Cancillería señala que Chile "no promueve ni acepta" espionaje
diplomacia. El Ministerio hizo énfasis en fortalecer las relaciones bilaterales. La prensa peruana publicó detalles sobre la presunta participación de los marinos de ese país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó ayer que Chile "no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros Estados ni en su propio territorio", en un comunicado que formalizó la postura de la diplomacia nacional ante un presunto caso de espionaje de marinos peruanos. Dichos funcionarios, según el Gobierno de Lima, habrían proporcionado información a favor de Chile acerca del estado de buques de guerra y sus ubicaciones.
El escrito entregado por la Cancillería sostiene que "ante la situación planteada en Perú en torno a una investigación sobre espionaje y respecto a la cual han emitido opinión las más altas autoridades de dicho país, el Gobierno de Chile señala que no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros Estados ni en su propio territorio".
"Respecto de Perú, la voluntad de Chile es continuar el proceso de fortalecimiento de las relaciones bilaterales, objetivo en el cual están empeñados los esfuerzos de ambos gobiernos. Nuestro país señala la voluntad de establecer una agenda de futuro con Perú, para lo cual tenemos la intención de seguir dando pasos de confianza mutua e integración", agregó el texto.
Previamente, el ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, había señalado que las informaciones emanadas desde Perú correspondían a "trascendidos de prensa".
"Las relaciones entre Chile y Perú pasan por un momento de fortalecimiento y ambos Gobiernos están comprometidos con dicho proceso", añadió el vocero de La Moneda.
investigación
El periódico peruano La Razón publicó ayer una serie de detalles acerca de la investigación que se lleva a cabo para comprobar las acusaciones en contra de los marinos involucrados.
Según la versión del medio, dos de los tres suboficiales acusados, identificados como Johnny Pilco y Alfredo Domínguez, hicieron entrega de las presuntas imágenes encriptadas "en los encuentros que sostuvieron con 'empresarios pesqueros italianos' en diferentes capitales de Latinoamérica".
El reporte asegura que dichos empresarios "fueron identificados por la contrainteligencia naval peruana como oficiales de la Armada".
El tercer suboficial, Alberto González, habría sostenido conversaciones "con miembros del espionaje chileno", pero aún no se comprueba si efectivamente entregó material.
El diario La Razón también publicó que el trabajo de los marinos acusados habría durado de dos a siete años. Uno de los que habría tenido mayor actividad es el suboficial Johnny Pilco, cuya operación habría durado de 2005 a 2007. Si bien la información de ese medio no indica el procedimiento utilizado supuestamente por el espionaje chileno para reclutar a los marinos, se estima que habrían realizado algunos viajes a destinos como Canadá, Bolivia, Chile, Brasil y Argentina para entregar las imágenes encriptadas y recibir pagos.