que se llama Oscar González. Viene de Santiago y lleva años trabajando en este oficio. Partirá haciendo clases de guitarra y bajo, trabajará con instrumentos y en restauración. Ojalá tengamos más personas como él", indicó el gestor de la Casona Laurel.
Centro neurálgico
"La idea es que la gente de Osorno que aprecia y compra este tipo de productos y va a Puerto Varas, Frutillar o Valdivia, tenga una opción de comprarlos acá y que sepan que también tenemos artesanía de calidad".
El planteamiento de Marcelo Romero es que el artesano y artista local también pueda utilizar este espacio a través de futuras ferias, para dar a conocer sus productos desde Osorno y no tenga que salir solamente a las ferias y exposiciones fuera de la ciudad.
cacho de vaca
"Estudié Trabajo Social y en Temuco trabajé en el taller de orfebrería del profesor de arte de la Universidad Católica que ya falleció, Héctor Mora, un precursor de la platería mapuche", explica Romero, quien se dedicó de lleno a este oficio y actualmente enseña este arte.
Sus diseños son a pedido y no fabrica en grandes cantidades. Confiesa que lleva más de 10 años en el oficio y vive solo de ello.
"Ahora que estoy en Osorno me puse a buscar materiales más representativos, como el cacho de vaca, estamos jugando y experimentando con este material", añadió mientras muestra sus trabajos realizados en plata y picoyo de araucaria, que es una resina extraída de este milenario árbol de la zona sur.