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Más de 450 personas marchan con globos para pedir renuncia de obispo

religión. Los manifestaron iniciaron ayer el recorrido en la plazuela Yungay con cánticos, pancartas y globos negros. Acordaron protestar nuevamente el miércoles 1, en la misa crismal.

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Desde las siete y media de la tarde comenzaron a llegar hasta la plazuela Yungay los más de 450 feligreses que participaron en la denominada "Marcha de los Globos Negros" por las principales calles del centro, para pedir la renuncia del recién asumido obispo Juan Barros.

La manifestación organizada por el Movimiento de Laicos tuvo como objetivo hacer un llamado a la Iglesia y al propio prelado a que renuncie a su cargo como máxima autoridad de la diócesis de Osorno.

El principal cuestionamiento que realiza el grupo de feligreses y sacerdotes a la figura de Juan Barros, se debe a su vínculo previo con el sacerdote Fernando Karadima, condenado por la justicia vaticana en 2011 por abusos sexuales contra menores.

En busca de un pastor

Las más de 450 personas que participaron vestían en su mayoría ropas negras y portaban globos del mismo color, en señal de rechazo al nuevo obispo Barros.

La manifestación comenzó con alabanzas propias de la fe católica, las que acompañaron a los fieles por todo el recorrido por las calles Ramírez, O'Higgins y Mackenna, para finalizar en el frontis de la catedral, donde tomados de las manos rezaron un Padre Nuestro.

Wilma Aburto, feligresa de la parroquia Sagrado Corazón, ubicada en calle Amador Barrientos, explicó con globo en mano que durante años ha sido una activa devota de la Iglesia.

"Luchamos porque el obispo Barros renuncie, que reconozca que oculta muchas cosas y nosotros merecemos un obispo puro de corazón, pensamiento y alma", explicó la feligresa católica.

Opinión compartida por Georgina Cárcamo, integrante de la parroquia El Buen Pastor de Ovejería, quien dijo no estar de acuerdo con la designación Papal. "Está haciendo daño a mucha gente de fe y creyente en Dios que sentimos una profunda herida con la llegada de Barros y sólo le pedimos que por amor a todos renuncie", argumentó.

Enriqueta Soto, también feligresa de la parroquia Sagrado Corazón, explicó que durante muchos años disfrutó de tener una Iglesia unida y con la llegada de Juan Barros todo cambió.

"Me duele el alma y el corazón ver cómo muchos estamos sufriendo por el nuevo obispo designado. Su vínculo con Karadima provoca una pena y una duda que opaca su nombre, su fe y su figura como pastor", explicó la adulta mayor.

Movimiento vivo

Mario Vargas, uno de los líderes del Movimiento de Laicos, se mostró contento con la cantidad de personas que participaron de la manifestación pacífica y recalcó que el objetivo es conseguir que el obispo Barros deje su cargo.

"Esta marcha demuestra que somos un movimiento vivo y que se mantendrá firme hasta que Barros renuncie. Somos una Iglesia en rebelión que no acepta la designación hecha por el Papa", comentó Vargas.

Señaló que las velatones continuarán todos los miércoles en el frontis de la catedral San Mateo, al igual que las asambleas parroquiales con aquellos feligreses que no aprueban al nuevo obispo.

Felipe Navarrete, otro dirigente del Movimiento de Laicos y agente pastoral de la Parroquia Sagrado Corazón, señaló que en la marcha participaron 450 personas, en su mayoría provistos de globos de color negro.

Dentro de los participantes se encontraba el diputado por el distrito 56 Fidel Espinoza, quien señaló que la convocatoria lograda sólo demuestra que son muchas las personas que se oponen a Juan Barros como obispo.

"Osorno seguirá luchando por tener un buen obispo y el llamado es a que Juan Barros dé un paso al costado y renuncie a su cargo por el bien de la Iglesia y de la comunidad", explicó Espinoza.

Al finalizar la marcha acordaron reunirse nuevamente el miércoles 1 de abril cuando en la catedral se realice la misa Crismal, que será encabezada por el obispo Juan Barros.

El sacerdote Juan Barros asumió como obispo de Osorno el sábado 21 de marzo en medio de incidentes dentro de catedral.

19.30

horas comenzó la manifestación de un grupo de feligreses que pide la renuncia del obispo Juan Barros.

Globos

negros fueron los que portaban las personas que marcharon por las calles del centro de Osorno.

Vocero de la Iglesia: algunos "niegan" a las víctimas de abuso

dichos. Jaime Coiro se refirió al nombramiento de Juan Barros, quien es el nuevo obispo de la diócesis de Osorno.

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El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, se refirió a las críticas por la asunción de Juan Barros como obispo de Osorno, a raíz de su polémica relación con el sacerdote Fernando Karadima, y sostuvo que las consecuencias de este caso "no están cerradas".

En declaraciones a radio Cooperativa, Coiro explicó que "el Papa Benedicto XVI, el Papa Francisco, los documentos de la Conferencia Episcopal han sido bastante claros respecto de que las víctimas siempre han de tener una primera consideración".

"Probablemente esto se esté superando en el ámbito público, pero en la conversación privada de los pasillos clericales seguimos escuchando expresiones de descrédito hacia víctimas", añadió.

Coiro destacó que "a todas luces parece que las consecuencias del caso Karadima no están cerradas y lamentablemente la actitud de algunos en la Iglesia sigue siendo desacreditar a las víctimas y negarlas. Es incomprensible la revictimización a la que seguimos sometiendo a las personas que fueron abusadas".

"Este es un proceso que no está terminado, hay heridas abiertas en la comunidad de Osorno y todos los que podemos de alguna manera desplegar algún esfuerzo para que se recuperen las confianzas y esa comunidad eclesial (...) hay que agotar todos esos pasos para evitar que se repita", aseguró el vocero.

El jueves, los miembros de la comisión del Vaticano contra los abusos sexuales manifestaron su preocupación por el nombramiento de Barros.

"La voz de los sobrevivientes es ignorada, las preocupaciones de la gente de muchos clérigos en Chile es ignorada, y la seguridad de los niños en esta diócesis queda en manos de un obispo acerca del cual existen graves preocupaciones en cuanto a su compromiso con la protección de la infancia", expresó Marie Collins, perteneciente a la comisión y también víctima de abusos, en declaraciones a AP.

"Todos estamos muy preocupados por lo que está pasando en Chile", indicó al National Catholic Reporter Peter Saunders, también miembro de la agrupación.

Saunders dijo que se reunirán con el cardenal de Boston y líder de la comisión, Sean O'Malley, para plantear sus inquietudes al Papa Francisco.