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Los detalles de la primera reunión del obispo Barros con sacerdotes locales

Encuentro. Más de cuarenta religiosos y 10 diáconos participaron en el primer encuentro con el nuevo titular de la Diócesis, cuya llegada a la ciudad está programada para el 21 de marzo.
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La visita del obispo Barros se registró en medio de los cuestionamientos que ha causado su designación, en los cuales no han estado ausentes integrantes del propio clero local, quienes han pedido un pronunciamiento oficial de la Iglesia en relación a las acusaciones en contra del ex obispo castrense (ver páginas 2-3).

LA CITA

La reunión tuvo lugar en una biblioteca del Colegio Santa Marta, hasta donde el prelado ingresó exactamente a las 10 horas del miércoles último, por una puerta lateral de calle Amthauer, entre Matta y O'Higgins.

En la oportunidad, el obispo Barros saludó a cada uno de los asistentes que llegaron en representación de las 23 parroquias de la provincia.

Previo a ese encuentro, la tarde del martes, el nuevo obispo se había reunido con el sacerdote Peter Kliegel en dependencias del Hogar Estudiantil Obispo Romero, de población Maximiliano Kolbe. Kliegel ha sido uno de los religiosos que ha expresado públicamente su preocupación por su llegada, e incluso ha suscrito dos cartas públicas sobre el tema.

La reunión del miércoles había sido originalmente planificada para la Catedral de Osorno, pero se realizó finalmente en el Colegio Santa Marta.

Allí, monseñor Barros escuchó los planteamientos de los integrantes del clero local, entre los cuales se incluyeron varios que expresaron directamente su inquietud por la controversia pública generada tras la nominación del 10 de enero último.

REACCIONES

Si bien la mayoría de los asistentes evitó hacer comentarios públicos sobre el encuentro, otros de los presentes comentaron a El Austral de Osorno la naturaleza de esta primera reunión con el obispo Barros.

Uno de ellos fue el sacerdote Mauricio Bello, de la parroquia San Mateo, quien destacó que "monseñor Barros estuvo abierto a recoger nuestras inquietudes, juicios e incluso nuestras preocupaciones por las denuncias y vinculación que algunos hacen con el caso Karadima. Pero sobre todo entendió perfectamente lo que ocurre".

El sacerdote enfatizó que "él dejó en claro que jamás vio, fue testigo, escuchó o participó en abusos. Y entregó un elemento súper importante: que jamás fue cuestionado en este ámbito y que fue llamado a declarar en el juicio en relación al padre Karadima".

El padre Bello añadió que fue muy positivo contar con el obispo Barros en Osorno, "para que nos hable con franqueza y nos entregue su visión de las cosas, porque nadie está tapando nada".

A su vez, el sacerdote Miguel Molina, de la parroquia de Puerto Octay, aseguró que "frente a un clima tan adverso no es prudente que asuma el gobierno de la Diócesis. Tampoco podemos juzgar a una persona sin conocerla, pero desgraciadamente no hemos encontrado respuestas a nuestras interrogantes de parte de la Iglesia frente a la inquietud por el caso Karadima".

Molina se mostró ayer muy triste por los momentos difíciles que atraviesa la iglesia osornina, aunque recalcó que "tenemos que respetar la determinación del Papa Francisco frente a la designación del obispo Barros."

Agregó que "nuestra responsabilidad como sacerdotes es contribuir a la fraternidad. Tengo que seguir trabajando por la iglesia. Aquí no se termina, pero nos regresamos a nuestras parroquias con las dudas que hemos tenido siempre".

Mientras el sacerdote Américo Vidal, de la parroquia Santa Rosa de Lima de avenida Zenteno esquina El Alba, comentó que debió retirarse antes del término de la reunión, por un tratamiento médico.

"Se le solicitó a monseñor Barros que clarifique su situación frente al caso Karadima y lo dé a conocer públicamente, y eso lo que esperamos de él", afirmó.

Agregó que "monseñor Barros dejó entrever que él asumirá el 21 de marzo y no se puede cuestionar la decisión de Su Santidad. Ahora, nunca quisimos estar en esta situación, ya que la venida de un nuevo obispo debería significar gozo, regocijo y alegría para todos, pero aquí no se da el caso".

Previo a su encuentro con el clero, monseñor Juan Barros afirmó a El Austral que "yo vengo aquí a saludar a los sacerdotes, a conocernos un poquito. En la vida siempre es muy importante conocerse personalmente, y así uno se valora, se quiere".