aseguran que el café y los huevos no causan daños a largo plazo
alimentación. Un informe de EE.UU. llama a bajar los niveles de azúcar, sal y grasas, además de consumir productos que no dañen el entorno.
Durante mucho tiempo existió el mito que advertía que la yema del huevo aumentaba los niveles del colesterol, así como los perjuicios que supuestamente producía el café en la dieta.
Diversos estudios científicos han derribado estas premisas, y ahora un informe realizado por los departamentos de Agricultura y Salud de Estados Unidos descarta que los alimentos antes mencionados provoquen daños en la salud a largo plazo.
Según la publicación, disponible en el sitio web de la entidad gubernamental, los alimentos ricos en colesterol no son precisamente los responsables de las enfermedades asociadas a su exceso en el organismo, sino que el culpable es el consumo de grasas saturadas.
El informe señala que el colesterol contenido en la dieta "ya no se considera un nutriente cuyo consumo excesivo cause preocupación". Esto obedece a que nuevas investigaciones muestran que el colesterol existente en los niveles sanguíneos es más complicado de lo que en alguna ocasión se pensó.
La comisión que elaboró el informe, formada por doctores y nutricionistas, indica que "no hay relación apreciable" entre males cardiacos y la cantidad de colesterol contenido en la dieta, pero sigue recomendando consumir menos grasas saturadas. Al igual que en años anteriores, el informe sugiere limitar las grasas saturadas al 10% del total de calorías. No se especifica cuánto colesterol, o huevos, puede consumir una persona al día.
El café, también cuestionado por provocar presuntos problemas gástricos, adicciones y alzas de presión, es un producto altamente recomendado por el comité. El informe indica que hay pruebas de que el consumo de 3 a 5 tazas de café al día pueden considerarse parte de una dieta saludable. Además, reduce el riesgo de presentar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas.
exceso de sal y azúcar
El panel de expertos también manifiesta preocupación por la ingesta excesiva de sal y azúcar. El primero está asociado a la retención de líquidos en el organismo, accidentes cerebrovasculares, problemas renales y aumento en la sensación de sed.
En tanto, los dulces en grandes cantidades pueden provocar diabetes, hiperactividad, aumento de la ansiedad, envejecimiento celular y problemas hepáticos, entre otros.
El azúcar añadida no debe exceder las 200 calorías por día, aproximadamente las que contiene una bebida de 473 mililitros, señala el comité.
La recomendación es parte de un programa más amplio para ayudar a los consumidores a diferenciar las azúcares agregadas de las que naturalmente contienen los alimentos, como la leche y la fruta.
En cuanto a la sal, hay que considerar que el sodio se acumula rápidamente en el cuerpo. La sal de cocina contiene un 40% de sodio y una cucharadita de sal de cocina contiene 2.300 miligramos de sodio.
Un sandwich de pavo y un tazón de sopa pueden sumar los 2.200 miligramos, lo que está por debajo del límite de 2.300 miligramos al día para cualquier persona, aún para quienes sufren de enfermedades cardiacas.
Las guías alimentarias publicadas en 2010 en Estados Unidos sugirieron que los afectados por males cardiacos no consumieran más de 1.500 miligramos de sodio. Ahora el nuevo informe dice que reducir esa cantidad podría ser benéfico para algunos.