Un estudio elaborado por los investigadores Jorge Marshall, Christian Belmar y Gonzalo Escobar, bajo el alero de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, analizó el Índice de Competitividad de las ciudades chilenas. Es decir -en palabras simples- cuál es el nivel de oportunidades de progreso que son capaces de brindar a sus habitantes.
Parte de las conclusiones de este trabajo fueron presentadas ayer en "El Mercurio" y dieron cuenta que en un ranking de los nueve núcleos urbanos incluidos, Valparaíso aparece como la ciudad más competitiva de Chile y Temuco la más deficitaria. En el caso de Puerto Montt, nuestra capital regional aparece en una cuarta posición, con 47 puntos en el índice general, en una escala donde cero es el peor resultado y 100 el mejor. Y si bien la investigación no incluyó a Osorno, sí permite al menos abrir una reflexión respecto de cómo evoluciona nuestra ciudad en materias como su base productiva, gobernanza, innovación y contexto social.
Por ejemplo, el estudio detectó que en todos los casos los municipios son más bien administradores de programas y recursos, pero no generadores de una propuesta, un plan para la ciudad. Y para ello ocurren situaciones como plebiscitar, para que sea la gente la que decida sobre un tema. O también que si hay algún proyecto de desarrollo pensado desde Santiago -planes Corfo, por ejemplo- no se involucra al municipio para que lo conozca e impulse, plantea el estudio.
Al respecto, a nivel local cabe precisamente hacerse un par de preguntas al respecto: ¿hacia dónde avanza efectivamente Osorno, en una proyección de aquí a 50 años? o ¿qué estamos haciendo diferente, intencionadamente, para entregar más y mejores oportunidades de desarrollo a las futuras generaciones de osorninos?
Esas interrogantes son -entre muchas otras- las que deberían ser base de muchas más discusiones a escala local, pensando precisamente en contar con un proyecto de desarrollo definido claramente, para que los esfuerzos públicos y privados avancen en esa línea y no en la que cada uno por separado considerara como la adecuada.
Sin una carta de navegación clara, sin un proyecto ciudad, difícilmente avanzaremos hacia un destino mucho más promisorio para todos los ciudadanos.