Sugieren que la inteligencia aumenta a medida que se envejece
Hallazgo. Capacidades cognitivas como la memoria de corto plazo mejorarían después de los 30 o 40 años, según una investigación.
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La sabiduría es una cualidad asociada generalmente a las personas mayores; sin embargo, se trata de una idea que la ciencia no ha podido comprobar del todo. Hasta ahora. Un estudio sugiere que ciertas habilidades mentales mejoran a medida que se envejece.
El informe, realizado por investigadores del MIT y Harvard, señala que el juicio social (o la capacidad de una persona de entender las reglas de la sociedad) y la memoria de corto plazo son dos elementos que pueden alcanzar su "peak" más tarde de lo que se pensaba. Ambas capacidades, dicen los autores, son piezas importantes del "rompecabezas" cognitivo.
Según reprodujo The New York Times, los becarios de posdoctorado Joshua Hartshorne del MIT y Laura Germine de la Universidad de Harvard analizaron una gran cantidad de datos sobre tests cognitivos aplicados a personas de todas las edades.
Para estos efectos, los académicos hicieron una distinción entre las capacidades mentales asociadas a los jóvenes y aquellas vinculadas a las personas mayores. Por un lado, hablaron de "inteligencia fluida" para referirse a aquella que alcanza su nivel más alto a los 20 años y que tiene que ver con la capacidad de adaptarse y afrontar situaciones nuevas de forma flexible.
Por otro, mencionaron la "inteligencia cristalizada" para referirse al conjunto de capacidades y conocimientos que representa el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado a través de la historia de aprendizaje de la persona, y que está asociado a las personas maduras.
Esta última inteligencia se relaciona a menudo con un mejor desempeño en pruebas de vocabulario, crucigramas, entre otras mediciones.
Con todo, los autores encontraron que esta amplia brecha cognitiva relacionada con la edad (inteligencia fluida versus inteligencia cristalizada) escondía varios matices importantes. "Esta dicotomía entre 'peaks' tempranos y 'peaks' tardíos es demasiado gruesa", sostuvo Hartshorne al medio estadounidense. "Hay muchos patrones en juego y necesitamos tomarlos en cuenta para entender a cabalidad los efectos de la edad en la cognición", agregó.
El estudio analizó puntajes históricos del popular test de inteligencia Wechsler, y los comparó con resultados más recientes de decenas de miles de personas que se sometieron a unas pruebas cognitivas publicadas en el sitio web de los autores. El único inconveniente de este enfoque es que, dado que no siguió a las mismas personas, puede que se haya perdido el efecto de diferentes experiencias culturales.
Los científicos analizaron el efecto de la edad en cada tipo de test. Trabajos anteriores solían agrupar los tests relacionados asumiendo que éstas capturaban un sólo atributo subyacente, de la misma forma que un entrenador puede evaluar, por ejemplo, el atletismo basado en la velocidad, la fuerza y la capacidad de salto vertical de una persona.
"Encontramos ciertas capacidades madurando en edades diferentes", dijo Germine.
Los autores confirmaron que la velocidad de procesamiento de información generalmente tiene su punto más alto en la adolescencia, y que la memoria para recordar algunas cosas -como nombres- lo hace a los 20.
No obstante, observaron que la memoria de trabajo registró su nivel más alto al menos una década más tarde y su declive fue lento. En particular, la capacidad para recordar rostros y manejar números a nivel mental tuvo su "peak" a los 30 años, "un hecho difícil de asimilar en la dicotomía inteligencia fluida/inteligencia cristalizada", dijeron los autores.
Otros ejercicios, como reconocer los estados de ánimo de una persona mirando sus ojos, fueron mejor desempeñados por personas de 40 o 50 años. Esta capacidad en particular decayó de manera muy lenta durante la vejez.
De los hallazgos del estudio, destacaron los académicos, se desprende la imagen de un cerebro viejo que funciona más lento que su versión joven, pero que es igual de preciso en muchas áreas y más certero a la hora de determinar los estados de ánimo de otros. Competencias como éstas ayudan a tomar buenas decisiones y a sobrellevar situaciones complejas, señaló el informe.