Sequía afecta calidad de la leche y genera rechazos a proveedores
agro. Más de 500 litros desechó el agricultor Eduardo González, luego de que una planta le rechazara el producto por inestabilidad. Aproleche cuestiona la prueba del alcohol, ya que da falsos positivos aún sin la presencia de bacterias.
Los productores locales señalan que ante la sequía que se ha registrado en la zona durante este verano, la más relevante en los últimos 50 años, ha aumentado considerablemente el volumen de leche que no puede ser procesada por la industria, debido a su baja calidad e inestabilidad.
Por ello, explican que debido al rechazo de las industrias procesadoras han botado a pozos purineros grandes cantidades de leche o derivar a otros tipos de procesos el producto; es más, algunos productores optaron por cambiarse de planta láctea.
Es el caso de Eduardo González, propietario de la parcela "San Roberto" del sector Aguas Buenas en Osorno, quien es proveedor de la firma Nestlé hace 31 años y explica que por primera vez la empresa rechazó su producción láctea por falta de proteínas.
"Nestlé me está dejando leche botada desde hace unos días, dijeron que el control del alcohol arrojó que la leche tiene falta de proteínas. Nosotros producimos 700 litros diarios, en 2 días ya teníamos más de 1.400 litros acumulados, por lo que tuve que botar 500 litros al pozo purinero y otra cantidad la vendí a una quesera de Frutillar", señaló.
González argumenta que el resultado de la prueba de alcohol realizado por la empresa Nestlé es equívoco, ya que la leche estaba en buenas condiciones, lo cual fue comprobado luego de un segundo control de la calidad efectuado por Cooprinsem, quienes al medir la temperatura indicaron que la leche estaba en buenas condiciones.
"Tengo entendido, aunque no estoy seguro, que Nestlé es la única empresa que sigue realizando la prueba del alcohol y que en la mayoría de los países ya la han rechazado por ser inespecífica", replicó.
Eduardo tiene 52 vacas en ordeña en su parcela de 22 hectáreas; cuenta que su ganado se alimenta diariamente de 2 bolos de ballica de 650 kilos cada uno, más la reserva de pasto y melaza guardada para el invierno.
Su preocupación es que dado que el ganado ya ha consumido la mitad del forraje destinado para la época invernal, duda que el resto le alcance para llegar al mes de junio.
Además, el productor critica la posición de la empresa láctea, "pues somos varios los productores que estamos en las mismas condiciones. El problema no es de nosotros, sino del clima", dijo.
Explica que de continuar el rechazo de Nestlé, tendrá que cambiar de firma.
"Esperamos que la empresa nos dé alguna solución, si no nos entregan información ni nos dan la oportunidad de llegar a un acuerdo, tendré que cambiarme de industria", dijo.
Al igual que Eduardo González, otros quince productores de leche de la provincia de Osorno han tenido complicaciones con las empresas procesadoras de lácteos, quienes señalan que el problema está en la metodología utilizada por las industrias para el análisis del estado y calidad de la leche. Consideran que es un técnica obsoleta que ya ha sido desechada en otros países por inespecífica, ya que arroja positivo aún sin la presencia de bacterias.
Ante este escenario, el presidente de Aproleche Osorno, Dieter Konow, indicó que muchos pequeños y medianos productores son los afectados, ya que "la recomendación de la planta es no recibirla y cuando no se recibe la única alternativa, dado que la leche es altamente perecible, es botarla. Ello es precisamente lo que han hecho los productores, si no tienen la opción de destinarla a otros procesos, fuente de alimento de animales como terneros, para engordar cerdos, etcétera".
Para el dirigente, las industrias deberían trabajar en conjunto con los productores, ideando un plan frente al grave problema de sequía que afecta a la zona
"Hay una cierta comodidad por parte de las industrias en cuanto a no hacer el esfuerzo de recibir toda la leche, sabemos que ellos cuentan con los medios para procesarla", indicó Konow.
Y añade que el problema radica en la metodología de análisis de la leche, pues las plantas utilizan la prueba del alcohol a pesar de que, a su juicio, la técnica está obsoleta.
"Hace más de cuarenta años, cuando la leche se entregaba en tarros lecheros, ésta iba a 20 grados, a dicha temperatura la leche sigue con el proceso de descomposición normal. Ahora que la leche va a un estanque de enfriamiento a 4° Celsius, es indudable que al momento del análisis se produzcan grumos u otros factores que pueden dar indicios de la inestabilidad", dijo.
Y si bien reconoce que la sequía ha afectado al sector productor, cree que ello no tiene repercusiones en la calidad de la leche, por lo cual la preocupación debe enfocarse en la Emergencia Agrícola.
"Hemos enviado sugerencias para el manejo de los rebaños lecheros en períodos de sequía, con el fin de minimizar el impacto nutricional en la producción lechera. Dentro de las sugerencias está el suministro de sales minerales altas en fósforos, suministro de núcleos proteicos para los rebaños en producción, un cuidado en el balance de fibra digestible en la ración y el secado anticipado de las vacas con lactancias terminales".
otra alternativa
La productora Raquel Calderón, de Agrícola Mallinco, en Río Negro, también ha sufrido el rechazo de su leche por parte de la industria.
Ella es proveedora de la empresa Nestlé desde 1992 e indicó que dado que la empresa no le retira la leche decidió dirigir su producción a la competencia. "Afortunadamente no tuve que botar leche porque fui recibida en otra empresa. Realmente no estaban las condiciones tan negativas como para que me rechazaran el producto", aseguró.
La productora local señaló que debido a que cuenta con un estanque con capacidad suficiente (6 mil litros), pudo conservar la leche por 24 horas y mantenerla a los grados permitidos por las empresas lácteas.
análisis de la leche
Desde la cooperativa Cooprinsem, Oscar Wenzel, director técnico del laboratorio, explicó que la prueba del alcohol fue diseñada con la finalidad de detectar la presencia de bacterias en la leche, con el beneficio de poder realizarla en terreno y obtener un resultado de manera expedita.
El procedimiento consiste en someter la leche a un porcentaje de alcohol (mínimo de 68%) para ver la reacción.
"Se agrega a la mezcla de alcohol y agua la misma cantidad de leche, si no hay presencia de bacterias no debería producirse ningún floculado de la leche (pequeñas partículas)".
Aparte de la prueba del alcohol, existe otra posibilidad para el análisis de la muestra, que es la prueba de la termoestabilidad, en la cual se somete cierta porción de leche a determinados grados Celsius para ver si la leche cuaja. Pero dada la complejidad para realizar esta prueba, ya que necesita un equipamiento más completo, las industrias optan por la prueba del alcohol.
Wenzel explica que el problema de la prueba de alcohol es que existen otras causas por las que puede dar positivo, como la carga de minerales o el nivel de alcohol utilizado.
"Cada industria tiene su propia formulación y es una prueba rápida que la puede hacer el mismo chofer del camión al momento de recolectar la leche. Permite en pocos minutos evaluar si la leche tiene o no una carga bacteriana", dijo.
En general, las industrias utilizan un nivel de alcohol alto, desde 68% cuando se realiza en terreno, hasta 80% si se efectúa en un laboratorio, para así asegurar que se cumpla.
En este sentido, el productor al cual se le rechaza la leche tiene la posibilidad de pedir que la industria realice un segundo o tercer control, con otros niveles de alcohol u otra técnica, como por ejemplo la de termoestabilidad, a modo de verificar por otras vías si la leche está con algún tipo de problemas.
Falencias
El presidente de Aproleche indica que si bien los agricultores no podían prever la magnitud de la sequía, sí pudieron haber desarrollado con mayor ahínco proyectos de riego en cada uno de los campos.
"La autocrítica que nos hacemos es no contar con la infraestructura de riego suficiente, lo que es una falencia a nivel país. Esta es la peor sequía en los últimos sesenta años, nosotros estamos acostumbrados a lluvias de 50 milímetros y sólo ha llovido el equivalente al 10% de ello por día", indicó.
Para Konow, el tema del riego es una de las tareas pendientes en el agro, ya que sin duda las condiciones climáticas no son las mismas de hace 50 años, por lo tanto urge elaborar un plan con recomendaciones o medidas para minimizar el impacto en el ganado.
La firma Nestlé, en tanto, a través de su unidad de comunicaciones, informó que por el momento no entregará declaraciones al respecto, ya que está en elaboración un anuncio sobre este tema y otros, el cual será difundido dentro de los próximos días.
Eduardo González
productor lechero Osorno